Cap 11

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Elena estaba muy nerviosa ante lo que Dante le había susurrado en su oído. Solo estaba bromeando con ella quería fastidiarla por haberlo llevado a aquel lugar. Eso fue, y como sabía que eso la enojaba por eso lo dijo. Entonces porque siente esas cosas él tenerlo cerca. ¿Porqué su cuerpo no se controla al sentir su tacto? No entendía pues al final de cuentas siempre se llevaban mal, pero anoche le gusto ver a aquel Dante despreocupado y divertido. Pero sabía que era un espejismo solo eso como siempre solían ser los hombres como él, y ella lo sabía muy bien. Llego como de costumbre fue por el té caliente que tomaba él sin azúcar y un vaso de agua mineral con una lasca de limón. Toco a la puerta y escuchó cuando le dijo que pasara. Puso todo sobre el escritorio. Tiene una cita a las 10 en el salón de juntas y luego un almuerzo con el abogado Renin. Ella hablaba y no noto en ningún momento cuando Dante se le acercó por detrás hasta que sintió su respiración en su oído. Lo de anoche sigue siendo verdad. Ella se separó rápidamente. Sr. Willous. El se le acercó y la acorraló. No haga esto. ¡Por favor! ¿Ese por favor es uno de miedo o de duda? Esto no está bien, no es correcto. Algunas veces es bueno no hacer lo correcto. Dijo muy cerca de su boca. Niega que deseas lo mismo. Ella no respondió estaba agitada. ¡Basta! Tomo fuerzas para centrarse. Debo trabajar y usted también. Salió de allí. Dante quedó frustrado. Otras mujeres con mucho menos caen rendidas pero Elena; Elena salía de todo estereotipo de mujer. Pero debía seguir su juego, solo se hacia la digna y debía sacarla de la vida de su hermano, y también sacar ese deseo que había nacido en él por ella. Elena estaba sacando una parte de su vida y unos sentimientos que no quería revivir que eran pasado y allí deben quedarse. Este comportamiento no era habitual en él. Debía controlar ese deseo por ella. Llego la tarde Elena estaba tranquila pues él estuvo fuera de la oficina todo el día y eso le dio paz después de aquella escena. ¿Qué rayos quería aquel hombre? No comprendía esa actitud y mucho menos la suya misma. ¿Porqué ese deseo de ser tocada y besada por él? ¡Por él! ¿Tenía que ser él? Sonó el teléfono. Oficina del Sr.Willous. ¡Elena! ¡Albert! ¡Que alegría escucharte! Igual estaba deseoso por escuchar tu voz preciosa. Adulador, de seguro has conquistado a miles de chicas con ese encanto tuyo. Eres irresistible. Pues espero que eso sea cierto. Estoy loco por volver. Imaginó que si, ya haces falta por aquí. ¿Te he hecho falta? ¡Claro! Tú a mí también. Dante escuchó la conversación de Elena con su hermano y al ver cómo ella reaccionó a su llamada lo hizo sentir molestó. El siguió hacia su despacho. Debo colgar ya llego el jefe. No; no me cuelgues solo pásame a su oficina debo discutir algunos asuntos con él. Está bien. ¿Te trata bien? Si, tranquilo. Te veré pronto. Está bien cuídate. Pasó la llamada. Llego la hora de salida y para evitar verle se despidió por el comunicador y él aceptó su marcha ella lo agradeció al cielo.

Al día siguiente Elena fue llamada a la oficina de Dante. Diga señor. Hay un caso nuevo que la firma va a representar. No es ningún problema legal pero han solicitado nuestros servicios para representar su negocio. Uno que debo decir es lucrado. Debo viajar para poder establecer y discutir las pautas del contrato. Entiendo necesita reservación y boleto de avión. Si pero serán dos boletos y dos reservaciones. Por alguna razón aquellas palabras le molestaron a Elena. De seguro llevaría a una de sus amiguitas. Pero eso a ella no le importaba. Pensó. Iré en seguida señor. ¿A nombre de quién será el otro boleto señor? Elena Evans. Elena abrió los ojos y lo miro extrañada. ¡Perdón! ¿Cuál es su sorpresa? Usted es mi secretaria y mi mano derecha por lo que le necesito a mi lado para llevar la documentación y los detalles. ¡Pero nadie me dijo! Nadie tiene que decirle nada Srta. Evans solo yo. Prepare su equipaje para una semana. ¡Una semana! Srta. Evans me estoy cansando de esto y usted sabe que no soy muy paciente. Lo siento señor. Bien, haga lo que le ordene. Debo saber a dónde señor. Hawaii. Y tenga esta es la dirección del hotel donde nos hospedaremos que será el nuevo contrato. Está bien. Nos vamos hoy en la noche. ¡Hoy! Dante le miró con esa mirada de pocos amigos lo que hizo que Elena bajará la vista y se callara.

Elena estaba empacando. ¡Creo que habrá romance! Dijo su roommate modelando un sostén de ella de forma sensual o eso parecía. Ella se lo arrebató. No digas disparates Lou es un viaje de negocios. Pues yo que tú me iba preparada. No sé de qué hablas. El Sr.Willous es mi jefe y yo no me involucraría con él además es el hermano de Albert y...El la detuvo y la tomo por los hombros. Yo no lo dije por él Elena pero puedo ver que algo te afecta en torno a ese hombre. Ella se viro para empacar tratando de disimular su nerviosísimo. Elena. Lou no inventes. ¡Tú fuiste quien se puso como mujer histérica al hablar de él! Mejor ve a hacer tu tesis de psicología con otro a mí me dejas en paz. Ya bastante tengo con este viaje improvisado. Lou se sentó en su cama y la miro. Sabes que puedes confiar en mí y además es consulta gratis mujer. No pasa nada. Pues tu boca dice una cosa pero tus ojos otras. Ahora me resultaste adivinó. ¿Y tu bola del futuro? ¡No te atrevas a decir alguna grosería! El comenzó a reír. Te gusta. ¡Qué! Que te gusta tu jefe. No. Si te gusta. ¡Que no! ¿Cómo puede gustarme un troglodita como ese? Solo da órdenes, grita y manda como le da la gana y me irrita su genio y...¡No me mires así! ¡Qué! Con esa mirada y sonrisita de sábelo todo. Elena los polos opuestos se atraen es normal que pase. No; no lo es. Pues pasa y eso te está pasando. Por alguna razón ese hombre te atrae aunque no lo quieras admitir. Tienes esa tensión sexual que es normal pues desde que te conozco no te he visto salir en plan de tu sabes. No todos pensamos en sexo Lou. Mentira. El sexo es parte diaria del ser humano. Solo que lo negamos o lo hundimos en el subconsciente para evitar lo que te pasa. Deja dé psicoanalizarme. Elena yo que tú hacia una de dos cosas. O sacias ese deseo que sientes por él y que sé él también debe de estar sintiendo, o busca un hombre que te guste, como para saciar tu necesidad biológica. No seas cochino. Elena es el siglo 21 madura mujer. El sexo es un regalo genial que poseemos. Por eso el infierno está lleno de pecadores. Te reprendo hombre. Eso de sexo libre no está bien. ¡Por todos los cielos! Pues seguirás en esa constante angustia y tensión. Prefiero eso a escuchar que digan que no soy deseable o que soy frigida. ¡Qué! ¿Quién te dijo esa barbaridad? Ya olvídalo quieres. Elena sabes que te aprecio y me preocupas eres más que mi room mate, eres como una hermana. Sé que tienes un dolor muy grande en tu interior. Lou dejemos el tema. ¿Quieres? Cuando estés lista estaré aquí. Y tienes un buen trasero mujer, deseable si eres. Acompaño aquello con una nalgada. Mejor ve a analizar el trasero de tu perro. A Fifi déjala fuera de esto.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora