8 - La finca Eoduun bam* [어두운 밤]

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Cuando te escogí, supe desde el primer día que me darías todo lo que esperaba de ti.

Eoduun bam...

Así se llamaba la enorme casa de piedra ubicada en las montañas y rodeada de espesos árboles, que apenas dejaban pasar los rayos de sol. Eoduun bam, el lugar de retiro de aquel pragmático hombre, emergía entre las sombras. Hyeyeon había aceptado acompañar a Yoongi y, durante la semana anterior, apenas había probado bocado por los nervios.

Un hombre de unos sesenta y tantos años, de perilla cana y nariz afilada y un poco respingona, los esperaba en lo alto de la escalera que daba acceso a la puerta principal.

—Bienvenida a Eoduun bam, Hyeyeon. —Le besó la mano y le sonrió con dulzura—. Es un placer conocerte por fin, yo soy Sihyuk.

—Es un placer, señor —le dijo ella entrando en la casa.

Sihyuk abrazó a Yoongi y luego a Jimin.

—¿Todo bien, mis chicos? ¿Los negocios?

—Todo va como siempre, me alegro de verte, Sihyuk. —Yoongi le pasó el brazo por los hombros y lo estrechó con cariño.

Entraron a un inmenso vestíbulo frente a una escalera de mármol que conducía a la siguiente planta. Un sirviente descendió por ella y, tras saludarlos educadamente, cogió sus maletas.

Sihyuk pasó la mano por la espalda de Jimin.

—Vamos, hijos, tomemos algo en el salón —propuso—, tengo encendida la chimenea y un estupendo coñac esperando.

—¿Y los demás? —preguntó Jimin.

—No ha venido nadie aún. Esos muchachos llegarán como siempre a última hora.

—La paz se acabará en el momento en que Taehyung entre por la puerta. —

Yoongi se sentó junto a Hyeyeon en uno de los sofás—. Tengo ganas de verlos.

—Bueno, muchachita —Sihyuk atizaba el fuego sentado en una butaca muy cercana a la chimenea—, tenía ganas de conocerte. Yoongi me ha hablado mucho de ti.

Hyeyeon observaba fascinada la decoración, las alfombras persas, una decena de cuadros de caza colgados en las paredes, los amplios ventanales, los jardines que se veía a través de ellos.

—¿Te gusta mi casa?

—Mucho, señor, es muy elegante —afirmó—. ¿Es una casa restaurada?

—Del siglo pasado. Este lugar tiene mucha historia, pero sólo se llena de vida cuando mis muchachos se dignan venir a verme.

—No hagas caso a mi padre. Siempre quiso un varón y, a falta de uno, buenos son una docena.

Una joven de larga melena castaña, vestida con una falda de cíngara apareció en el umbral de la puerta y, al acercarse, hizo tintinear una pulserita con cascabeles que llevaba en el tobillo. La chica saltó sobre las rodillas de Yoongi y lo besó en la mejilla.

—Y ésta es mi preciosa hija, Soomin.

—Es un placer, Hyeyeon. —La besó también en la mejilla y luego se sentó de nuevo sobre las rodillas de Yoongi—. ¿Por qué no me vienes a ver más a menudo? —le dijo a éste—. ¿Tengo que volver a tener doce años para que me leas un cuento por la noche? —Se rió con picardía y, levantándose, se fue con su padre.

—Tengo poco tiempo para cuentos de hadas, Soo...

—Tú siempre tan ocupado, Yoongi.

Llevaba unos bonitos brazaletes de plata en los brazos y al abrazarse a su padre la pulserita del tobillo volvió a tintinear.

Revenge » Min Yoongi; BTS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora