Capítulo 36.

3.2K 414 93
                                    

Nervios. Eso era lo que Marinette sentia en esos momentos, tener a Chloe cerca nuevamente la hacia sentir nerviosa y también provocaba que aquellos recuerdos que tanto había tratado de olvidar regresarán.

¿Por que tenía que haber vuelto? ¿No pudo quedarse en donde estaba en lugar de volver para lastimarla?

Al menos agradecía la presencia de Evangeline en la habitación ya que sus caricias la calmaban un poco y le ayudaban a no sentirse intimidada ante la intensa mirada de la ojiazul.

Por su parte Chloe sentía celos al ver como Marinett e se encontraba entre los brazos de la chica recibiendo caricias por parte se la castaña, grandes eran sus ganas de acercarse a ellas y apartar a esa de su chica, pero sabía que si lo hacía probablemente Marinette se enojara con ella por eso.

Evangeline por su parte miraba a Marinette mientras le daba suaves caricias en sus brazos, sabía que aquellas acciones tranquilizarian a la pequeña, pues era consiente que la presencia de la rubia la incomodaba. De hecho Evangelin conocía a Chloe también como podía, pues en el pasado Marinette le había hablado de ella y le había dicho todo lo que había pasado.

Cualquier persona se hubiera sentido amenazada por la presencia del primer amor de la persona que te gusta, pero Evangeline no, ella sabía que quien tenía que decidir era la azabache, sentirse insegura y celosa solo seria una tonteria r incluso podia molestar a ka azabache si actuaba de forma posesiva o algo cuando ellas no tenian una relacion mas haya de una amistad. Eso no significaba que dejaría que ella se ganará a la chica, lucharía por conquistar el corazón de la azabache pero trataría al mismo tiempo no la p resionaria pues sabía lo emocionalmente dañada que se encontraba la chica y no quería lastimarla más.

-Creo que Adrien ya se tardó demaciado.- dijo Evangeline parando las cararicias de Marinette para mirar a la rubia y así por fin notando su rostro de molestia.

-Si.- sólo fue eso lo que respondió Chloe de manera indiferente.

Marinette bajo la mirada hacia sus manos, sentía nervios y esperaba que el chico llegar lo más pronto posible para romper esa tensa situacion

Chloe no apagaba la mirada de la azabache, la miraba con tanta intensidad que incluso llegó a incomodar a la castaña.

-Podrias dejar de verla asi.- pidió con amabilidad la castaña tomando la mano de la azabache para tranquilizarla un poco debido a lo tensa que se había puesto.-La pones incómoda.- comentó.

Chloe apretó su mandíbula sintiéndose ofendida y molesta de que ella le dijera aquello. Aún así tenia razón, incluso la rubia podía notar la incomodidad de la azabache.

-Marinette.- Chloe se dirigió a la ojiazul quien dirigió su mirada a la rubia algo intimidada.-Tememos que hablar.- dijo la rubia provocando que Marinette se tensara aun más.

La mirada de Marinette se dirigió rápidamente a Evangeline,  era suplicante y llena de pánico, no queria estar a solas con ella, no sabía si sería capaz de hablar con la rubia realmente. El sólo hecho de tenerla frente a ella ya era una tortura pues sus emociones y sentimientos estaban en una guerra. Sabía que llegando a casa tomaría una buena dosis de aquellas pastillas para olvidar todo lo que estaba ocurriendo aquí, o al menos para intentarlo.

-Creo que su platica será en otra ocasión.-hablo la castaña recibiendo una mirada de enojo por parte de la rubia.

-Tengo que hablar con ella.- dijo Chloe con enojo por la intromisión de la castaña, ¿Quien se creía esa?

-Lo entiendo.- dijo Evangeline con sinceridad, ella sabía que la azabache merecía una explicación de lo que sucedió aquel dia, de la razón por la cual hizo lo que hizo.- pero Marinette no desea hablar contigo ahora.

Lo que te quiero decir....|Yuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora