Lo que quería era que el muchacho de los tatuajes me acompañara por siempre. En la vida y en la muerte. Cumplir su sueño de envejecer, y cumplir el trabajo que antaño le habían encomendado.
Sentía amor por él. Y si él sentía amor por cada ser humano de la tierra, yo también lo haría.
Sólo deseaba compartir un para siempre.