~03~

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POV Camila

Llegamos a su apartamento, tenía miedo, no sabía con que me iba a salir esta vez.

Me empujó contra una pared y luego me cogió con sus fuertes manos del cuello, impidiéndome tocar el suelo con los pies y por lo tanto dejarme sin respiración. Me estaba ahogando poco a poco, provocando que sólo escuchase su voz de fondo sin prestar mucha atención. Comencé a sudar y notaba como tarde o temprano me iba a desmayar.

- Escúchame! Como no vuelvas a hacer lo que quiero nos las vamos a ver. Te juro que no respondo de mis actos. Además ¿Quién te crees que eres? Eres una huérfana de mierda que trabaja en un triste club sólo tienes la suerte de tener un cuerpo follable así que como me vuelvas a tratar como un subnormal te juro que te hago la vida imposible.

En ese justo momento sonó la puerta por lo que Justin soltó mi cuello y tras coger grandes bocanadas de aire corrí hacia la puerta. Cuando la abrí me encontré con mi hermana y mi amiga Dinah que se llevaba a casa a Sofi para que yo pudiese trabajar y la peque pudiese jugar con todos los hermanos de Dinah que no eran pocos.

-Kakiiii te extrañé todo este finde...

-Hola cariño ve a tu habitación a deshacer la maleta y de paso salida a Justin. Gracias por todo Dinah no se como agradecerte todo lo que haces por mi.

A Sofi se le cambió la cara al escuchar el nombre de Justin, nunca aceptó del todo la relación de Foley con su hermana mayor. Era consciente del carácter del chico y en ocasiones cuando Foley aparecía a las tantas de las noches en casa y me gritaba, la pequeña se tenía que interponer entre los dos.

Mientras Sofi se iba a su habitación a deshacer la maleta y saludaba a Justin, Dinah hablaba conmigo

-¿Estas bien? Te noto rara

-Dinah no llegas en buen momento, Justin perdió el partido y no está en sus mejores días...

-Ah que tiene días buenos?... Vaya primera noticia que recibo. Mila de verdad estás perdiendo el tiempo con él, no te lo mereces, eres una buena chica y él un capullo.

-Dinah por favor vete no quiero más problemas

-¿Ahora soy yo tu problema? Mira me voy, quédate con tu noviecito

-Dinah no te enfades ¡Tú no te lo pido!

Cuando Dinah iba a hablar, Foley apareció y me agarró por la cintura y luego contestar a la rubia

-Dinah sé que te duele que Camila me prefiera pero ya va siendo hora de que lo vayas superando ¿No?

-Foley sabes que si no te parto la cara aquí mismo es por Camila porque ganas no me faltan.

-Temblando estoy.

-¡¡¡Chicos por favor paren ya!!! Ya es tarde y me tengo que ir a trabajar ¿alguno se puede quedar con Sofi?

-Yo con esa mocosa no me quedo, sabes que odio los niños y además yo creo que me odia.

-Vaya ¿Por qué será? Mira Camila si quieres me quedo en tu casa con la niña pero tienes que buscar una solución porque no me puedo estar quedando siempre.

-Gracias Dinah otra vez.

-Venga dejaros de mierdas, Camila coge todo lo que necesitas y vamos que te llevo al club.

Fui a la habitación de Sofi y cuando entré me encontré a mi peque en la cama dormida, con la maleta ya vacía en el suelo. Me acerqué a ella para darle un beso y con cuidado para no despertarla la arropé. Después cogí mi mochila que contenía el uniforme y me dispuse a salir con Justin hacía el coche pero no sin antes darle un fuerte abrazo a mi amiga.

El trayecto hacia el club fue en silencio, con la radio de fondo hasta que noto como Justin pone una mano en mi pierna.

-Nena, hoy me he excedido lo sé, perdóname pero es que no me esperaba perder el partido y me dejé llevar por la furia.

-No pasa nada

Otra disculpa y otro perdón. No sabía cuántas veces ya lo había perdonado lo que si sabía era que esta no iba a ser la última vez.

Justin paró el coche en la entrada del club se acercó a mis labios y me besó de una forma brusca, haciéndome sentir incómoda, como un objeto. Después de ese beso cogí la mochila y entré en el club.

Templo era un club de los más sonados de Miami, la entrada era enorme, con palmeras e iluminado con grandes focos azules. Había comenzado a trabajar ahí gracias a Dinah y aunque los horarios eran bastante complicados, el sueldo estaba bastante bien, sobretodo las propinas que me daban algunos clientes.

Lo primero que hacía siempre que entraba era ir al los vestuarios donde me solía cambiar. Me ponía unos leggings negros, una camiseta negra con el logo del club pero lo más importante eran las comodísimas deportivas negras que me permitían aguantar toda la noche de pie. Cuando terminaba de cambiarme iba a la barra junto a mi compañera Ally para preparar todo antes de que se comenzase a llenar todo. Ally era una pequeña morena que venía de Texas y que llevaba el mismo tiempo en Templo que yo. Nos ayudábamos bastante y alguna que otra vez me había cubierto en turnos para que pudiese estudiar para exámenes de medicina o para cuidar a Sofi.

El club se empezó a llenar, cada vez más y la gente se acumulaba en la barra pidiendo cócteles y demás bebidas alcohólicas.

-Ay Cami menos mal que llegas, anda ven y ayúdame a coger esos vasos de ahí arriba que no le llego.

Después de ayudarla comenzamos a atender a la gente, a servir copas a la velocidad de la luz, al ritmo de la música, lanzándonos botellas y convirtiendo el servir copas en un espectáculo del que cientos de personas disfrutaban y gritaban nuestros nombres. Cuando acabamos de servir a toda esa gente decidí salir un momento para llamar a Dinah y preguntar que tal Sofi.

-¿Nunca te dijeron que es peligroso ir por sitios oscuros sola?

Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora