10 - La Galería

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Te dije una vez que te arrebataría todo lo que quisiera tener de ti.

***

Después de la cena, bajaron al sótano. Para sorpresa de Hyeyeon, un amplio pasillo daba a un inmenso salón repleto de cojines enormes, sofás de terciopelo de mil colores y alfombras persas. Las paredes eran de piedra, con una pequeña chimenea empotrada, una mesa de centro, varias lámparas de aceite que iluminaban la estancia y al fondo una barra semicircular tapizada en rojo y un mueble de estanterías diáfano, lleno de licores de todo el mundo. Le recordaba los salones de té de Marruecos; era un espacio muy acogedor.

Taehyung pasó por delante de ella y, de un salto, se tiró en el primer sofá; su joven sumisa no tardó en descalzarse y colocarse frente a él, en el suelo. En cambio Namjoon optó por tumbarse en los cojines, acompañado de Lee Seul y Eun Jeong.

—Los cojines son para los que tienen flexibilidad —comentó Jimin, mientras se acomodaba junto a Yoongi y Hyeyeon en otro sofá.

—Por eso Taehyung está en el sofá —se mofó Namjoon.

Sihyuk había entrado el último y, encendiendo un enorme puro, se sentó en una butaca próxima a la chimenea. Le dio a un pequeño interruptor de la pared y una suave melodía invadió cada rincón de aquel lugar. Luego cogió uno de los periódicos que había sobre la repisa de la chimenea y se puso a leer.

—Después de cenar siempre bajamos aquí. —Jimin le besó un hombro y se apoyó en ella—. Aquí hemos tenido conversaciones como para escribir varios tomos. Nos encanta este salón.

—Es muy bonito. —Miró a su alrededor, todos charlaban animadamente, mientras Yoongi se mantenía distante, totalmente ajeno a su entorno.

—Escucha —dijo Jimin en tono bajo—, antes has estado maravillosa.

Hyeyeon le sonrió transmitiéndole lo mucho que la ayudaba ese comentario y miró de nuevo a Yoongi, pero éste mantenía la mirada fija en Namjoon y las dos mujeres. Se sintió algo cohibida al ver que Hyun Ji empezaba a tocar a Taehyung; colocada entre sus piernas, le acariciaba sutilmente la entrepierna mientras él hablaba con Namjoon sin prestar atención a sus movimientos.

Hyeyeon se aferró al brazo de Yoongi, que le dirigió una mirada levemente inquisitiva y se movió incómodo.

—¿Te ocurre algo? —le preguntó ella.

—No, preciosa, nada que ver contigo. Ahora quédate con Jimin. Tengo algo que hacer.

Se levantó del sofá y se dirigió hacia la barra; Namjoon no tardó en incorporarse e ir tras él. Durante unos minutos se mantuvieron apartados, hablando, hasta que la suave voz de Namjoon emergió tajante, interrumpiendo los murmullos de todos.

—Lee Seul, a tu posición.

Fue oír su voz y la muchacha se incorporó desorientada, se quitó la ropa y se puso de rodillas frente a todos, con la cabeza baja y la mirada hacia el suelo. Namjoon se acercó a ella y se inclinó para susurrarle algo que Hyeyeon no pudo oír. Sólo podía ver los ojos suplicantes de la joven, que apenas podían contener las lágrimas intentando sin respuesta rogarle a Namjoon con la mirada que no la dejara allí.

Entonces Yoongi se acercó a Lee Seul; llevaba una vara en la mano y con ella le levantó la barbilla.

—Creo que el otro día tuviste una conversación telefónica con una amiga y mi nombre, el de mi negocio y esta casa salió a relucir. ¿Es así?

A ella le empezó a temblar el labio inferior. A duras penas podía contener las ganas de llorar y los nervios.

—Contéstame, Lee Seul.

Revenge » Min Yoongi; BTS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora