Capítulo 39

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Siento que la cabeza, mi cuerpo y la vida misma me estallan en la cara. Estoy reventada física y mentalmente.
Mi cerebro me da una punzada, y hace que me levante. ¿Han tocado a mi puerta, o son imaginaciones mías?
Con las pocas fuerzas que tengo de vivir, por no decir nulas, me animo a salir de la cama.

-Madre mía, no volveré a dejarte nunca más que tengas un día libre. Vaya pintas –hoy parece que este capullo insensible está de buen humor. Pero yo no, muchacho- Vale, entendido –da unos pasos hacia atrás- Entonces no querrás oír, que tienes una llamada en espera –en segundos, mi mente despierta total y completamente- Sí, tu madre te espera al teléfono.

Juro que levanté un vendaval cuando salí corriendo de la habitación. ¡Es ella! Cuánto tiempo hace que esperaba esta llamada. Han pasado meses ya, muy intensivos además, y cuando creía que iba a perder la cordura, por fin recibo noticias de ellos. En estos meses, Calen me hizo jurar que me metería de lleno en los entrenamientos, y que sería muy responsable. Y por mi bien, no tuve más remedio. Así que ni falta cabe decir, que las he pasado putas, y que, aunque casi recaigo, Calen ha estado ahí para apoyarme. Es bueno cuando se lo propone.

-¿Cómo puede seguir durmiendo a estas horas? Dios mío, menuda vaga está hecha –oigo al acercarme al acercarme el teléfono a la oreja.

-Mamá, yo también te quiero –digo, poniendo los ojos en blanco.

-¡Ay, mi niña! –Tengo la certeza, de que estoy hablando con ella de verdad-. Sé que has estado muy liada últimamente, por eso no me he vuelto loca, pero te echo mucho de menos. Se me escapan las lágrimas de la felicidad tan grande que siento. En mi vida querré a nadie, como la quiero a ella. 

-Yo también a ti mamá, me has hecho mucha falta. Pero, ¿sabes qué? La verdad es que me siento mejor que nunca- oigo a mi madre aplaudir de la alegría. Ella me contesta, que se siente igual. Desde que volvió como, no humana, hace cosas que nunca solía hacer. Ha vivido experiencias nuevas con Carlos, y eso me alegra más que nada- ¿Cómo están los nenes? –pregunto por esos hermanos, encontrados y desaparecidos de nuevo que tengo. Mi madre ríe.

-Ahora disfrutan estando de aquí para ya. ¡Y yo tampoco he parado! –la animo a que me cuente con detalles. Quiero saberlo todo- Carlos y yo, hemos hecho muchos viajes. ¡Que monumentos más bonitos hay en Italia, cariño! ¡Me he hartado de comer una barbaridad! Y la de recuerdos que me he traído –me encanta sentirla tan feliz. Y le agradezco a Carlos todo lo que hace por ella, la vida no se lo ha puesto fácil. Pero ahí siguen, y más juntos que nunca- Hicimos una ruta por España, que aunque siempre hayamos vivido en ella, no había visto ni la cuarta parte. Me gustó muchísimo. También nos hemos relacionado mucho con amigos, y he conocido a Esther- ¿Esther? Pregunto, sorprendida –.Sí, Carlos se empeñó en que la conociera. Y la verdad es que parece muy buena mujer. Creo que de verdad mira por ti. Seguro que sabe lo mucho que quisiste a Adam, y lo mucho que aprecias a Caín -¿Aprecio? Por qué mi madre ha utilizado dos verbos diferentes, que para ambas significan cosas muy distintas -. Yo se que aún lo tienes ahí, Éire, a mi no me lo puedes negar –suspiro…

-Mamá, hay cosas que mejor dejarlas en el olvido –mi madre me reprocha que aunque lo intente con todas mis fuerzas, nunca le olvidaré. Yo asiento, pero no digo ni una palabra-. Creo que es mejor dejarlo estar. Él ya no va a volver mamá. Y casi lo he asimilado –y me lo repito para mis adentros.

-Ay, cielo. Ojalá la vida te devuelva todo lo que te ha arrebatado –yo le digo, que ya lo tengo. Tengo a mi familia, que es lo más importante. Salud eterna, aunque no la elegí yo. Pero sí puedo elegir hacia dónde quiero que esto me lleve. Y quiero llegar muy lejos-. Cariño, tengo que dejarte. Pero tranquila, Calen me ha dicho que puedo llamarte una vez a la semana. Así que algo estarás haciendo bien –no estoy frente a ella, pero puedo jurar que ha giñado un ojo. Mi madre nunca cambiará-. Pórtate bien, ten mucho cuidado, y se muy fuerte cariño. Cuídate –le respondo con muchos besos.

