Grace
Esa charla no sirvió de nada conmigo. Para esa gracia simplemente me hubiera saltado esa hora desperdiciada. Aunque no... No podría.
El punto aquí es que gastaron saliva y probablemente casi al cincuenta por ciento de los estudiantes de último les importaba un rábano su futuro. A lo mejor debería empezar con lo de “Vive cada día como su fuera el último”. ¿Pero cómo?
Y no. No es como si yo tuviera todo el dinero del mundo. Y ya sé qué es lo que piensan. “¿Pero esta chica está demente? Estudia en un buen instituto y vive en un buen vecindario. Y además tiene una finca”. Pues permitanme bajarlas de su nube, pequeñas. Mis padres son los que financian, esperando verme en un futuro pegándome todo con el supuesto dinero que ganaré. Ellos invierten en mis estudios soñando con que un día su unigénita pueda llegar a ser alguien en la vida.
No tengo dinero propio, dinero que me haya costado a mí una gota de mi sudor, lágrimas y sangre. Nada. No hay, no existe. Así que si yo les llegara a comentar eso de la vida loca a mis padres, ellos se decepcionaran muchísimo, y si bien lo aceptarían, me dejarían a mí sola contra el mundo. A pesar de que me amen y me adoren.
Además, yo no podría hacer algo fuera de mi zona de confort.
Entonces la única opción acá es encontrar mi vocación. Repasemos tantito.
El director nos dio unos pequeños consejos.
1. De nada servirá que tu trabajo no te guste, porque lo harás mal.
2. Si no te sientes cómodo con tu carrera, cambia a alguna que sí.
3. Todos son trabajos honrados, no importa si eres un abogado o un mesero en el McDonald's.
4. Sigue tus sueños.
Esos fueron los cuatro consejos que el señor daba año tras año en este tipo de charlas de la vida. Y si bien me gustó la felicidad con la que los decía, dejé a mi lado pesimista salir a la luz cuando no debía.
Pero hasta después de la amena hora de conversación, con Grayson a mi lado, fue que empecé a plantearme con seriedad qué iba a ser de mí.
¿Estoy acaso predestinada a ser un vagabundo?
La verdad es que espero que no. Me mantuve pensando en esto desde ahí hasta, inclusive, ahora. Cuatro horas después yo seguía con eso en mi cabeza.
¿¡Cómo quieren que decida con facilidad!?
Veamos; las artes plásticas y las visuales me gustan, me llama la atención, pero no me veo en un futuro haciéndolo; la música es aquello que amo con mi vida, con lo que puedo tranquilizarme, mas no lo veo para estudiarlo; literatura, es una opción muy buena, he sido de las mejores en mi clase en esa asignatura, me fascinan las historias clásicas, en otros idiomas y de diferentes géneros. Sé lo suficiente de muchos autores, muertos o vivos, a nivel internacional, aprecio todo lo que cada escritor ha querido plasmar en sus obras y trato de interpretar siempre. Y digamos que la escritura tampoco se me da mal... creo.
Es por esto que soy la favorita de Nick.
Entonces, llegamos a las carreras que mis padres quisieran; medicina, rotundamente no; derecho, ¿es broma?; contadora, no soportaría los números; psicóloga, suficiente he tenido en ese tema; empresaria, nah; y el último es estudiar para ser maestra... Y ya saben la respuesta.
—Esto es más difícil de lo que imaginé —ese fue uno de mis tantos comentarios al aire.
— ¿Eh? —el pequeño Sam estaba al contrario mío en el sofá.

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Grace & Grayson
Fiksi RemajaGrace era tímida. Grayson le hablaba a todo el mundo. Grace pasaba desapercibida. Grayson llamaba la atención. Grace tenía dinero. Su padre era empresario y su madre psicóloga. Grayson también tenía dinero. Su padre era un buen arquitecto y su mad...