Capítulo 19.

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Tenía la respiración agitada, había corrido hacia el hospital en cuanto se enteró de la noticia. Su corazón latía fuertemente y no era debido a la carrera que hizo de el estacionamiento al cuarto de la azabache.

¿Estaba bien peinada? ¿Había sudado? ¿la ropa que utilizaba era la adecuada?¿Por que estaba tan nerviosa? Esto no deberia ser nada, estuvo esperando este día desde... desde siempre. Pero tenía miedo...

¿Y si había recordado todo y la odiaba? ¿Podría con eso?

-Chloe?- la voz de una mujer sonó y la rubia saltó un poco de la impresión.

-Oh... señora Cheng....- dijo la chica colocando su mano en su pecho.- ¿Cómo esta ella?- pregunto con miedo.

-¿Por que no entras tu y lo ves por ti misma?- decia la señora con una sonrisa tranquilizadora.

-Yo....- dijo y desvío la mirada.- tengo una cita urgente... sólo quería ver como estaba ella.- dijo forzando una sonrisa.

-Nada de eso, tienes tiempo para verla.- dijo la señora y tomando de los hombros a la pobre chica hizo que entrará a la habitación.

Chloe casi por reacción cerró los ojos, tenía miedo de abrirlos.

-Hija... ¿Está dormida..?-fue lo que escucho de la mujer y fue cuando abrió los ojos encontrandose con una dormían Marinette.-Ha estado muy cansada desde que despertó.- indicó su madre y Chloe asintió.-iré con el doctor a... ver algo cuida a mi hija.- dijo dándole una sonrisa a Chloe y saliendo de la habitación.

-Pero yo...- trato de hablar pero ya era tarde la mujer se había ido dejándola sola con la azabache.

La rubia soltó un suspiro, miro hacia la cama de la azabache y sintió su corazón acelerarse, camino despacio y se coló frente a la cama, esta nerviosa, asustada y con grandes ganas de huir... pero... quería verla.

Sus ojos se encontraban cerrados, sus labios entre abiertos y su pecho subia y bajaba lentamente, se veía tan linda. Nunca la había visto tan tranquila, pero espera que no fuera la última vez que la viera dormir.

Sonrió un poco y se sentó en la cama mirando a Marinette dormir, si de algo estaba segura era de que Marinette no se despertaria tan fácilmente, así que tenía que aprovechar aquello muy bien.

Con una mano temblorosa acarició la mejilla de la chica quien por reacción se sacudió un poco lo que provocó que la rubia se asustara y retirará la mano rápidamente, pero la chica no despertó y sólo sonrio un poco para acorrucarse un poco en su cama.

-No me des esos sustos..- dijo en voz baja la chica y volvió a colocar su mano en la mejilla de la chica.

Podía ver pequeños raspones en su rostro y otros más en sus brazos, aunque uno de ellos lo tenía vendado, seguramente esperarian un poco para poder enyesarlo ya que, si no se equivocaba, lo tenía roto.

-Mira lo que te hicieron...-murmuró acariciando su mejilla, la cual era suave y cálida.

Chloe con curiosidad recorrió el rostro de la azabache con sus dedos, era como si tratará de recordar como se sentía cada parte de su rostro, hasta que llegó a los labios, se detuvo y sintió su corazón acelerarse considerablemente, los nervios se hicieron más grandes y su mano comenzó a temblar.

-Controlate Chloe.... esto... no...- dijo mirando los labios de la chica, se veían tan suaves ¿Lo serían realmente?-¡¿Qué diablos estas pensando?!- se regaño mentalmente y apartó las manos de la azabache.

Desde que había leído el diario de la azabache, sin permiso, se sentía extraña. Pensar en la azabache la ponía muy nerviosa y ansiosa. Nunca le había pasado algo asi, por lo que no comprendía nada muy bien.

Lo que te quiero decir....|Yuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora