No te avergüences de tus errores, con ellos aprendes muchas cosas. Valoras el amor que te doy y te das cuenta de que todo depende de mí.
***
Aquella misma tarde, después de todo lo que había pasado con Jimin, Yoongi le pidió que fuera a ver a éste y que le dedicara un poco de tiempo a solas. Hyeyeon no dudó en hacerlo. Amaba a Yoongi profundamente, era el hombre que la tenía totalmente hechizada, pero por Jimin sentía un cariño y un apego inmenso.
Cuando entró en la habitación, éste dormía en la cama. Se acercó muy despacio a él y lo observó en silencio. Su pelo castaño estaba despeinado.
Tenía la piel dorada, algo más oscura que la de Yoongi, y con el sol le habían salido unas ligeras pecas en las mejillas que le hacían el rostro más angelical. La sábana apenas le tapaba el trasero y Hyeyeon se ruborizó al pensar en lo hermoso que estaba así dormido. Su dulzura era incomparable y se preguntó una vez más qué era lo que le impedía tener una mujer a su lado.
Al sentarse en la cama, Jimin se despertó.
—¿Qué haces aquí, Hye? —preguntó medio dormido—. No deberías estar aquí...
—No has bajado a comer con nosotros, Jimin. —Le acarició la mejilla y le besó la frente—. Estábamos preocupados por ti.
Se dio la vuelta dándole la espalda y Hyeyeon se metió bajo las sábanas y lo abrazó por la espalda, besándosela dulcemente.
—Oh, Hye—musitó—. Lo siento tanto...
—Vamos, Jimin, tenías que hacerlo. No pasa nada, la culpa fue mía. Yo siempre con mis preguntas metódicas...
Se dio la vuelta y la miró durante unos segundos. Luego la volvió bruscamente y le levantó la falda para ver las marcas en sus nalgas. La acarició y sollozó. Le volvió a dar la vuelta y la abrazó con fuerza.
—Perdóname, Hye —dijo—. Perdóname, por favor... Yo sólo quiero cuidar de ti... no quiero hacerte daño.
—Lo sé, Jimin. No tienes ni idea de lo difícil que sería todo si tú no estuvieras a mi lado. No importa, él te pidió que lo hicieras.
—No soportaría hacerte daño otra vez —volvió a decir, mientras metía la cabeza entre su cuello y sus brazos—. No tienes ni idea de lo mal que me siento.
La besó y su lengua se coló delicadamente en su boca, haciendo bucles juguetones y buscando la suya.
Jimin era como un niño entre sus brazos, se enroscaba entre sus piernas y la besaba con tanta necesidad que apenas la dejaba respirar. Por un momento, creyó que se vendría abajo, incluso pudo ver su mirada vidriosa mientras la llenaba de besos y se aferraba a ella. Sentía el latido de su corazón debajo de aquella piel de niño apenas con vello.
Notó cómo sus dedos descendían por la cara interna de sus muslos y jugaban con su sexo. Le rozó el clítoris y Hyeyeon se apartó, bruscamente avergonzada.
—Déjame tocarte —susurró él—. Déjame quererte a mi manera... Si no supiera que Yoongi me lo permite, no se me ocurriría siquiera mirarte.
Era cierto, su nobleza y lealtad estaban claras y aquella mañana lo había demostrado. Hyeyeon separó levemente las piernas y dejó que sus dedos volvieran a rozar su clítoris con delicadeza, provocándole un placer sublime. Lamió sus labios con dulzura; era como si bebiera de un cuenco lleno de agua con la lengua, suave, pausadamente, sin prisas y sin brusquedad.
Mientras la acariciaba, ella pensó otra vez que quizá Jimin fuera el equilibrio del que hablaba Yoongi, la forma de compensarla, de permitirle descansar de algún modo del respeto y la tensión de los momentos con él.
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Revenge » Min Yoongi; BTS✔
Fanfiction•VENGANZA ↠(18+) •Min Yoon Gi, es un abogado prestigioso, poderoso y seguro de sí mismo. Aunque posee todo lo que quiere, jamás ha podido olvidar a Hyeyeon, la joven que se reía de él en el colegio. Ella es la razón de su vivir, la ama con la misma...