-¡Puto teléfono! -chillé fuera de mí. No puedo dormir, por el puñetero sonido. Escuché, la puerta de la habitación de Carlos abrirse, y supuse que iba a contestar la llamada. Me tranquilicé al momento-. Menos mal... -me acomodé en la cama, y cerré los ojos. No pienso levantarme temprano. Aunque me sentí mal por Carlos, porque tuvo que hacerlo él. Lo malo de ser vampiro, es el desarrollo de los sentidos, sin duda. Aunque me pusiese tres mil tapones en los oídos, lo escucharía igualmente. Es como si el sonido entrase por cada poro de mi piel. Se vuelve desesperante.
Carlos abrió la puerta de mi habitación, después de haber llamado. ¿La llamada es para mí? ¿Tan temprano? ¿Quién cojones es? Me cago en todo...
-Cuelga, será una broma -le hice una seña a Carlos, para indicarle lo poco que me importaba la llamada. Carlos sonrió de lado. Algo que no vi, porque estaba con los ojos cerrados, pero sí sentí.
-Tú misma... -al instante, caí. Abrí los ojos de par en par. ¡Se trata de Calen! Oh, Dios mío. ¡Y yo pasando de todo! Me eché las manos a la cabeza. No aguanto mi estupidez. ¿Seré tonta? ¡Idiota!
-¿Diga? -a la espera de una respuesta, me quedé. Pero no escuché nada. Es como si no estuviese comunicando, o algo así. ¿Qué sucede? Le pegué dos golpes al teléfono, para intentar que reaccionase. Para mí, todo se soluciona con golpes. Pero esta vez no. No escuché nada.
-¿Señorita, Éire? -¡viva! Alcé los brazos involuntariamente. Ahora estoy entusiasmada, y cagada a la vez. Por un lado, quiero confirmarle que sí me iré con él, y por otro, quiero salir corriendo- Perdóneme. Estaba en otra llamada -cuando me centré, reconocí su voz. No puede ser él... Tiene que ser un error. Madre mía... ¿El mundo sigue en mi contra? Pensé en Caín y Carlos. ¿Y si lo ven? Pensaran como yo, que es Adam. La única que sabe la verdad, al igual que yo, es Ester. Porque, ya trabajaba para ella desde antes. Todo esto es demasiado raro...¿Qué pasará cuando se encuentre con los chicos? Justo después, se me vino aquel recuerdo. La escena de la discoteca, provocándolo. Y recordé, lo mucho que se parece a Adam... Dios... Mi Adam... ¿Qué voy a hacer? ¿Debo actuar con normalidad?- ¿Sigue ahí? -qué pregunta más tonta, cuando seguro que escucha, hasta mi riego sanguíneo.
-Sí, perdón -contesté como pude. ¡Estoy atacada de los nervios! Voy a perder la cordura, ya mismo. Respiré hondo, para intentar calmarme- ¿Usted es Calen? -era raro tratarle con tanto respeto, cuando por poco me empotra como un mandril, en aquella discoteca. La situación es como poco, extraña.
-El mismo -asentí aunque supe que no me veía-. Me gustaría saber, si tiene una respuesta -¿por qué me trata de usted? El jefe es él. En ese momento, quise colgarle y llamar a Caín. No estoy segura de hacer esto. Me da miedo que algo salga mal. Para mí, esta yendo demasiado rápido. Pero... Pensándolo mejor, no tengo más remedio.
-Sí. La he aceptado -quiero terminar esto cuanto antes. No quiero darle más vueltas, porque si lo hago, acabaré huyendo de aquí. Con solo pensar, en lo desconocido que es esto para mí, y mi mala experiencia, tengo dolor de estómago. Una experiencia así, me arrebató a Adam. Le tengo pánico a lo desconocido desde entonces.
-Muy buena elección. ¿Quiere que quedemos para hablar de las condiciones? -¿quedar? ¿Condiciones? Se supone que Caín me lo dejó todo claro. Esto me huele a chamusquina. ¿Pero, qué pasará? No creo que tenga malos propósitos. No debería. Porque se las vería con Ester. Así que, no me queda otra que fiarme de él. Es mi jefe, y si quiere que quedemos, pues se queda.
-Vale -fui un tanto irrespetuosa. Pero me dio igual. He aceptado quedar con él, y como no tengo ganas se me nota. Noté cómo sonreía al otro lado del teléfono. Algo tan imposible de percibir, cuando no conoces a la otra persona. Y yo lo noté.

ESTÁS LEYENDO
La Esclava
VampireYo creía en los cuentos de hadas y en las historias bonitas. Creía en la vida, en las casualidades. Pero ahora mismo puedo afirmar que nada es lo que parece, así que aférrate a lo que puedas, como yo hice. Cuando de verdad te encuentres solo, estará...