~09~

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POV LAUREN

Los niños nunca fueron mi devoción pero aquella niña morena era una combinación perfecta entre la madurez de una persona adulta y la inocencia de una niña de 9 años. Durante la comida, mantuvimos una conversación interesante sobre como de mayor quería ser presidenta del Gobierno para arreglar el mundo. Camila se limitaba a mirarnos, no sabía muy bien en donde tenía la cabeza o si le había parecido bien que le pagase otro helado a su hermana ya que no me pude resistir a esa mirada que era muy parecida a la de la mayor de los Cabello.  Cuando acabamos de comer, pedimos la cuenta y una la camarera se me quedó mirando, su cara me sonaba pero no sabía de que, lo que si sabía era que estaba de muy buen ver.

-Vaya veo que te has montado una bonita familia...

-¿Nos conocemos?

-Joder Lauren... 2 PUTOS MESES ESTUVISTE VINIENDO A MI CASA POR LAS NOCHES, TE ACOSTABAS CONMIGO Y LUEGO TE IBAS Y AHORA ME DICES QUE NO ME CONOCES????

En ese momento ya me sitúe y comencé a recordar como lo que decía aquella chica era cierto pero no del todo.

-¿Rachel? A ver eso no es del todo cierto, tú tenías novio y te dejé bien claro que no quería nada serio.

-¡¡¡¡Hubiese dejado todo por ti!!!

-¡¡¡Pero yo no quería nada serio!!!

En ese momento recordé que Camila y su hermana seguían ahí por lo que pagué rápido y me despedí de aquella chica que jamás volvería a ver. Habíamos parado en una tienda cercana a por algo de ropa para Sofi ya que Camila se había olvidado de cogerle las cosas cuando hizo las maletas. Después las llevé al hotel que había escogido mi padre, el "Sheraton Miami Hotel" después de que mi padre me hiciese un interrogatorio para saber quién era aquella amiga que necesitaba mi ayuda. Cuando ya estábamos en el hotel, las dos hermanas no paraban de mirar todos los detalles del hotel y la exclusiva decoración que tenía y mientras yo fui a recepción para que nos diesen la llave, una de las recepcionistas me reconoció y su trato fue realmente especial en comparación a como trataban al resto de clientes. Al llegar a la habitación, Sofi comenzó a saltar encima de la cama y a gritar de la felicidad y Camila... Camila me lo decía todo con su mirada.

-No sé como te voy a agradecer todo lo que haces.

-Con que me avises la próxima vez que te vayas a echar crema después de la ducha yo me doy ya por satisfecha.

Camila me golpeó el brazo y comenzó a reír. Su risa era contagiosa, música para mis oídos. Si me prometiesen que al morir iba a sonar su risa, no tendría ningún problema en irme de este mundo.

Sofi dejó de saltar, se sentó en la cama y con cara sería me comenzó a observar detenidamente.

-¿Te gustan las chicas?

-Ajá ¿Por qué preguntas eso?

-Por la mujer de la pizzería

- Pues si me gustan las chicas

-¿Y mi hermana? Sería chachi que salieses con ella.

-¡¡¡¡SOFI!!!!

Camila corrió hacia su hermana para pegarle en la cabeza y como no era de extrañar, su cara pasó a ese rojo tan característico en ella.

-Ey ¿Por qué le pegas? A mi no me pareció mal la pregunta.

-Perdón Kaki... Es que hacía tiempo que no te veía reír y Lauren me compra pizza y helados y Justin sólo me grita y Lauren nos lleva a hoteles y le gustan los dibujos animados y es guapa y...

-¡¡Sofi ya!!

-Wow déjala seguir por fa que nunca nadie en tan poco tiempo me hizo tantos cumplidos jajaja. Y por cierto...¿Por qué te llama Kaki?

- La llamo así desde pequeña

Estuvimos charlando un buen rato y luego se me ocurrió ver en la habitación Una de esas películas que tanto le gustaban a Sofi. Nos acostamos en la cama y Sofi que era la que estaba en el medio de las dos tenía un gran cuenco de palomitas. A medida que se desarrollaba la película, la pequeña iba teniendo cada vez más sueño hasta que acabó hecha una bolita pegada a su hermana quien le acariciaba el pelo. Estuve mirando esa escena un buen rato hasta que Camila se giró.

-¿Te pasa algo?

- Tú eres lo que me pasa.

En cuanto me di cuenta de lo que había dicho, me arrepentí, sobretodo por la cara que había puesto la morena. Nunca había estado ante una situación parecida y lo primero que se me pasó por la cabeza fue irme. No podía intentar nada con Camila. Para empezar, yo no sabía si yo a ella le gustaba, segundo, yo nunca busco nada más lejos que algún orgasmo que me libere de toda la tensión acumulada en mi cuerpo y por último y no menos importante, estaba el tema de Justin, por más que intercediese en esa relación, ella no tenía pensado dejarlo y yo ahí no podía hacer nada... o eso pensaba.

-Será mejor que me vaya. Ya es tarde y seguramente quieres dormir.

Me levanté de la cama haciendo el menor ruido posible, cogí mi bolso y me fui. Cuando ya estaba esperando aunque el ascensor llegase, Camila salió de de habitación corriendo.

-¡¡Lauren espera!!

-Dime

-No me pareció nada mal lo que dijiste, es más, he pensado que como mañana trabajo podríamos quedar en el club.

-Camila es que yo...

De repente, Camila se acercó cuidadosamente a mi, se puso de puntillas y dejó un cálido beso en mi mejilla para luego susurrarme.

- Por favor ven mañana

La miré a los ojos mientras pensaba una respuesta, entonces el ascensor se abrió, entré y mientras las puertas se cerraban y Camila permanecía ahí, esperando una respuesta, dije.

-Tenme preparada una copa de whisky

Después de ese beso en la mejilla, algo en mi cuerpo se activó, algo en mi cuerpo hizo "clic" porque en ese momento todo me daba igual, dejé pensar los pros y contras de las cosas y me límite a vivir el momento. Por una vez iba a hacer lo que de verdad me apetecía.


Crying in the club (CAMREN ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora