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POV LAUREN

Me pasé toda la tarde haciendo fotos, fui en moto a diferentes sitios. Paisajes, amaneceres, casas... tenía fotos de todo pero ninguna me convencía.

Regresé a casa, me puse cómoda, me serví una copa de vino y me dispuse a descargar las fotos para mejorarlas en el ordenador. Cuando ya las tenía en el ordenador, comencé a pasarlas una a una y ahí me la encontré, eran las fotos de Camila, las que le había sacado cuando estaba dormida, dormida en mi cama, desnuda. Me detuve en esas fotos, pasé mi dedo índice por la pantalla, tocando la cara de Camila, deseando que fuese de verdad. Tenía el color y luz perfecta, era una de las fotos que más orgullosa me hacía sentir.

Definitivamente esa iba a ser la foto. Borré el resto y escogí la de Camila vista desde arriba, con su pelo tapando la cara y las sábanas insinuando su perfecto cuerpo. Su rostro no se veía bien debido al pelo así que perfecto porque si ganaba el concurso y la foto era publicada, sólo sabríamos ella y yo quien era la chica de la foto.

Cuando ya tenía todo listo la mandé por correo. Nunca fui muy competitiva pero está vez deseaba con todas mis fuerzas ganar.

Mi familia y amigos tenían curiosidad por saber que foto había mandado pero nunca lo confesé, lo tomé como una sorpresa.

Dejé pasar el tema, hasta dentro de unos días no se sabría el ganador así que intenté olvidarme para no ponerme más nerviosa.

Hoy estaba en la oficina y como no, en una reunión, al salir nos informaron de que esa mañana vendrían a hacernos un control de Sanidad, como cada dos años y que nos harían unas pruebas de sangre. A mi en especial no me entusiasmó la idea de que me pinchasen pero era una de las jefas y tenía que dar ejemplo. Hicimos cola y cuando ya estaba llegando mi turno mi padre se me acercó.

-Al destino no le gusta veros separadas.

-¿Qué dices papá?

- Camila, Camila es una de las enfermeras.

-¿Qué?

-Me contó que estaba de prácticas y que hoy la mandaron aquí.

-¡¡Siguiente!!- Se escuchó tras la puerta de la enfermería. No me dio tiempo a reaccionar y sólo rezaba para que no me pinchase Camila. Ya estaba lo suficientemente nerviosa por la aguja como para que mi enfermera fuese la chica por la que me muero.

Pero finalmente tuve que sentarme en la camilla de Camila porque el resto de enfermeros ya estaban atendiendo a otros trabajadores. Después del beso de la última vez no sabía que decirle así que espere a que ella hablase.

- Lauren Jauregui ¿Verdad?- Camila revisaba mi expediente, tratándome como un trabajador más, como si no me conociese, algo que me dolió porque después del beso de la ultima noche que la vi, pensé que las cosas podrían mejorar.

- Si.

- Le haré unas preguntas antes de nada a las que tiene que responder con total sinceridad. Es para saber si puede padecer algún tipo de enfermedad.

-De acuerdo.- No sabía el por qué pero ver a Camz así de sería y profesional me volvía loca.

-¿Fuma? Si es así ¿Cuánto aproximadamente?

-Si. Pues si estoy muy estresada o preocupada fumo más, igual como máximo una cajetilla al día y mínimo dos o tres cigarros.

-Bueno y... ¿Bebe?

- Hubo una época en la que bastante pero ahora como mucho puedo tomar una copa de vino.

-¿Alergias?

-A los penes.- Eso provocó la risa de la morena, intentaba estar completamente seria pero le estaba siendo algo muy complicado. Al ver que se estaba riendo no pude evitar quedarme embobada mirándola, estaba cada día más guapa.

-Por favor, una alergia de verdad.

-Uff los penes me provocan unos sarpullidos que no son normales pero si usted no lo ve como algo importante pues no, no tengo alergias.

-¿Come sano?

-Cocinar no es lo mío, como fuera bastante pero a veces María, la chica que trabaja en mi casa, me cocina comida bastante sana, con cosas verdes y eso.

-Vale de acuerdo.- Siguió apuntando en su libreta y al acabar depositó su bolígrafo en su labio, dando pequeños golpecitos. Me miró con cierto nerviosismo a la vez que intrigada.- Tengo que hacerle la última pregunta.

-Vale dispara.

-¿Mantiene relaciones sexuales frecuentemente?

Ahora entendía el por qué de su nerviosismo. Me puedo poner en su lugar y preguntarle a tu ex eso es algo bastante incómodo pero para mi, era una oportunidad de demostrarle que no me olvidaba de ella.

-Pueeees... Verá... Antes tenía una vida sexual plena, todos los días caía alguna con la que pasar un buen rato. Más tarde conocí a una chica, muy parecida a usted por cierto, que consiguió que dejase esa vida que no me llevaba a ningún lado, me enseñó a amar y creo que acostarme con ella fue lo mejor que hice en mi vida pero por circunstancias, nos alejamos y hasta el día de hoy que no he vuelto a meterme en la cama con nadie más.

Se puso roja y a morder el bolígrafo.

-Vale, no hacía falta entrar en detalles. Pues con esto ya podemos hacer la analítica.

Me tumbó en la camilla, remangó mi camisa y tocó mi antebrazo, comenzó a palpar para ver si había alguna vena fácil de pinchar y lo fue, tanto que antes de que me diese cuenta ya había llenado de sangre los tubitos.

-Esto ya está.

Yo era la última en pinchar y no quería dejar ir así porque si a Camila y seguramente después de mi ya recogerían todo y se irían.

-Camila... Podríamos comer algo juntas.

-No como con pacientes.

-Por favor, te invito a lo que quieras. Como si quieres que me coma una ensalada oara comer más sano. Mira esto como una consulta, te pido que me enseñes a comer mejor.

Camila dudó pero cada vez que estábamos juntas veía un progreso en ella, ya no me gritaba y se reía de mis bromas. Nunca había sido tan insistente con una chica, nunca nadie me había interesado tanto.

-¿Puede ser en tu despacho? No quiero que me vean mis compañeros de trabajo.

-Donde tu quieras.

Le encargué a Keana que me llevase al despacho lo más sano del mundo, comida de todos los colores y con todas las verduras y frutas habidas y por haber.

- Pues para no saber comer sano si que te lo has montado bien.- Dijo mientras se llevaba a la boca un trocito de sandía.

Estuvimos hablando de la Universidad, de Sofi, de mi padre hasta que llamó Brad.

- Es Brad, en unos minutos pasa a recogerme.

-¿Sabe que tu y yo...?

-No, nunca se lo dije. No veo la necesidad.

-¿Te trata bien?

-Lauren, no voy a hablar del tema.

-Quiero que estés feliz nada más. Me preocupo por ti. - Me moría por ser Brad, por recogerla en coche y luego ir a casa a ver una peli juntas pero principalmente me preocupaba más que Camz estuviese bien y feliz, que no sufriese más.

-Si... Me trata muy bien. A Sofi la cuida muy bien y conmigo es muy detallista.

-No te mereces menos.

- Gracias por entenderme.

Por fin después de tanto tiempo pudimos tener una conversación sin gritos, con tranquilidad.

-Camz... Sé que te puede sonar raro pero ¿Puedes darme un abrazo?

Y no lo dudó, escondió su cabeza entre mis brazos y dejé un pequeño beso en su cabeza, como cuando ella estaba en su peor etapa, cuando se refugiaba en mis brazos buscando algo de calma.

-Eres muy importante en mi vida Camz.

Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora