6

723 79 10
                                    

Grace

Bajo del autobús siendo seguida de Sean, enfermo gracias a Sam. Ahora yo tengo que cerciorarme de que esté bien todo el día por orden de tía Frida. Y el menor de los tres también se puso peor después de ir a la librería, porque ahí empezó a correr por todos los pasillos y luego fue al baño a mojarse el cabello, después fue corriendo hasta la parada donde estaciona el transporte y ya adentro se sentó al lado de la ventana abierta.

Grandioso, ¿no?

Me separé de Sean al momento en que entramos al instituto, fui directo a mi casillero y saqué el libro de Matemáticas.

Ayer cuando llegué a mi casa, puse el nuevo libro en la repisa de mi habitación. Según mi mente ignorante no tenía nada que hacer, pero claramente sí que tenía. Justo cuando estaba revisando nuevamente los cuadernos del día de mañana, o sea hoy, me di cuenta que no había hecho tres ejercicios de Matemáticas, que eran los más fáciles según yo. Entonces dejé un post-it con letra legible y enorme diciendo que tenía que completar la tarea llegando al instituto. Si no lo hacía iba a tener un siete, si es que los demás estaban bien hechos. Cosa que no dudo.

Ya en la biblioteca, saqué la calculadora y empecé a digitalizar números y signos para terminar de una vez por todas. Me llevé unos veinte minutos de mi no tan valioso tiempo a causa de mi idiotez.

7:53 a.m., todavía faltaban siete minutos y debía ir a mi casillero a dejar lo de Matemáticas y agarrar lo de Historia. Entonces emprendí mi corto camino hasta las cajas de metal donde se metían nuestras pertenencias que no ocupabamos en ese momento y metí el libro de Historia en mi pequeña mochila café.

7:57 a.m., y yo sigo como tonta caminando rápido para llegar a tiempo al salón de la profesora Peters. Justo llego a las 8:00 a.m., y me siento en la mesa que me corresponde donde ya se encuentra Sean con la nariz roja y los ojos llorosos, esnifando cada cinco segundos. Me dirige una sonrisa de maldad y estornuda hacia mi dirección.

— ¡Sean! —mi grito llama la atención de todos en la sala y automáticamente mi cara se calienta y estoy segura que estoy tan roja como la nariz de mi primo. Agarro mi mochila y saco de ésta un pañuelo blanco y se lo tiro a la cara con furia. Él simplemente ríe y suena su nariz en el pañuelo que le entregué.

—Eres odioso —esas dos palabras suenan ridículas saliendo de mi boca, pero ya no hay vuelta atrás. Sean vuelve a reír con más entusiasmo y golpeo su hombro en un gesto amistoso.

El profesor entra poniendo orden desde que asomó la cabeza y nos indica que pongamos la fecha.

Entonces mi cerebro se bloquea y sólo veo al profesor abrir la boca una y otra vez mientras mi mente está en otro lado.

Si Sean está enfermo, ¿qué pasará con la prueba para el equipo de baloncesto?

Grayson

A las dos en punto tocan el timbre y, como si fuera lo más hermoso del mundo, todos suspiran y empiezan a meter las cosas en sus mochilas. El profesor Nicholas no dice nada más que un gentil «pasen una linda tarde» dando a entender que nos podríamos ir tranquilos, y no me dice nada acerca de ir a detención, puesto que le entregué lo que él me había dejado.

Salgo siendo acompañado de Ryan y nos dirigimos a la cancha donde todos los del equipo acordamos reunirnos junto al entrenador. Estando ahí, me fijo que ha llegado la mayoría y ya estaban cambiados con el uniforme de baloncesto. Más allá estaban las animadoras. Supongo los de natación están en la piscina y las de voleibol junto a los de fútbol estarán en el campo. Ahora que lo pienso, este instituto es enorme.

Hacemos la pequeña rutina de cambiarnos y luego vamos donde están los demás, pero solo que ahora se encuentran sentados en las grandes gradas.

Me detengo en seco cuando veo a la chica de ayer. Está sentada cinco gradas más arriba de los del equipo y parece aburrida viendo su teléfono, entonces lleva algo a sus oídos. Auriculares, ¿qué más va a ser? Es obvio que es eso.

— ¿Qué ves? —Ryan posa su mano en mi hombro derecho.

—Nada —trato de sonar normal, pero claramente no funcionó y mi amigo alza una de sus cejas.

— ¿Seguro? —ve hasta donde se supone yo estaba viendo y abre los ojos sorprendido—. ¿Mirabas a la linda chica castaña?

—No —suspiro—, sí. La vi ayer cuando fuimos a la calle de las maravillas —odio ese apodo, Louisa nunca va a madurar—, y ahora está aquí, estudia aquí. ¿Sabes cómo se llama?

—Yo no, pero creo que Sean sí —frunzo la frente confundido y volteo de nuevo donde ella está. Sean, el chico nuevo que parece alborotar las hormonas de las de primer y segundo año, habla tranquilamente con la muchacha. Lleva la camiseta verde, o sea que él se presentará para entrar al equipo. Empiezo a caminar hacia las gradas ignorando esa escena y me siento dos más arriba de donde mis compañeros están cómodamente sentados, o más bien echados. Inconscientemente, logro escuchar la plática de ellos.

—No creo poder lograrlo —ese es Sean, porque las mujeres no tienen la voz tan grave, algunas—. Mejor vámonos, estando enfermo no aguantaré mucho. Mejor sólo juego con Sam y Shane mientras tú y Sabrina ríen al vernos caer y golpearnos mutuamente. Tal vez las volvemos a convencer para que jueguen con nosotros.

— ¿Qué? ¡No! —qué linda voz—, no vamos a irnos hasta que termines esas pruebas. Todo saldrá bien, ya verás.

Genial, ahora soy un chismoso.

Se siente la fuerza cuando Sean pasa saltando de grada en grada para luego llegar donde está el entrenador junto a los otros pasantes.

Volteo la cabeza con disimulo hacia la chica, y observo que baja la cabeza rebuscando algo en su mochila, porque supongo que es la de colores arco iris. No me dio tiempo a saber qué fue lo que sacó, puesto que levantó la cabeza con los ojos alarmados hacia mí, se sonrojó y yo le di una pequeña sonrisa.

En definitiva es hermosa.

[N/A]

¿No es Grayson, acaso lindo? Es tan tierno<3

Bueeeno, les comunico que andaré actualizando dos días a la semana, ¿cuáles? Pues este día, martes, y viernes.

Eeeen fin, Sam y yo les mandamos un beso en la mejilla y un abrazo<3

¡Hasta el viernes!:D

Grace & GraysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora