-Mira la ciudad -murmuró -en sólo un segundo podría acabar con las vidas que ésta posee. Dejarían atrás sus sueños, sus pensamientos y amores. Todo comenzaría de cero. Tengo poder sobre cada uno de ellos. Y, aún de esa forma, las personas me dan más miedo que nada.
Lo miré y pregunté:
-¿Por qué es eso?
Él cerró los ojos.
-Porque ninguno me comprende. Soy un inadaptado.