-Yo también te quiero mamá. Estaré deseando volver a escucharte. Cuidaos mucho, os quiero –dicho esto, mi madre cuelga el teléfono después de mandarme besos. Y contenta, y con ganas de vivir, vuelvo a mi habitación.

*Calen*

-¿Va todo bien? –Esther se sorprende de que la llame- No para mí –la oigo suspirar- ¿Por qué no hiciste lo que te pedí, Esther? ¿Por qué no la borraste de mi mente? –me maldigo una y otra vez por recordarla. Me estremezco cuando estoy con ella- Ayer no pude más, y le di un día libre. También tenía que hablar contigo. ¿Por qué esto? –estoy pasando un verdadero calvario, una amargura. No puedo recordarla, no debo. No es justo para ninguno de los dos- Por qué me pusiste en esta situación –controlo mi respiración para no levantar la voz. Estoy en mi despacho, totalmente insonorizado incluso para sus agudos oídos, pero aún así no debería levantar la voz. 

-Sabes que eso no era lo que querías, y no es lo que quieres. Os adoro, a ti y a Caín, por igual. Y no podía hacerte eso a ti, no espero que lo comprendas. Pero esto es parte de avanzar, Adam. No te escondas de tus problemas, afróntalos. Tú la quieres, y ella te quiere –le recrimino que no- Ella está con Caín. Quiere a Caín-. Cariño, estás muy equivocado. Esa muchacha ha sufrido mucho, y eso es porque te quería. Y aún sufre. No me digas a mí lo que es sufrir por amor. Sabes que lo sé mejor que nadie –me llevo las manos al pelo. Estoy muy nervioso. Y comienzo a dar vueltas por el despacho.

 -¿Y qué hago yo ahora? Soy vulnerable, Esther. Tiemblo a su lado. No puedo respirar su olor, sentir su presencia. ¡Y vive conmigo! ¿Y si la dejo marchar? Puede que sea la mejor opción. Así podrá volver con su familia –repito la misma idea una y otra vez en mi cabeza.

-Puede que te funcione, hasta que te des cuenta de que fue una idea estúpida, y acabes dándote de ostias contra la pared. Créeme cuando te digo, que cuestiones de corazón, no vale lo fácil. La única salida válida siempre es la más enrevesada.

-Pues ahora, no quiero estar cerca de ella. No puedo. ¿Sabes qué? Esta noche iremos a esa fiesta que das. Así podrá ver a Caín –Esther chilla desde el otro lado de la línea.

-Ni se te ocurra. La pondrás en peligro si haces eso. Sabes que no podemos fiarnos de nadie. Esto es también para mantenerte a salvo, no te entrometas. 

-¿Y qué haremos con Caín? ¿Se lo contaremos algún día? –estoy preocupado  por él. Sé que lo ha pasado muy mal. Aunque no me cabe duda, de que mi hermanito es muy fuerte, incluso más que yo.

-Ahora mismo sigue pensando que estás muerto, y así debes de seguir –me duele esta situación- . Lo siento, cielo. Pero es por tu bien, y lo sabes. Caín se ha hecho a la idea de que no estás, pero te prometo que se lo diremos. Tranquilo, ya verás que todo saldrá bien. Sabes que la cena de esta noche es decisiva –tiene toda la razón. Estamos seguros de que personas, cercanas a Esther, fueron los que planearon matarme. Lo que ellos no saben, es que no han podido aniquilar a la propia bestia que crearon. 

-Tengo que dejarte, me entra otra llamada –quedo con Esther en que estaremos en contacto más a menudo, y en que pensaré alguna forma de acabar con esto cuanto antes-.Cuídate mucho, mamá. Te quiero –se que todo lo que hace, siempre lo hace mirando por mí. Se despide de mí con un beso, y cuelga. Ella y Caín son lo único que tengo. 

Cojo la llamada que tengo en espera, y le comunico a la madre de Éire, que voy a despertar a su hija. Ella ríe, y la llama marmota. Esta mujer tiene sentido del humor, se le nota.

Tragando saliva, voy hacia su habitación. Se me hiela la sangre. Toco la puerta. Y después de varios gruñidos, me abre. Siento su olor golpearme la cara, bombardeándome de recuerdos a su vez. Doy unos pasos atrás. Y le anuncio que tiene una llamada. Y como si de una mierda se tratara, pasa por delante de mí, corriendo a por el teléfono. Me quedo en mi lugar, unos segundos. Intento que los latidos de mi corazón se calmen. Y voy a mi habitación.

Se que ha sido un añazo. Y no me gusta nada haberla dejado de lado. Pero hoy sentí, que les debía algo a estos personajes que tanto adoro. Espero que os guste!

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