Soñé con él. ¿Con quién más sino? Hacía sólo unas pocas horas que lo había conocido y, entonces, hacía sólo una pizca de tiempo que lo amaba más que a nadie.
Creí que era un problema sólamente de los humanos ¿saben? El amar apasionadamente.
Al parecer todos debemos cargar con esa bellísima dificultad. Todos somos víctimas inocentes.