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Grayson

—Fue muy gracioso, tuvieron que haberlo visto. Se veía muy derrotado —miro mal a Ryan. Su novia, Louisa y Cody ríen de mí, y también los miro mal a ellos. A mi lado se encuentra una muy incómoda Danielle, viendo su bandeja de comida mientras nosotros, o más bien ellos, ríen de mi desgracia del lunes a la hora de “coquetear”, como dijo Ryan, con Grace Russo. Y la verdad es que no estaba coqueteando, simplemente me acerqué a ella preguntando su nombre y, de no ser porque llegó su primo Sean, quizás la hubiera invitado a... bien, tal vez sí estaba coqueteando. Pero es natural en mí, yo soy alguien muy coqueto con cualquier chica, menos las de mi familia y Rachel y Louisa. Eso sería raro.

—Oye, Danielle —la pelirroja llama a la niña que está a mi lado, y ella le hace caso—. No pretendo ofenderte, pero yo de ti ya me iría. Porque es obvio que sólo te sientas aquí por Grayson, pero él ya tiene dueña, ¿no oíste? ¡Hasta flirteó! Ay, crecen tan rápido.

Golpeo la mesa con mi puño, dándole una mirada desaprobatoria a Rachel. Luego fijo mis ojos a la linda rubia que justo ahora está roja cual manzana. Me da una sonrisa apenada.

—Lo siento, yo no sabía —abro la boca para decir algo, pero ella me corta cuando agarra su bolso y su bandeja dispuesta a irse—. Ya me voy. Nos vemos en Biología.

A unos dos metros de distancia entre nosotros y su anatomía, pronuncio un inaudible «adiós» que hasta a mí me costó entender. Giro mi cabeza hacia mis amigos. Pero me olvido de los demás y me concentro en Rachel.

—No tenías porqué hacer eso, la pobre no se lo merecía —puso los ojos en blanco y musitó una disculpa entre dientes. Entonces Cody cambia de tema tratando de aminorar la tensión del ambiente, aunque claramente no presto ni una pizca de atención al notar que Grace está sentada sola en la mesa donde ella y su primo suelen ir a la hora del almuerzo siempre. Lo único que sé es que si Sean no vino, perderá un entrenamiento de los tres de la semana, porque hoy es miércoles y corresponde practicar para el primer juego de la temporada, y nos toca con un equipo bueno en la cancha.

—... entonces llevaron a mi tío al hospital —arrugo la frente cuando escucho el relato de Cody. ¿Hospital? ¿Tío? No sé qué clase de cosas ocurren en su familia, pero no es la primera vez que escucho algo parecido proveniente de él—. Pero no fue algo tan grave, solo se rompió el hueso del hombro, ahora ya está bien.

—Qué fuerte —comenta Lou asombrada. Diablos, están locos.

Aclaro mi garganta. —Eh... chicos, ¿puede sentarse alguien más aquí?

Todos analizan mi cara, confundidos; incluso Rachel empezó a sobar su barbilla con la mano mientras achicaba los ojos. Apunto disimuladamente con los ojos a Grace, quien se mira muy entretenida viendo algo en su teléfono. Y es ahí cuando el entendimiento los golpea y dicen un «ah» alargado, tanto, que las ganas de imitarlos pero de una manera más estúpida son muy tentadoras, haciéndolos ver como tontos.

—Hay cupo para unas cuatro personas más. Porque somos tú, Lou, Cody, Ryan y yo, que da igual a cinco, y la mesa es de... diez personas en total. Bueno, relativamente diez, ya si se es rellenito o algo diferente... pues no. Pero no importa en realidad.

— ¡Bien! ¿quién va y le dice si se quiere sentar aquí? —los cuatro me miran por cinco segundos, luego se miran entre sí otros tres, para después reírse a carcajadas.

—Vé tú, idiota —dice mi mejor amigo—, después de todo, eres el interesado en ella.

