Capítulo 26.

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Era un nuevo día, la pequeña azabache se encontraba comiendo una pequeña manzana que su madre le había comprado, habían estado hablado un poco.

Ahora sabía que sus amigos habían venido a visitarla el día anterior pero no pudieron verla, también supo de el pequeño rencor que su madre guardaba a los chicos, y le pidió que lo olvidará, ella no queria vivir en el pasado, y esperaba que su madre hiciera lo mismo.

Pero un recuerdo se hizo presente en su mente, sintió su pecho oprimirse y las lagrimas se posaron en su ojos.

<Extraño a papá.> dijo Marinette realizando el lenguaje de señas.

-Yo también bebé.. yo también.-dijo la mujer y abrazo a su hija quien comenzó a sollozar en silencio.

Se aferró a los brazos de su madre y su llanto poco a poco se intensificó.

Ella no recrordaba mucho de aquel día, y no por que fuera muy chica, sino por que simplemente no queria recordar los detalles de ese día.

Aún recordaba como aquel hombre soltaba su mano para correr directo a la calle, recordó los sonidos del carro al frenar, recordó los gritos de la gente de su alrededor.. y sobretodo recordó al pequeño que se encontraba en los brazos de su padre quien lo habia salvado.

Marinette limpio sus mejillas, sabía que el dolor de perder su padre jamás se iría pero ella no dejaba que aquello la tumbara, su padre era un héroe, y ella lo sabía.

-Las chicas no tardarán en llegar.- informó su madre limpiando sus ojos.- ¿Quieres ver a alguien en especial después de a mi?- pregunto su madre con una sonrisa.

Marinette lo pensó un rato y la imagen de una chica rubia cruzó por su mente haciéndola sonrojar al instante.

<Chloe vendrá?>pregunto con cierta timidez y miro a su madre sonreír.

-Si hija, de hecho ahora que recuerdo quería verte después de que yo lo hiciera.- confesó y Marinette se sonrojo aun más.

Colocó sus manos en sus mejillas tratando de ocultar el visible sonrojo que había en ellas, una gran y amplia sonrisa se hizo presente además de las varias mariposas que volaban en su estómago.

-Pareces demaciado feliz sólo por ver a una amiga.- dijo su madre con un tono serio.

Fue ahí cuando la sonrisa de Marinette se desvaneció, las mariposas que sentía murieron y el sonrojo que teñia sus mejillas palidecio. Rápidamente negó asustada de la reacción de su madre.

-Tienes algo que decirme?- pregunto su madre con una mirada sería y un tono de voz acusador.

El miedo de Marinette creció, su boca se secó y sintió sus manos temblar.

Si le decía la verdad a su madre ¿La odiaria? ¿Le prohibiría el contacto con la chica?

Los ojos de Marinette se comenzaron a nublar debido a las lagrimas que comenzaron a formarse por aquellas posibilidades, no queria que eso pasará pero no debía mentirle a su madre, así que tomó suficiente aire para sus pulmones, levantó las manos y comenzó.

<Me gusta Chloe.> cerró sus ojos esperando alguna reacción, gritos, un golpe, incluso un abrazo.

Pero nada... sólo había silencio, un silencio doloroso, las lagrimas poco a poco comenzaron a resbalar por sus mejillas en un llanto silencioso. Aquel silencio podía significar muchas cosas pero sólo una venía a la mente de la azabache, decepción.

-Marinette.- la voz de su madre sonó y la chica sólo se estremeció.- mirame.- era una orden pero no sonaba autoritaria.

La ojiazul hizo caso y lentamente abrió sus ojos para encontrarse a su madre con los ojos brillosos y una amplia sonrisa en sus labios.

Lo que te quiero decir....|Yuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora