NICHOLAS
-Estas loco viejo-, me dijo Tyler sonriendo.
-Si, loco por ella-, admití algo serio.
Estábamos en la cafetería del hospital almorzando y le había pedido que me trajera el anillo que le había dado a guardar hacia un par de semanas.
-De verdad que si estás enamorado!-, el se había percatado que aquello iba en serio y borro la sonrisa de su rostro,
-pero... no crees que es algo apresurado?-, me pregunto y en su rostro pude ver que estaba algo preocupado.-No lo sé Ty, pero siento que es lo correcto-, le dije encogiéndome de hombros,
-es que ella... Sam... es asombrosa!, siento que me ama como a nadie, es mi mejor amiga, sabe todo de mi, se ríe de mis estupideces y aunque no entienda nada de lo que le cuento de mi trabajo, siempre me escucha y sonríe-, suspiré,
-no sé si es apresurado o no, pero quiero llamarla esposa, quiero que sea mía para siempre-, no sabía si eso había sonado algo egoísta, así que agache la cabeza.-Viejo, estas perdido!-, el me dio una palmada en la espalda y levante mi rostro para verlo sonreír,
-cásate, eso es lo que sientes y lo estás haciendo por las razones correctas-, sus palabras de aliento me dieron valor, tome la pequeña caja de la mesa y la guarde en mi bolsillo.Esa tarde tuve una cirugia complicada y agradecí al cielo que hubiera sido ese día porque pude mantener mi mente lejos de lo que iba a hacer, por unas largas cuatro horas!.
Entregue el turno y me fui al estacionamiento, al ver mi hermoso BMW lo primero en lo que pensé fue si lo vendería o no cuando comprara un auto más grande para mi familia, la familia que quería tener con Sam, ese pensamiento me asusto y a la vez me infundo confianza en que si era ella la mujer con la que debería casarme... si hasta tenía planeada la familia!.
Camino al departamento me fui pensando en lo que le diría, llevaba días pensando en cómo le iba a pedir que se casara conmigo y no lograba poner en palabras todo lo que quería decirle a mi bella Sam.
La ayuda del cielo bajo justo en el momento indicado y recordé una canción que había escuchado en un concierto que asistí con Sam cuando apenas si la conocía, cuando ella solo era mi vecina fiestera... qué tiempos locos!.
Aunque seguíamos saliendo de fiesta, ahora buscábamos más tiempo para compartir tranquilamente entre nosotros y ella había sido la promotora de aquello, ahora me pedía que fuéramos a cenar o al cine, así nos apapachabamos en la oscuridad y yo le daba uno que otro beso que la dejaba sin aliento... y me encantaba tener ese poder sobre ella!.
Llegue a la puerta del departamento con el ramo de flores que había pedido en la tarde y que el portero del edificio había guardado para mi. Respire profundo para relajarme antes de abrir la puerta y la llame.
Sam salió de la habitación luciendo preciosa y sus ojos se iluminaron al ver las flores que le llevaba y con cada cosa que ella hacia más seguro estaba que ella era la indicada.
Había reservado en un restaurante para llevarla a cenar, sería una sorpresa, pero ella se me adelantó y tenía una cena preparada en el departamento, obviamente no podía hacerla sentir mal y ni siquiera se lo mencione.
Esa fue la primera vez que no había deseado tenerla en la ducha, estaba tan nervioso que sentía ganas de vomitar y no era buena idea hacerlo frente a ella.
Y si pensaba igual que Ty?, y si creía que era muy apresurado?, y si me decía que no?.... ahhhh.
Revolví mi cara contra el chorro de agua, debía dejar la cobardía, tenía que decirle y ya, aceptar lo que fuera que ella me dijera.
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CUANDO TE CONOCÍ @MiaRuzo
RomanceSamantha, una editora de revista de modas se muda a su apartamento de ensueño, todo parecía perfecto en ese lugar, incluyendo a su sexy vecino Nicholas. El problema es que nada es perfecto y resultó que su muy atractivo vecino en realidad no era lo...