20 - Detalles

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Tengo que confesarte que también yo a tu lado aprendo cosas nuevas. Empiezo a observar el mundo que tanto daño me hizo y de esa forma descubro de lo que puedo ser capaz.

***

Yoongi miraba a través de la ventana. Aquella mañana había llegado muy temprano a la oficina. Había terminado unos asuntos importantes y, tras pedir que no lo molestaran, se pasó el resto de la mañana encerrado en su despacho. Apoyó la palma de la mano en el marco de la ventana, estiró la espalda y se sirvió café de un pequeño termo que su secretaria le llevaba todos los días.

La actividad en la calle era frenética. La gente corría como loca para llegar a sus trabajos y los coches, descontrolados, recorrían la avenida. Se quitó la chaqueta del traje, se aflojó la corbata y se pasó la palma de la mano por la nuca.

Hyeyeon lo había llamado para contarle lo de Taehyung. Le habían dado el resto del día libre y ahora esperaba que en cualquier momento apareciera por la calle.

—Ahí estás —susurró, acercándose más a la ventana.

Caminaba por la acera con un vestido verde corto y una gabardina marrón entreabierta; llevaba las manos metidas en los bolsillos y su larga melena negra se movía al compás de sus pisadas. Miró el reloj; todavía era pronto y se detuvo en una pequeña terraza de la acera de enfrente, cubierta por un toldo rojizo que se movía ansioso por la brisa.

—No mires tanto el reloj, princesa. Te pondrás nerviosa.

Observó cómo miraba el teléfono, lo dejaba en la mesa y volvía a mirar la hora. Se rió al notar sus nervios, su forma de atusarse el pelo y el tembleque habitual de su rodilla.

—No puedes imaginar lo que te amo. No lo sabes... —musitó.

Ella cogió por tercera vez el teléfono y Yoongi sintió vibrar el suyo en el bolsillo.

—Dime, preciosa. —Su voz era suave y tranquila.

—Hola, llegaré en diez minutos.

—¿Dónde estás? —preguntó con hipocresía.

—En una cafetería tomando algo. Cerca de tu trabajo.

—Seguro que estás preciosa, como siempre.

Una risa tímida sonó al otro lado del teléfono.

—Tómate tu tiempo, aquí estaré.

Colgó y siguió observándola a través de la ventana. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan relajado como aquella mañana. Normalmente, tenía tantas cosas que hacer en la empresa que su cabeza funcionaba a mil revoluciones por minuto, pero ese día nada le llenaba la mente más que ella.

El teléfono de sobremesa sonó y al presionar el botón del manos libres, la voz aguda de su secretaria retumbó en el despacho.

—Señor, la señorita Hyeyeon está aquí.

—Bien, que suba.

Tras unos minutos, Hyeyeon llamó a la puerta y asomó la cabeza con una sonrisa devastadora. La observó avanzar hacia él hasta que la tuvo a tan sólo unos centímetros de su cara. Bajó la vista y se puso el pelo por detrás de las orejas. En ese momento le hubiera besado, pero ella apenas se atrevió a mirarlo.

—Te noto nerviosa —le dijo.

—No... Estoy bien.

Se acercó un poco más a ella hasta rozarla con la nariz y respiró profundamente aquel perfume que tanto le gustaba.

Revenge » Min Yoongi; BTS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora