Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)

~55~

POV LAUREN

En total vimos unas siete casas. Camila no me soltaba la mano, según ella, la casa tenía que ser especial, no quería una como la que tenía todo el mundo, tenía que ser "Nuestro nidito".

Acabamos despidiéndonos del agente inmobiliario, le dijimos que ya lo llamaríamos si decidíamos algo pero no estábamos muy convencidas con las opciones que nos había enseñado.

Íbamos en el coche camino a casa de mis padres, Dinah estaba con Normani y Sofi allí, haciéndole una visita a mi madre, ya que mi padre seguía ingresado pero por poco tiempo, Camila nos dijo que seguramente le daban la baja mañana.

-¿Lolo... a ti te ha gustado alguna?

-Sinceramente estaba demasiado concentrada en ver como el agente no te quitaba el ojo. Porque estaba yo ahí presente sino no se que te hubiese hecho.

-Boba... ¿Estás celosa?

- Pues claro. Eres mi chica. Te llega a tocar y lo estampo en una de las paredes.

-Pero si a mi él no me gustaba. Sólo me gustan unos ojitos y son los tuyos. No debes tener miedo. -Y me acarició una mejilla haciendo que girase la cabeza para tener más contacto con su mano.

Ya casi llegando Camila gritó para que parase.

-¡¿¡¿¡QUÉ PASA?!?!?

-¡Lolo mira esa casa! Es... es como de cuento.

-¿Me has hecho frenar de golpe para mirar esa casa? Joder Camz nos podíamos haber matado...

-¿No te gusta?-Puso cara de disgusto.

-Parece de una película de terror... y además mira esa señor, parece que la casa está habitada.

- Es porque está algo vieja pero con unos arreglos quedaría increíble.

La anciana estaba colgando un cartel de venta en la entrada de la casa. No me dio tiempo a contestar a Camila, salió disparada a hablar con la mujer.

-¡¡¡Perdone!!! ¿Podríamos mirar la casa? Estamos buscando una...

- ¡Oh sí! Pasad...

Aparqué el coche lo más rápido posible y fui junto Camila.

-Anda... ¿Usted no es la señorita Jauregui, la hija mayor de Mike y Clara?

- Si. Estamos buscando una casa cerca de la de mis padres y ademas esta está en primera línea de playa.- Dije con una sonrisa, la señora era bastante agradable.

- No es porque la quiera vender pero esta casa tiene bastantes sorpresas pasen.

Entramos en la casa y ¡Wow! La entrada era enorme con unas grandes escaleras al frente. La cocina era abierta y conectaba con el salón, ambos enormes y en la parte de arriba las habitaciones tenían unas vistas increíbles a la playa. Y por no hablar del jardín, había una pequeña casa en el árbol y una piscina, ideal para Sofi.

-¡Me encanta Lolo!- Me dijo abrazándome.

-Y a mi... No pensé que fuese tan increíble.

- Aún queda una habitación para ver. Síganme. Les va a encantar.- Dijo la anciana subiendo unas pequeñas escaleras que nos llevaba a una tercera planta. Abrió una puerta de madera y ahí, tanto Camz como yo nos quedamos de piedra.

Era una especie de ático, acristalada. No había pared, esta era reemplazada por el paisaje, a esas horas había la puesta de sol que llenaba la habitación de una luz cálida. Lo tenía claro, este sería nuestro espacio, nuestro "nido". La cara de Camila lo decía todo, me encantaba verla tan feliz.

-Perdone ¿Le puedo hacer una pregunta?- Le dije a la anciana.

- Por supuesto.

-¿Por qué quiere vender esta casa? Digo... Es que es perfecta.

-La construyó mi marido, seguramente su padres lo conocían. Murió este año. Estábamos muy enamorados. No teníamos mucho dinero pero él trabajó años y años para poder construir esto. Llevábamos más de cuarenta años casados, tuvimos tres hijos y no pude ser más feliz con él pero el tiempo pasa y él enfermó. Ahora quiero venderla porque me voy a vivir a casa de uno de mis hijos.

La mujer me convenció, yo quería vivir su misma historia, yo quería estar con Camila toda mi vida.

-Se la compro.- Dije sin pensarlo.

-¿De verdad? Pero no le dije el precio...- La mujer no se lo creía.

- No importa. Ponga precio y mañana tiene el dinero en su cuenta. Quiero la casa cuanto antes.- Al acabar de decirlo, tomé a Camz por la cintura y besé su mejilla. Ella me abrazó y me susurró "Eres la mejor, mi vida".

Nos fuimos a casa de mis padres y antes de entrar, con el coche aparcado, Camila posó su mano en mi pierna y me sonrió.

- Te quiero ¿Lo sabes no?- Me dijo.

- No estoy muy segura. Demuéstramelo.- Sonreí y ella me besó. Me llenó de pequeños besitos por toda la cara.

-¿Podemos decorar la casa nosotras? Me refiero a pintarla, arreglar lo que está roto, buscar muebles... Quiero que sea lo más nuestra posible. Por encima que tengo a una mujer artista...

- Me encanta la idea, es una forma de pasar tiempo juntas.-La besé en la boca.

- Y Lolo... sé que te dije que quería esperar para tener un hijo...

-Ajá...

-Pero quiero tenelo ya. No aguanto. No te lo quise decir pero... Dios no aguanto más, voy caminando hasta el hospital y paso por un parque infantil y me derrito y además, esta semana me destinaron a la zona de Pediatría y te juro que me dieron ganas de raptar a un niño, tan pequeñitos, con sus piececitos y esas manitas...- Camz comenzó a llorar. No podía verla así, yo también quería ser mamá pero no sabía cómo decirle que yo no quería quedarme embarazada. Tenía miedo a no poder soportar el embarazo pero sólo por no ver llorar a mi niña, era capaz de soportar lo que fuese.

-Shhh mi amor ¿Por qué no me lo dijiste? Vamos a ser mamás muy pronto. No llores mi vida.- Le acaricié el cabello y besé su cabeza.- Mañana vamos a visitar al doctor Maslow ¿Te acuerdas de él?

- Si...- Dijo sollozando.- Laur, quiero un bebé en mi vientre, quiero ser madre.

- Me parece perfecto, yo tampoco me veía embarazada.- Busqué mi móvil y llamé al doctor. Quería pedir cita lo antes posible.- Arreglado mi niña, mañana buscamos soluciones. Muero por darte todos los antojos que tengas, por cuidar de tu barriguita y acompañarte a las revisiones. Vivo por ti y no quiero verte mal, te prometí que serías feliz conmigo y lo vas a ser, lo vamos a ser.

- Y patucos...-Dijo mientras secaba sus lágrimas con su chaqueta.

-¿Patu... qué?

-Patucos... Vendrás conmigo a comprar patuquitos. Bueno y pañales y ropita...

-Voy contigo a donde quieras bebé.- La volví a besar. Sentaba tan bien tener sus labios contra los míos.- Pero venga vamos a ver a mis padres que van a pensar que desaparecimos.