-Así que editora en jefe eh?-, me dijo Nick con una sonrisa retorcida que lo hacía ver más sexy en la penumbra del bar, y con una ceja elevada.
Asentí,
-No creas que es así de simple, eso es solo nombre en papel, no puedo ser editora en jefe si no tengo editores a mi cargo-, yo había curvado un poco las comisuras de mis labios hacia abajo y tome el vaso para beber de mi cóctel.-Pero será por poco, estoy seguro que en menos de lo que piensas esa oficina será la mejor de todas-, me dijo el con una sonrisa dulce en sus labios.
La confianza que Nick impartió en sus últimas palabras me dio la seguridad de hablar a cerca de lo que habíamos ido a hablar en aquel lugar.
-Nick yo... lamento no haber podido decirte lo que de verdad sucedía, eso fue demasiado... difícil?-, dije la última palabra soltando el aire y a manera de pregunta. Lo cierto es que difícil no era la palabra más acertada para mi situación, horroroso, traumático, trágico, cualquiera de esas hubiera sido una mejor opción.
-Lamento que no lo hubieras hecho Sam, de verdad que no tengo idea lo difícil que debió haber sido para ti, pero te juro que te comprendo completamente-, me dijo tomando mi mano que reposaba sobre la mesa y mirándome a los ojos fijamente.
Que demonios me pasaba?, todo mi cuerpo reaccionaba a su mera presencia, mi corazón aleteaba sin parar y mis labios sonreían sin mi permiso, que a caso me había olvidado de todas las noches que me embriagué y llore por lo mal que me sentía por su actitud?.
Retire mi mano de la suya suavemente, aún no estaba lista para olvidarme de todo, algo faltaba, todo ahí se sentía como azúcar amargo, el estaba ahí por mi y eso era muy lindo, pero algo no me dejaba estar en paz con Nick y no entendía que era.
Con mi mano liberada de la suya tome el vaso y bebí un trago grande, necesitaba algo del efecto del alcohol si quería tranquilizarme un poco.
-Todo esto...-, dijo Nick señalando alternadamente entre el y yo con su mano,
-es mi culpa Sam-, el agacho la mirada y bebió un poco de su vaso,
-fui el mayor idiota de todos-, me miró con sus bellos ojos tristes,
-crees que pudieras perdonarme Sam?-, el me miraba fijamente y mis ojos se cristalizaron.Sentí como un millón de alfileres se clavaron en mi pecho, de haber sido creyente hubiera jurado que Nick tenía una muñeca vudu de mi y me hacía magia o lo que fuera, eso se sentía tan real que el tan reconocido nudo en mi garganta había vuelto a aparecer, de volver a sentir el flamante nudo en la garganta alguna vez más empezaría a llamarlo con nombre propio, lo bautizaría Hugo o algún nombre similar.
-Yo...-, mi voz se había entrecortado, aclare mi garganta y trague entero,
-la pase muy mal Nick-, le dije sin poder contener las lágrimas que se escaparon de mi esfuerzo y salieron silenciosamente.El atrapó una gota que rodaba por mi mejilla con el dorso de su dedo índice y la miró por una milésima de segundo con ojos tristes.
-Sam... perdóname por favor, no sabes lo triste que he estado por todo esto-, me dijo en voz baja y yo seguía produciendo lágrimas sin ruido alguno.
Nick saco un pañuelo de su bolsillo y me lo extendió, antes de limpiar mis lágrimas me detuve a oler su aroma en el trozo de tela y lo comprendí, estaba tan enamorada de él que sería incapaz de ser feliz sin el en mi vida, qué sentido tenía el seguir negándomelo?, para que guardar orgullo?, acaso el orgullo me haría más feliz que Nick?.
Caray!
Meditando en silencio por unos escasos segundos comprendí que era lo que me faltaba decir y no había sido capaz de confesarle en el vídeo, tal vez si lo decía y todo salía bien después de eso, Nick y yo pudiéramos tener una oportunidad.
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CUANDO TE CONOCÍ @MiaRuzo
RomanceSamantha, una editora de revista de modas se muda a su apartamento de ensueño, todo parecía perfecto en ese lugar, incluyendo a su sexy vecino Nicholas. El problema es que nada es perfecto y resultó que su muy atractivo vecino en realidad no era lo...