Alguien ha escuchado el refrán que dice "Peléate mejor con los parientes que con los vecinos"?, pues yo no podría estar más de acuerdo, tus parientes generalmente viven lejos y no te los encuentras hasta en la sopa, tus vecinos por otro lado...
Mi nombre es Samantha Montoya, tengo 26 años, soy de signo Virgo, mido 1.70, peso 58 kg, soy de piel blanca, cabello liso y negro, ojos color verde, me gusta la música electrónica y el chocolate, mi mascota es un hámster llamado Queso y trabajo en una revista dedicada a la moda... la tan anhelada moda que a todas las mujeres nos enloquece, a unas menos que a otras, pero lo seguro es que al menos una vez en la vida todas las mujeres nos hemos visto presas de la tan amada como adiada MODA!!!.
Hace un año que vine a vivir a este país por una oferta laboral que cualquiera envidiaría, sería editora en "Next & Go", una de las revistas de moda de más prestigio a nivel mundial.
No podía quejarme, en ese año me había hecho de amistades influyentes, había paseado por varias ciudades, tenía un guardarropas de lujo, un auto decente y ahora me mudaría a uno de los mejores edificios de la ciudad.
El día que iba a hacer la mudanza fue uno de los más emocionantes de todo el año, tenía todo empacado y el departamento que ocuparía era de lujo y venía todo amoblado. Subí al auto las maletas y la caja de acrílico donde vivía Queso y conduje directo al paraíso... o al menos eso creía yo!.
Llegue al lujoso edificio de 20 pisos, tenía un exterior completamente en vidrio y el Lobby parecía de un hotel cinco estrellas. Tenía un juego de sofás en cuero color vino, piso de mármol moteado, con alfombras color beige y mesas de hierro forjado en color dorado... todo ahí gritaba lujo y glamour!.
Me identifiqué con el portero del edificio, el señor Harris, un hombre de más de cincuenta años, algo regordete, que portaba un uniforme de pantalón y camisa de cuello alto color marrón, con su apellido bordado en letras doradas. Tenía un sombrero con visera a juego con su uniforme y un bigote que le cubría todo el labio superior.
-Oh!!! usted es la señorita Montoya, la que va a vivir en el apartamento 701-, dijo el hombre con asombro y rodeando los ojos, al principio no entendí su gesto... después le daría toda la razón!.
-Si, mucho gusto, soy Samantha Montoya-, le dije con entusiasmo extendiéndole la mano y el la apretó en respuesta.
El señor Harris me entregó las llaves del departamento y camine hasta las puertas del ascensor, presione el botón de subida y este no tardó nada en llegar... hasta el ascensor era eficiente en el edificio, genial!
Presione el botón con el número 7 y las puertas se cerraron. Por ser un edificio nuevo, el ascensor carecía de todo vicio que pudiera llegar a ser molesto, yo personalmente odiaba los cacharros en los que era fácil quedarse encerrado o que al moverse te producían una sensación de vértigo transitoria, así que por el momento todo iba muy bien... pero nada es perfecto!.
Llegue a la puerta del departamento, era una de esas maxi puertas de madera oscura con el número en alto relieve de color dorado, introduje la llave y entre al mejor departamento en el que había estado en mi vida.
Una gran sala se extendía hasta colindar con el balcón que miraba hacia el interior del edificio, el piso era en mármol color negro y las paredes blancas que hacían juego perfectamente con los muebles del lugar.
En la sala habían sillones de cuero negro y un tapete color negro con rojo y sobre el había una mesa de dos niveles en madera oscura. En la pared principal de la sala había colgado un gran cuadro de figuras abstractas en colores fríos con un marco en madera también de color oscuro.
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CUANDO TE CONOCÍ @MiaRuzo
RomanceSamantha, una editora de revista de modas se muda a su apartamento de ensueño, todo parecía perfecto en ese lugar, incluyendo a su sexy vecino Nicholas. El problema es que nada es perfecto y resultó que su muy atractivo vecino en realidad no era lo...