Capitulo 27.

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Después de una gran discusión con Emma sobre si debería o no aceptar entrar en rehabilitación, decidimos que me iría a su casa después del alta del hospital para terminar de recuperarme, y entonces veríamos si de verdad tenía una "necesidad" imperiosa de ingerir alcohol... de ser así no necesitaría que Emma me pidiera entrar a rehabilitación, yo misma me internaría!.

En cuanto a su sugerencia que tenía una depresión, acepte volver a terapia con el psicólogo y sería el quien determinaría si necesitaba ir a un verdadero loquero o no, de todas formas si necesitaba volver a terapia porque las pesadillas se habían vuelto cada vez más frecuentes... y lo último que quería era dejar de dormir de nuevo por su causa.

El día que me dieron el alta fue lo mejor que me había pasado en mucho tiempo, de por sí ya no quería comer, y teniendo en cuenta que la comida en ese lugar era espantosa, el que me forzaran a hacerlo no era nada agradable.

Pase una semana en casa de Emma con mi amado Queso y fue súper gracioso ver a los dos hamster en su bola de acrílico tratando de golpearse el uno al otro, tenían una especie de antigua riña cazada y ni de broma podíamos dejarlos salir de su celda.

Emma hizo la cita con el psicologo, no pudimos conseguir a mi antiguo terapeuta y esta vez vería a uno nuevo, el doctor Collins. El día de la cita fui a su consultorio con Emma, ella se quedó en la sala de espera y yo entre sola a hablar con el cuasi loquero.

Su consultorio se parecía más a una oficina, con un escritorio de madera color natural, al frente de este había un sofá en cuero negro y al lado una biblioteca de madera similar al escritorio y llena de libros.

El doctor Collins parecía tener solo unos pocos años más que yo, su cabello azabache lacio hasta las orejas y las pobladas cejas le hacían un gran contraste a la pálida piel en la que traslucía el verde de las venas de sus brazos.

-Y... cuál crees que haya sido el detonante para que tus pesadillas volvieran Samantha?-, me pregunto después de que le había relatado lo sucedido con Alan y el retorno de las pesadillas.

-Eso es lo que quiero averiguar-, le dije encogiéndome de hombros.

-Ha pasado algo en tu vida recientemente que te haya ocasionado dolor o quizá estrés?- dijo mirándome con cautela.

Pensé atentamente por unos minutos lo que le iba a responder. Finalmente opte por no dar una opinión personal respecto de lo último que había acontecido en mi vida, en vez de so me limité únicamente a relatar los hechos.

-Y... como te sientes ahora con la nueva actitud de Nicholas hacia ti?-, me dijo mirándome de medio lado.

Esa es una muy buena pregunta!, quisiera decir que no sentía nada, que me había dado igual como el reaccionara, pero la verdad es que si me había afectado y ahora empezaba a aceptármelo.

-Me siento... triste, me hace mucha falta, el... se había convertido en un buen amigo y... yo pasaba mucho tiempo con el, sobre todo en las noches, hablábamos mucho y ahora... ya no tengo con quien hablar-, le dije soltando un suspiro.

Me había sorprendido a mí misma al decir en voz alta los sentimientos que me generaba su ausencia.

-Samantha, si dices que Nicholas era tu amigo y valorabas mucho su presencia en tu vida, entonces porque decidiste involucrarte sentimentalmente con el, si sabías que no eras capaz de lidiar con una relación amorosa en el momento?, dime que te llevó a querer arriesgar su amistad por algo que no iba a ser?-, me preguntó mirándome fijamente.

CUANDO TE CONOCÍ @MiaRuzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora