Grace & Grayson

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Grayson

¿Recuerdan cuando les dije que iba a dejar Literatura? Pues así fue. Me saqué 4. Sí, 4.

Mi querida Grace fue la encargada de decirle a su... No sé qué, pero al profesor Nicholas que me diera una oportunidad. Él me comunicó antes de clases que sería algo injusto dármelo sólo a mí; así que nos dijo a todo el grupo que podríamos hacer un proyecto —leer una obra y resurmirla, dejando de lado lo demás que se hace— para mejorar nuestra nota. No era obligatorio, pero yo no desaprovecharía tal oferta.

En tres días leí un libro de trescientas páginas e hice un resumen de trece hojas. Tuve siempre la presión de la ojiazul, diciéndome cosas como tonto, baboso e idiota por quejarme a leer tales páginas, cuando ella puede hacer eso en un día.

Nunca fui muy apegado a la lectura, prefería por mucho ver televisión, películas o actividades físicas a estarme sentado leyendo un libro de cualquier género, excepto de terror.

Diciembre entró. Teníamos solo ocho días, sin contar los fines de semana, para nuestro descanso merecido.

Eso es bueno, ¿no? Porque despejas la mente y descansas. Aunque después de recordad dónde lo pasaría y con quiénes, se van incluso las ganas.

A mi lado justo ahora se encuentra mi mejor amigo junto a la rubia Louisa, aclarándome dudas sobre la propuesta que tengo en mente.

Admito que Grace no es mi primera novia, pero sí es la primera que realmente quiero, adoro y añoro ser algo más. Llámenme idiota, estúpido o un pobre diablo enamorado, sinceramente me importa un comino todo si se trata de ella y su bienestar.

¿Cuál era el plan? Pues la verdad no sé, no presté mucha atención a la charla entre Louisa y Ryan, puesto que lo poco que escuché, fueron insultos hacia mi persona e ideas fuera de lugar. Mis esperanzas en que ellos me ayudaran se quebraron, y recayeron en Melissa y Cody.

Ellos estaban hasta el otro lado del jardín del instituto, con tres libros alrededor de ellos. Recordé que en la mañana ella le rogó que él le ayudase en Matemática, así que supuse que eso estaban haciendo. Mis pensamientos sólo son: comer para no tener un ataque y preguntarle a ambos sobre cómo pedirle a Grace que sea mi pareja.

Decidí hacer eso en otro momento, ya que me fijé en las personas que se acercaban a paso rápido donde nosotros estábamos. Los hermanos Brown eran quizá el tema más interesante en todo el instituto.

Laura, con un año menor que mí, mala actitud y niñona, sentía atracción por mi persona. No la culpo, soy espectacular; pero me temo que a lo mejor, eso no es lo principal.

Después de lo que Grace me contó sobre los dos, mi radar de peligro se activó en un nivel superior al común. Lo único que Laura quiere es lograr hacerle daño a Russo, utilizándome a mí en su contra.

La pelinegra llegó a mi frente justo cuando llevé mi sándwich a mi boca. Sonrió de una forma retorcida y espeluznante, igual a William.

¿Qué diablos les enseñaron sus familiares para que fuesen así?

—Hola, bonito —expresó, con su hermano revoleando los ojos.

—Laura —contesté.

Salir de este sitio es lo que necesito, alejarme de los posibles problemas, como lo son ellos. Ambos emanan ese aire malo que le ponía a cualquiera los pelos en punta.

A lo lejos pude ver que los Russo caminaban tranquilamente, hablando y bromeando. Supongo que bromeando, porque Sean le jaló el cabello a Grace y ella le dio un golpe en el estómago a su primo.