—Vamos , no sean tan malos. Háganlo por su amigo —las dos chicas parecen comunicarse telepáticamente y se paran al mismo tiempo. Después de aproximadamente cinco minutos, las tres chicas se sentaron en la mesa, y afortunadamente Grace tomó asiento justo frente a mí. La chica era tímida, de eso no dudaba. Y aparte de tímida, es guapísima y podría acostumbrarme a ver sus ojos. Magníficos ojos azules.

Los siguientes diez minutos básicamente fueron dedicados a verla disimuladamente mientras ella jugaba con la cuchara y el puré, a la vez que trataba de responder a las preguntas que todos en la mesa, menos yo porque sólo daba mi opinión, le hacían. Y claro, mi buen mejor amigo, con su afán de ayudar a los necesitados, decidió hacer de esas preguntas que ponen el ambiente incómodo, junto a sus tontos chistes sin gracia.

— ¿Tienes pareja? —inmediatamente, toda la mesa se tensó mientras Ryan me miraba con la sonrisa más diabólica que alguna pude haber visto. Y fue peor cuando movió las cejas como un maldito depravado. Yo estaba enojado, Louisa y Rachel parecían complacidas con mi amigo, Cody estaba confundido, y Grace se encontraba roja de vergüenza y miraba a todos lados excepto a nosotros. Aunque tal vez no haya sido bueno el hecho de que Ryan preguntara tal cosa de repente, en el fondo de mi ser agradecía que lo haya hecho; porque así se me quita la semilla de la duda para invitar a Grace a salir. Ella aclaró su garganta y llevó un poco de comida a su boca.

—No tengo pareja —sonreí—. Y no planeo tener.

Grace

Rayos, eso fue fuerte. De hecho, para evitar momentos mucho más vergonzosos, me vi con la necesidad de bajar la cabeza y volver a jugar con el puré de patata, sabía horrible y se podía notar a kilómetros de distancia, pero yo y mi hábito de distraerme en el momento menos justo hicieron que asintiera cuando la cocinera preguntó si quería puré, claramente en ese instante no tenía la más mínima idea de qué era lo que me preguntó, fue así hasta que noté que ponía algo blanco con grumos en el plato que estaba en la bandeja de color rojo. Empezaré a odiar el rojo a partir de hoy, me tiene harta.

Gracias al cielo que pedí una pera y un poco de limonada, si no tendría que aguantarme a llegar a casa y preparar alguna cosa fácil de hacer; tal vez cereal, tal vez sopa.

Y luego aquí estoy respondiendo preguntas, más incómoda que en las cenas de papá cuando me dejan sola en la mesa con todos los jóvenes chicos que no hacen más que molestar y hablar de cualquier estupidez.

Y en definitiva, la última pregunta es la más incómoda que me hicieron. ¿Por qué? Pues simplemente porque ahora tengo la cara roja y a ellos parece no importarles que yo quiera evitar mirarlos, porque para ellos tal vez yo sea la cosa más tierna que puedan ver en todo el día.

Es decir, ¿qué persona hoy en día con dieciocho años no tiene pareja? ¡Si ni siquiera he dado mi primer beso! ¿Saben cuántas chicas ha besado Sam, siendo menor dos años que yo? No sé exactamente la cantidad, pero seguro han sido como mínimo cinco. Y vamos que yo tampoco podría salir con alguien.

Me das pena.

[N/A]

Grace es muy linda, tanto física como mentalmente. Pero es muy tímida para mi gusto *quien lo dice es la autora*

Juro que si Wattpad me cambia los guiones, me voy a pellizcar.

Lo de arriba, es la yo del pasado. Aclaro que sí me pellizqué, y me dolió feo. Ahora no lo haré porque está editado. :v

(06/02/17)

Pido disculpas de antemano; me confundí pensando que ya había subido el 7. Sólo por la distracción de mi parte, hoy, lunes, subiré el 7, resubo éste, y mañana el 9. <3

Grace & GraysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora