Capitulo 15.

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"Te quiero Sam y se que sientes algo por mi, lo que sucede es que no entiendo porque te esfuerzas en negarlo".

Es lo último que Nick me había dicho y un nudo se instauró en mi garganta. Lo cierto es que Nick tenía un punto, lo que el dijo es algo que yo misma había notado, pero literalmente era incapaz de hablar con Nick sobre Alan.

Muchas veces había imaginado el momento en el que le confesaba toda la verdad a Nick sobre mi pasado pero en mi debate interno todas las veces yo salía perdiendo.

-No lo niego Nick-, le dije mirándolo a los ojos y negando con mi cabeza,
-solo que... es complicado-, me encogí de hombros y fui a servir el café.

A Nick le gustaba el café tan oscuro y cargado como a mí, mientras yo servía las tazas de la humeante, oscura y deliciosa bebida, el cocinaba los omeletts.

Estábamos en la isla de la cocina sentados frente a frente. Nick había partido toda su tortilla de huevo y no había llevado ni un trozo a su boca, el estaba pensativo, revolvía los huevos con el tenedor y ocasionalmente bebía de su taza... eso era raro en Nick, el normalmente tenía muy buen apetito!.

No soporte más la situación, lo había llevado ahí para que se divirtiera, debíamos pasar el mejor fin de semana y en cambio en la primera noche y mañana ya lo había arruinado.

Deje el celular a un lado del plato y me incorpore, rodee la isla en medio de la cocina, me puse a su lado y Nick se giró un poco en su silla quedando frente a mi.

-Que pasa Sam?-, me dijo con su ceño fruncido y mirándome a los ojos.

-Lo siento guapo-, le dije con una sonrisa ladeada.

Nick me miró a los ojos por un largo segundo, se acomodó en la silla separando sus piernas y puso sus manos en mi cintura. Di un paso adelante y rodee su cabeza con mis manos pegándola a mi abdomen. El encerró mi cintura entre sus brazos y nos abrazamos por unos minutos.

Su cabello rubio era muy suave, pase varias veces mis dedos por el hasta que Nick elevó su rostro y me miró fijamente con sus hipnotizantes ojos azules. El acaricio mi mejilla con el dorso de su mano y yo cerré los ojos para disfrutar del suave contacto de su piel en mi rostro... esa caricia había alborotado a mi aleteante y disparatado corazón!.

Nick detuvo la caricia y yo abrí mis ojos encontrándome con su mirada anhelante, abrí ligeramente mis labios y exhale fuerte. El se incorporó de la silla y mi rostro se elevó siguiendo el bello azul de sus ojos.

Su mano acuñó mi rostro entre mi mejilla y la oreja y la distancia se acortó. Los suaves y carnosos labios de Nick se movían suavemente sobre los míos, de forma sensual y mordí ligeramente su labio inferior al tiempo que mis manos se entrelazaban por detrás de su cabeza.

Las manos de Nick viajaron a mi cintura y de un movimiento me sentó sobre el meson de la isla, dejando sus manos apoyadas en el, yo enrede mis piernas alrededor de su cintura y mis manos jugaban con su cabello mientras su boca devoraba desesperadamente mi lengua.

El sonido de una garganta aclarándose interrumpió nuestro explosivo encuentro y ambos giramos la cabeza rápidamente para ver al inoportuno intruso. Una señora de tez morena, baja y muy delgada, con cabello liso de color negro y con algunas canas embebidas, se encontraba de pie al lado de la puerta de la cocina. Me baje de la isla en un rápido movimiento y camine hacia ella.

-Usted debe ser la señora Rosario-, le dije asintiendo una vez y estirando mi mano.

-Si, y usted debe ser la señorita Samantha, verdad?-, y ella me devolvió el gesto apretando suavemente la mano que le ofrecía,
-he venido a hacer la limpieza y a ver si algo se les ofrecía-, continuó en un tono formal.

CUANDO TE CONOCÍ @MiaRuzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora