Capitulo 25.

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Emma había estado de viaje en París por ocho largas semanas, las ocho semanas más locas de mi vida. Ella había ido a una convención de diseñadores donde se realizaban algunas muestras internas del trabajo que estaban desarrollando y no sé qué más cosas... era algo así como una reunión secreta de los jeques de la moda!.

Habíamos hablado muy poco por la diferencia de horarios y por toda su ocupación, ese día al fin llegaba de su viaje y yo iba a ir a recogerla al aeropuerto. Extrañaba demasiado a mi mejor amiga, necesitaba hablar con ella y que me diera un fuerte abrazo.

Me había despertado con un fuerte dolor en mi bajo vientre, algo así como cuando te va a llagar el periodo y te viene avisando días antes, con la diferencia que yo había dejado de sangrar cada mes por un dispositivo anticonceptivo que el doctor me había puesto dos años atrás... debía reconocer que no era lo suficientemente juiciosa para tomar pastillas y odiaba las inyecciones!.

Pensé que era un dolor intestinal, que mi organismo había estado pasándome factura por toda mi alocada vida, pero decidí tomar un analgésico y no prestarle atención, sin embargo ese día no pude ir a hacer ejercicio y me quedé un rato más en cama... mejor!, así no tendría que jugar al numerito de "no sé quién eres" si veía a Nicholas.

A la hora de irme a la revista el dolor ya casi había desaparecido por completo, me fui a dar un baño y pude ver que tenía un pequeño sangrado vaginal... ahora sabía que algo pasaba con mi dispositivo y tendría que ir con el doctor.

Salí de la ducha sintiéndome mejor de al menos haber descubierto de que se trataba el dolor y me había dado cuenta que ya había olvidado lo que era un cólico menstrual.

Me vestí medianamente decente con un pantalón de tela negro, por si tenía algún accidente... con todo esto de que me había vuelto inexperta en el tema, una nunca sabe...
Lo combine con una blusa color azul cielo de hombros descubiertos, unas botas cortas de cuero negro y de tacón alto, recogí mi cabello en una cola alta y me maquille sencillo.... debía ir más o menos bien vestida a recoger a Emma al aeropuerto, si me hubiera visto en las fachas que solía haber estado las últimas semanas me deja de hablar!.

Serví mi café para llevar, le di de comer a mi amado Queso y salí a la oficina. Ese día iba temprano porque tenía que dejar todo listo antes de las 10:00 am, el avión de Emma llegaría a las 11:00 am y yo tenía que prever cualquier retraso por el tráfico.

Ya había cerrado la puerta del departamento cuando vi a Nicholas de pie frente al ascensor, quise devolverme pero hubiera sido muy infantil de mi parte, así que respire profundo, levante el mentón y camine al ascensor. Hice mi mejor esfuerzo para no detallarlo y me detuve junto a el pero lo suficientemente lejos para evitar cualquier contacto.

El traidor de mi corazón seguía latiendo alocadamente cada vez que lo veía, lo sentía cerca o percibía su deliciosa aroma, así que aún no confiaba en mí misma para estar muy cerca de él sin que alguna reacción estupida se me saliera inadvertidamente. Pude notar que me dio una mirada de soslayo pero yo permanecí inmóvil.

Los segundos se hicieron eternos hasta que por fin el ascensor sonó y las puertas se abrieron, Nicholas espero que yo entrara y luego entró el. Durante todo el viaje en el ascensor estuve mirando mi celular y el Facebook resultó ser un buen distractor en ese momento. El ascensor volvió a sonar, el espero junto a la puerta a que yo saliera y camino detrás de mi hasta el auto... al menos aún no perdía la caballerosidad!.

Subí a mi auto, solté el aire que no sabía qué retenía y me entretuve dejando el bolso debajo del asiento del conductor y sacando los lentes de sol que tenía en el estuche sobre mi ventana, cuando escuche el rechinar de unas llantas y mire a ambos lados para ver de dónde provenía el ruido y pude ver el auto de Nicholas salir como alma que lleva el demonio... qué rayos le pasaba?.

CUANDO TE CONOCÍ @MiaRuzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora