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POR LAUREN

-Oh vaya... Hola Adam. ¿Qué haces tú aquí?

-Lo he pensado y quería pedirle perdón a Sofi... No estuvo bien lo que le hice.

Adam, el niño que hace unas horas estaba haciendo de la escuela una pesadilla para Sofi, ahora venía a pedirle perdón. Al fin y al cabo, eran niños y me alegraba enormente que un niño tuviese más madurez que muchos adultos.

-Haces muy bien Adam. A Sofi le va a alegrar mucho. Está en el salón con su hermana haciendo los deberes.

-¡Oh yo la puedo ayudar!- Dijo entusiasmado.

- Me parece una genial idea pero... ¿Has venido sólo? ¿Tus padres saben que estás aquí?

- Si, mis papás lo saben. A mi mamá no le pareció muy bien, por eso me trajo mi padre. Cuando se enteró de lo que había hecho se enfadó mucho.

Por lo menos Adam tiene a alguien en su casa con algo de cordura...

- Pues entra.- Le dejé pasar y fue tímidamente hacía el salón. Cuando Sofi lo vio se asustó un poco pero después de que Adam le pidiese perdón, todo tipo de miedo se esfumó.

- He hablado con el resto de la clase, sobretodo con los que se pasaban contigo...-Dijo serio. Su forma de comportarse era de todo un hombrecito.- Mañana en clase te pedirán perdón.

Después de un rato que estuvieron hablando, Adam ayudó a la peque con sus tareas y Camz vino conmigo a la cocina.

-¿Tú no tendrás nada que ver en esto?- Me insinuó la morena.

-¿Yo? No. Fue todo cosa del niño.

- Pues me alegra que entrase en razón.-Después me dio un beso en los labios y se quedó mirándome un rato con una sonrisa tonta.

-Y ahora, ¿Que se te pasa por la cabeza?

- Que no puedo ser más feliz. Lo haces todo tan fácil.

-Lo mismo digo...- La acerqué más a mi y la comencé a besar. Sus labios cada vez eran más adictivos.

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Al día siguiente en la oficina...

- Lauren tu padre quiere que vayas a su despacho.- Me dijo Keana.

-¿Sabes sobre qué me quiere hablar?

-Ni idea. Sólo me dijo que era urgente.

Dejé lo que estaba haciendo y me dirigí a su despacho. Los tacones sonaban contra el suelo y los trabajadores se giraban para mirarme. Aún no me acostumbraba a ser la jefa...

-¿Se puede?- Dije asomando la cabeza por la puerta.

- Tú no tienes que pedir permiso. Pasa.- Por mucho que le pedía a mi padre que no quería favoritismos y que quería que me tratase como ina trabajadora más, él me hacía caso omiso.

-¿Para que me querías?

-Verás... ¿Te acuerdas de los clientes de Tokyo?

- ¿La familia Hatoyama?

- La misma. Pues verás, se ve que en la última reunión que tuvisteis les encantó tu forma de explicar cómo íbamos a desarrollar los proyectos.

-Vaya... Me alegra bastante.- No me esperaba esa reacción por parte de los Hatoyama, teniendo en cuenta que al principio no parecían muy convencidos.

- Pues me acaban de llamar y quieren firmar lo antes posible.

-¡¡¡Pero eso es muy buena noticia papá!!! ¿Y cuando vienen?

Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora