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POV LAUREN

Nos quedamos dormidas. Estábamos las dos bastante cansadas, habían sido muchas emociones en una misma mañana.

Camila seguía durmiendo encima mía y mi cuerpo necesitaba cambiar de postura. Con mucho cuidado la dejé en la cama arropada por las sábanas. Me encantaba verla dormir, así que le saqué otra foto con el móvil. Pagaría por despertarme todos los días con Camila de esa forma.

Después de la foto deoositeé un beso en su hombro desnudo y me puse mis bragas que estaban tiradas en el suelo y una camiseta larga. Necesitaba fumar, con el humo en mi garganta ya podría describir la mañana como perfecta. Me fui a la terraza y ahí encendí un cigarro. Estaba totalmente relajada, sentada en una silla disfrutando de las vistas de toda la ciudad, despreocupada de tener que llamar a clientes o de firmar contratos. Esto me hacía pensar muchas cosas.

-¿Lolito fumando otra vez? Es verdad que te ves muy sexy, pero no es sano...

-Tampoco es sano que estés desnuda aquí fuera con el frío que hace. Métete dentro que luego si enfermas no voy a ser yo la que te haga sopitas y menos después de llamarme Lolito, suena a perro.

Camila se había despertado y no podía estar más guapa. Desnuda con su larga melena ondulada tapando sus pechos y con una de sus mejores sonrisas. Ella sabía perfectamente como ponerme el mundo patas arriba con sólo una sonrisa.

- Jooo es que me desperté y al no notar tus manos dibujando sobre mi esoalda me asusté. Por cierto, Lolito es muy tierno.- Puso morritos y vino corriendo de puntillas hacía mi, me abrazó dejándome notar sus pezones duros por el frío. Estaba congelada. Sus manos tiraron de mi camiseta, la tomé por el cuello y al besarle, noté sus labios algo cortados y helados.

-¡Camz te va a dar una hipotermia! Por Dios vamos para adentro.

Pedimos comida, últimamente era lo único que hacíamos, sin María en la cocina yo estaba perdida y Camz tenía que dedicarse a estudiar. Después de comer nos dimos un baño caliente de espuma, con Camila dándome la espalda y apoyando su cabeza en mi hombro. Pudimos hablar de nosotras, algo que necesitábamos y que apenas tuvimos tiempo.

-Lolo... ¿Tú y yo que somos?

-¿Es una pregunta trampa?

- No

- ¿Pues personas no?

-¡¡Ay no boba!! Digo sentimentalmente, es que llevamos juntas unas semanas, compartimos cama y... yo te quiero...

-Ah, ¿Te refieres a si somos novias?

-Si... Es que el otro día Sofi me preguntó y no supe que contestar. Laur tú... o sea si...- La notaba nerviosa y me provocaba gracia que después de todo el tiempo que pasamos juntas aún tuviese dudas de que la iba a rechazar así que si yo el paso para ahorrarle la mala pasada. Busqué sus manos debajo del agua, las uní a las mías y di el paso.

-¿Camila quieres ser mi novia?

No dijo nada y debido que me estaba dando la espalda no sabía que cara tenía.

-¿Camila? ¿Camila estás llorando?

Si. Camila estaba llorando de la emoción, supongo que no se esperaba a que diese yo el paso, teniendo en cuenta que era a la primera que le pedía ser mi novia.

-Siii si quiero.-Tomó mis brazos y los enrolló a su alrededor, obligándome a que la abrazase muy fuerte, a que no la dejase escapar. Me acerqué a su oreja y le comencé a dar pequeños besos que causaban la risa de la morena. Dinah en una ocasión me había dicho que su amiga reía muy poco, que le costaba y eso era algo que me había propuesto, hacerla reír todos los días, al menos una vez al día hasta que me muriese. No me gustaban los planes a largo plazo pero con ella todo era distinto.

Nuestros cuerpos estaban como pasas por el agua. Nos secamos y nos pusimos unos pijamas, nuestro día se iba a basar en estar juntas, peli, mantita y comida. Preparé unas palomitas y vimos juntas una peli romántica. Aunque yo quería una de miedo pero Camz decía que era incapaz de ver una de terror. Cuando ya sólo quedaba una palomita Camila la atrapó.

-¿No te irás a comer mi última palomita?- Le pregunté con una risa traviesa.

-Ajá...- Ya tenía la palomita en su boca cuando se puso a la muy cerca de mi boca.- Quítamela si puedes.

Y se la quité, vaya si se la quité. Con el primer beso ya le había quitado pero yo seguía teniendo hambre de sus besos. Sus labios estaban salados debido a la sal de las palomitas y me encantaba. La televisión seguía encendida pero no le prestamos mucha atención, era mucho más interesante besar a mi chica. A medida que los besos se iban profundizando la cosa se ponía más interesante.

-¡¡¡Así que sois novias!!! ¡¡Kaki me dijo que no!!

-¿Sofi donde te has metido? JODER.

Nos sobresaltamos, no esperábamos a nadie hasta las 8 y aún eran las 6. Tenía a Camila sobre mi en el sofá, tenía su culo en mis manos, se estaba frotando en mis partes y justo en ese momento tuvieron que llegar Dinah y Sofi. Afortunadamente la pequeña sólo se quedó con el detalle de que nos estábamos besando pero con Dinah no teníamos esa suerte, seguramente se lo contaría a Normani y se reirían de nosotras durante un mes.

Yo estaba roja pero no por la vergüenza sino por el sofoco. Todo lo contrario a Camila, que al ver a su hermana se bajó de encima mía y se puso de pie como si nada hubiese pasado.

-¿Vosotras no llegábais a las 6? No os esperábamos...

- Ya lo hemos notado sobretodo por la forma en la que movías tu hermoso trasero sobre Lauren JAJAJAJA.- Dinah no paraba de reírse, tenía ganas de matarla.

- Laur Laur- La pequeña Sofi se sentó encima de mis rodillas y con una gran sonrisa preguntó- ¿Entonces sois novias?

Camila sonreía ante el entusiasmo de su hermana y me hizo una señal con la cabeza, permitiéndome decirle la verdad.

-Emmm Si. Camila es mi novia.

-¡¡¡BIEEEEN!!! ¿Tita Dinah has escuchado eso? ¡¡¡Lauren ahora es mi cuñada!!! Ya no va haber más Justin.

Abracé a la chiquitina y le di un beso en la frente, me había robado el corazón de la misma manera que su hermana mayor.

- Pero Sofi esto tiene que ser un secreto está semana. Quiero preparar una cena o algo para decírselo a mi familia. Dinah y Normani estáis invitadas.

- Ohhh Chancho estoy muy feliz por ti.- Dinah abrazó a Camila.- Lauren cuídala. A ella y a Sofi.

- No lo dudes.

Tenía a la chica más maravillosa del mundo e iba a cuidarla como si mi vida dependiera de ello. Ahora tenía a una pequeña que también necesitaba mis cuidados. En menos de unos meses había pasado de tener el móvil lleno de fotos de alguna noche de desfase a tenerla llena de fotos de Camila durmiendo o Sofi pintando. No necesitaba más, estaba empezando a ser feliz, por ejemplo, el trabajar con mi padre ya no me suponía una molestia y mi estrés había bajado considerablemente, Camila sabía cómo quitarme las preocupaciones.

Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora