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POV LAUREN

-Keana ¿Podrías llamar a Camila y decirle que no voy a cenar en casa porque tengo trabajo?

-Claro

Era viernes y había pasado prácticamente toda la semana en la oficina, 12 reuniones con clientes, directivos, contables... 7 firmas de contratos, 4 proyectos para revisar y después ayudar a mi padre con todo el papeleo. Estaba agotada, no había parado desde que estuve el domingo pasado con mis padres y lo peor de todo era que apenas había estado con Camz.

- Lauren, dice Camila que si vas a recogerla a Templo.

-Dile que si, que por eso no se preocupe.

Seguí trabajando hasta que ya no quedaba nadie en las oficinas, sólo los de seguridad. Antes de ir a Templo pase por casa, quería darme una ducha y asegurarme de que Sofi estaba bien, no me gustaba dejarla sola en casa aunque le dejábamos con números de teléfono por si le pasaba algo.

-¿Sofi?

-Aquí estoy en el sofá.- Gritó la pequeña desde el fondo del apartamento.

-¿Tú no tendrías que estar durmiendo?

-Kaki dijo que podía ver un ratito la tele.

-De acuerdo. Me voy a duchar y luego iré a por tu hermana.

Me duché y me cambié de ropa. Vaqueros, camiseta y cazadora negra de cuero. Llevé el pelo húmedo para que me quedase ondulado y poco maquillaje, sólo los labios rojos.

Cuando me iba a despedir de la pequeña, la encontré dormida en el sofá, así que  no me quedó más remedio que subirla a su cuarto, arroparla y darle un beso en la frente.

Al llegar, Templo estaba lleno, no había casi donde aparcar. Me moría de ganas de estar por fin con mi chica, aunque nos separase una barra, me gustaba estar cerca de ella. Pero al parecer, no iba a poder entrar tan fácilmente al club.

-Jauregui ¿Es cosa mía o cada día estás más buena?

Era Cindy, era una de las chicas con las que me acostaba, obviamente antes de conocer a Camz. Era bastante atractiva, ojos azules, morena, con melena larga al igual que sus piernas y siempre vestía con ropa muy ajustada que marcaba sus insimunates curvas.

-Emm Cindy tengo prisa.

- Me han dicho que ya no estás en el mercado... ¿Quién es la afortunada?

-Como si ya no lo supieses.- Dije rodando los ojos.

-¿La camarera de Templo? ¿Es serio? Pensé que te gustaban más juguetonas...

Me negué a contestar, no iba a dedicarle ni un minuto más teniendo a Camila dentro del club. Me separé de ella, cerré el coche y caminé hacia el local pero Cindy se interpuso en mi camino.

-¿Por qué no vamos a mi apartamento como en los viejos tiempos?-Acortó distancias y jugó con la solapa de mi chaqueta.

-Porque no quiero. Porque tuve una semana de mierda y lo único que quiero es estar con mi novia, tomar un trago e irme a casa a disfrutar del fin de semana.

- Lauren... No te engañes. Lo que a ti te gusta es otra cosa.-Sonrió y de repente se me abalanzó y me besó. No me lo esperaba y en cuanto fui consciente de la situación, la empujé.

-¡¿¡¿¡CINDY QUE COÑO TE PASA?!?!

-Pensé que...

- No te vuelvas a acercar a mi. No quiero saber nada de ti ni de tus zorreríos.

Me fui del aparcamiento y al entrar en Templo la vi, ahí estaba Camila, haciendo con Ally un espectáculo con botellas. Era increíble y era mía. El local estaba llenísimo, en concreto la barra. Me acerqué a las chicas pero ellas no me veían estaban tan ocupadas que para poder atender a toda la gente necesitarían cuatro brazos. Me hice hueco entre la gente y   salté la barra.

-¡Lauren! ¿Qué haces aquí?

- No me gusta verte estresada.- Me quité la chaqueta y comencé a servir bebidas, cócteles, chupitos... Lo que me pidiesen. Era rápida, mis largas noches de juerga por fin habían servido para algo.

-¡La vieja Jauregui ha vuelto!- Gritó Ally quien sabía perfectamente como era antes de conocer a Camila.

Al acabar, Ally me invitó a una copa que por cierto se me estaba subiendo y el alcohol comenzaba a hacer frente. Quería disfrutar la noche, dejar a un lado el tema de Cindy porque total... ¿Que importancia tiene? Sólo fue un beso que no duro ni un minuto, no había que darle mayor importancia.

-Nena ¿Te he dicho lo guapa que estás hoy?

- Lauren estás borracha...

- De amor

-Ohhhh Mila lo que te acaba de decir es precioso.- Ally daba saltitos y aplaudía.

-¿Ves? Soy una novia 10.-Sonreí y tomé por la cintura a mi chica, bailando al ritmo de "Shape of you" de Ed Sheeran.

Camila sirvió alguna copa más junto Ally y cuando su turno acabó me la llevé a casa, estaba agotada y con razón pero antes quise parar en un sitio.

-¿Dónde estamos?

-Fíate de mi.- La tomé de la mano y la guié hasta llegar a una colina desde donde se veía toda la ciudad.

-Wow cuántas luces. Es precioso.

-Es que verás... Esta semana estuve muy liada, apenas tuvimos tiempo para estar juntas y ayer hizo un mes que te vi en aquel partido de fútbol. No tengo nada especial para darte y estoy muy arrepentida pero se me ocurrió traerte a este sitio, es bastante importante para mí. Solía venir cuando era pequeña con mi padre, el me decía que había un tesoro pirata y yo siempre quería venir a buscarlo pero luego crecí, me distancié de mi padre y cuando volví a retomar la relación era demasiado tarde porque le diagnosticaron la enfermedad y desde ese momento, no lo he vuelto a pisar.

- Lolo esto... esto... nadie nunca había hecho algo tan bonito por mi. Es algo muy especial. Yo ni me había acordado, me siento fatal.-Me abrazó y no sé si sería el alcohol pero no podía dejar de mirar a Camila, cada gesto, sonrisa o incluso como se apartaba el pelo de la cara me parecía perfecto. - Lolo no me mires así, me pones nerviosa.

-Camz, preocúpate si algún día dejo de mirarte con la misma intensidad que lo hago ahora. Por ahora aprovecha que tienes a una chica que suspira los vientos por ti y que de cada 100 palabras que dice 99 son piropos hacía tu persona, cuando antes lo más bonito que podía decir era caca.

-Te quiero. Te quiero. Te quiero.- Se subió a mis brazos, con sus manos en mi nuca y besando toda mi cara. El estrés de toda esa semana se me había ido en cuestión de segundos.

Permanecimos un rato allí, encima del capó del coche, disfrutando de las vistas, con su manos jugando con mi pelo y mi cabeza en sus piernas. Ahora me arrepentía de no haberla conocido antes porque las cosas me hubiesen sido mucho más faciles. Se podía decir que estaba siendo feliz de verdad.

Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora