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POV CAMILA

Sofi seguía dormida. Apagué la televisión, guardé las películas y recogí el cuenco de palomitas al que la pequeña se había abrazado para dormir, aunque antes le saqué una foto. Como aún no tenía sueño, supongo que por el cúmulo de emociones que me impedían dormir, pensé que sería buena opción estudiar un poco ya que había guardado en mi maleta los libros. Tras algunas horas estudiando, el sueño se apoderó de mi y me acosté en la cama junto mi hermana.

Me desperté por el sonido de la televisión que había encendido mi hermana (No sé porque se levantaba tan temprano para ver esos dibujos).

-¡Buenos días Kaki!

-¿Llevas mucho tiempo despierta?

-Alrededor de una hora. Yo ya desayuné, llamé a recepción pero tú no te enteraste porque estabas súper dormida pero tranquila te pedí a ti también el desayuno. ¡Está riquísimo!

- Que haría yo sin ti.- Y comencé a darle grandes y ruidosos besos a mi hermana que intentaba zafarse de agarre.

Mientras estaba desayunando mi móvil comenzó a sonar. Era Dinah.

-¿Si?

-Camila, estaba pasando por tu casa y Justin salía de tu apartamento gritando y dando golpes a todo lo que se encontraba ¿Estás bien?

-¡Oh Dios! Si Dinah, estoy bien, Lauren insistió en que no volviese a mi casa y me consiguió una habitación de hotel a través de su padre para que me quedase con Sofi. Seguramente me esté buscando.

-¿Lauren? ¿La del club?

- Si la misma

-Vaya... Que detalle por su parte. Como te protege...

-Dinah no empieces que te veo venir. Por favor si ves a Justin no le digas donde estoy, inventate algo y yo hoy iré a casa a ver que destrozó porque no me creo que no tocase nada. Es como un huracán por donde pasa no deja nada bueno.

-De acuerdo Mila pero te acompaño me quedo más tranquila.

-No de eso nada. Igual si que te pido que te quedes con Sofi, no quiero que vea algo de lo que nos podamos arrepentir.

-Vale, sabes que no me cuesta nada, además mis hermanos la adoran. Pero sigo diciendo que no me gusta que vayas sola ¿Y si vuelve a aparecer Justin? Por la cara de pocos amigos que llevaba hoy puede que se te ve te haga algo.

-Llamaré a Lauren, igual no le importa acompañarme.

- Pues si que has hecho buenas migas con la Lauren esa, no se si celarme.

-Dinah tendrías que ver como me trata a mi y a Sofi pero ya te contaré.

-Vale nena pero cuidate eh?

- Que siiii

Después de hablar con mi amiga llamé a Lauren aunquebtenis ciertas dudas en si le molestaría que la llamase ahora porque seguramente estaría en la empresa con su padre.

-Buenos días a la mujer fugitiva más guapa del mundo.

-No sé si me gusta mucho ser una fugitiva.

-A mi me parece sexy...

-AJAJAJA LAUREN!!!

-Vaaale ya paro, lo siento. Dime ¿Para qué me llamaste?

-Mi amiga Dinah me ha llamado, dice que vio a Justin salir de mi casa y con no muy buena cara. Esta noche he decidido abandonar toda esa mierda, por eso te preguntaba si me podrías acompañar a casa a recoger las últimas cosas, es que tengo miedo a que aparezca Justin y Sofi se quedará con mi amiga Dinah.

-Wow Camila, eres muy valiente por tu parte ¿Lo sabes? Y no tengo problema en ayudarte así que en cuanto salga por la tarde de trabajar te voy a buscar, dejamos a la niña con tu amiga y vamos a por tus cosas y luego vamos al club para que me prepares esa copa de whisky que me prometiste.

- Te mereces todas las copas de whisky del mundo. Eres increíble.

-¿Pretendes emborracharme? Que sepas que yo borracha soy muy lanzada.

-Lauren tu aunque bebas un vaso de agua eres lanzada.

-Solo con la gente que me interesa. Bueno Mila te tengo que dejar que ya está mi padre reclamándome.

- Adiós Laur.

Estudié un poco aunque no tenía la cabeza muy centrada, tenía una sensación rara en mi cuerpo. Luego Sofi quiso ir a una sala de juegos que había en el hotel y que me llevaba pudiendo ir toda la mañana. Nos duchamos, nos vestimos y allá fuimos, a la pequeña se le había ocurrido llevar la comida y comerla en la sala, y yo no iba a negarle el capricho. La verdad es que hacía tiempo que no veía a Sofi estar tan feliz, muchas veces me culpaba a mi misma por ser causante de su tristeza porque yo sabía que cuando estaba Justin en casa ella lo pasaba mal, no muy distinto a lo que yo sentía pero ella es más pequeña uno tenía culpa de nada. Disfrutamos de todas las máquinas recreativas, pinball, billar, futbolín, dardos... La tarde se nos había pasado volando y cuando yo estaba sobre la mesa de billar, apuntando con el taco, un cuerpo se pegó a mi espalda y con sus manos acarició las mías, ayudándome a mejorar mi postura en el juego. Luego, una boca se poco en mi oído y con voz ronca me dijo:

-Para hacer una mejor jugada tienes que inclinar tu cuerpo más hacía la mesa y con la mano rozas suavemente el taco.

-¿Cómo así?

Me incliné como dijo esa voz que provocaba en mi cuerpo un sin fin de sensaciones pero mi trasero chocó con la pelvis de aquella persona, me desconcentré en la jugada, ya me daba igual todo, dejé el taco sobre la mesa y me giré para ver a los ojos a aquella increíble chica que conseguía hacerme reír con sólo respirar y aún no sabía cómo lo hacía.

-Vaya... ¿También juegas al billar? Eres toda una caja de sorpresas Jauregui.

-Y lo que no sabes aún

Estábamos muy cerca, podía oler su perfume que me llevaba a otra dimensión, podía ver sus ojos que me hechizaban, podía notar sus manos acariciando las mías como llevaba haciendo un buen rato y por último podía ver como se mordía su labio inferior haciéndome enloquecer y aumentar mis ganas de mordérselo yo también.

-¡¡¡¡¡LAUREN!!!!!

Mi hermana llegó corriendo, ya que se había ido un momento al baño, y cuando vio a Lauren, saltó sobre ella, y como si de un Koala se tratase, se colgó encima de ella, dándome unos celos enormes porque para que mentir, yo también lo hubiese hecho.

-Hola peque ¿Te gusta el hotel?

-SIIII ES INCREÍBLE

- Me alegra que te gustase pero nos tenemos que ir, te tenemos que dejar en casa de...

-Dinah

-¡¡Eso Dinah!!

Y eso hicimos, cuando llegamos a casa de la rubia, Lauren pretendía quedarse dentro del coche pero insití en que saliese para que así Dinah la conociese por fin y le diese el visto bueno, porque yo la conocía desde hace muchos años y sabía perfectamente que no se fiaba ni un pelo de "mi chica de increíbles ojos verdes". Tras conocerse, Lauren se despidió de Sofi a quien le había cogido mucho cariño en poco tiempo y mientras, Dinah no paraba de decirme que tenía que lanzarme y dejar a Justin. Yo sabía que Dinah deseaba, al igual que todos, que dejase al rubio de una vez por todas y le daba igual quien fuese, el o la sustituta, pero en este caso Lauren era una perfecta elección (o eso decía mi amiga).

Yendo a mi casa, Lauren condujo en silencio todo el trayecto y a mi me encantaba porque así podía conservarla detenidamente por el rabillo de mi ojo. No sé que me gustaba más de ella, si esa camisa azul marino combinada con unos jeans blancos y unas sandalias de tacón o su melena negra suelta con ondulaciones. Nunca la había visto así vestida pero si va así a trabajar siempre, desearía ser su secretaria para verla todos los días.

Por cierto ¿En qué momento me obsesioné tanto con ella?

Cuando llegamos a mi apartamento, mi cuerpo se congeló, las llaves resbalaron de mi mano y ahí fue cuando Justin se giró y dejó de golpear con un bate el piano que mi padre me había regalado.

Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora