Empieza a conocer mi lado humano, mi preciosa niña. Necesito ver en tu mirada ese brillo especial que me enamoró, esa luz. Tu mente precisa esos pequeños momentos de tranquilidad. Te necesito cuerda para poder modelarte. Hoy te he dado una pausa. He dejado una puerta abierta para que no te sientas acorralada.
La vida. Hyeyeon, es una balanza y todo tiene que compensarse para poder seguir pidiendo algo a cambio. Hoy te he amado dándote de nuevo lo que te arrebaté el primer día; he disfrutado de ti sin tus lágrimas. Descansa, princesa, descansa... que mañana volveré a coger lo que es mío. Necesito que me ames con todas tus fuerzas, porque sólo así tu sufrimiento saciará mi hambre.
***
Tenía veinte años cuando lo conoció. Por aquel entonces, Park Jimin era un joven totalmente desbocado, perdido en los oscuros antros de la ciudad, rodeado de mujeres, de noches que apenas conseguía recordar a la mañana siguiente, de alcohol... Con el paso de los días, comenzó a coincidir con
Yoongi, a menudo en un local de Jazz que solía frecuentar. No es que fuera aficionado a esa música, pero aquel ambiente le procuraba unos momentos de paz en una triste vida que empezaba a escapársele de las manos.
Yoongi le enseñó todo lo que sabía; eran como dos almas gemelas, dos hermanos unidos por el mismo útero. Muchas veces, mientras lo observaba, se daba cuenta de que no se diferenciaban mucho. Yoongi estaba totalmente solo y no se fiaba de cualquiera; le resultaba difícil hablar de ciertos temas con las personas y Jimin se convirtió en su confidente y su amigo.
Poco a poco, Jimin entró a formar parte de la empresa. Todo lo que requería una atención especial pasaba por sus manos; si algún documento, reunión privada con determinadas personas o papel debía ser protegido de las miradas furtivas, era él quien se ocupaba de todo.
Le debía a Yoongi todo lo que había conseguido y no porque éste se lo hubiera puesto fácil. A veces se comportaba como un hermano mayor estricto y eso a Jimin lo sacaba de quicio, pero se lo debía todo; casi se podría decir que le debía la vida.
Eran inseparables pero totalmente distintos. Mientras que Yoongi era un hombre frío y distante, Jimin desprendía dulzura por todos los poros.
Tenía el pelo castaño oscuro, los ojos rasgados y sus facciones se dulcificaban cuando se reía, haciendo que cualquier persona que lo mirara, hombre o mujer, se derritiera ante él.
Era imposible discutir con Jimin; tenía una voz suave, expresiva, y una mirada tímida pero ligeramente golfa. Tenía un buen físico, esculpido de una forma casi perfecta, con unos músculos que se marcaban lo justo.
En la sala de café del edificio, había oído decir que la gente lo consideraba la parte humana de Yoongi. Él se había reído y se había imaginado a Batman y Robin, pero nada más lejos de la realidad. A veces, por no decir casi siempre, era él quien calmaba los impulsos de su amigo, el único que, llegado el momento, podía hablar con Yoongi cuando la situación lo requería, normalmente por trabajo, cuando determinados tratos no acababan de convencerlo, y deseaba destruir a todo el que se enfrentaba a él.
Pasado el tiempo, Jimin acabó estando más en casa de Yoongi que en la suya propia, de modo que decidió alquilarla y mudarse con él. Durante sus innumerables charlas, descubrieron que no eran tan distintos.
...
La primera noche que vio entrar a Hyeyeon en casa, el corazón le dio un vuelco. Era aún más bella de lo que pensaba, de lo que su amigo le había contado noche tras noche, sentados delante de la chimenea, recordando las traumáticas vidas que ambos habían tenido.
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Revenge » Min Yoongi; BTS✔
Fanfiction•VENGANZA ↠(18+) •Min Yoon Gi, es un abogado prestigioso, poderoso y seguro de sí mismo. Aunque posee todo lo que quiere, jamás ha podido olvidar a Hyeyeon, la joven que se reía de él en el colegio. Ella es la razón de su vivir, la ama con la misma...