Cap 47

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Elena no podía dormir, daba vueltas y vueltas en la cama. Todo se había vuelto un caos en su vida. Decidió levantarse ya eran las 6 y no había descansado nada. Después de arreglarse fue hacia la casa de la Sra.Margaret quién la recibió en el jardín. Elena se sentía sumamente apenada por la situación que estaba sucediendo entre sus dos hijos y más aún sabiendo que la causante era ella. Se que no merezco tan siquiera que me permita entrar a su casa. Margaret la observaba en silencio y le hizo seña para que se sentará. ¿Café? Creo que no podré tomar nada por ahora, estoy un poco enferma del estómago. Y no es para menos, teniendo todo ese peso encima. Jamás he querido lastimar a ninguno de los dos y mucho menos a usted que ha sido tan buena conmigo siempre. Debo admitir que para mi ha sido difícil de comprender que te hallas involucrado con Albert  pero también sé que si lo hiciste es porque sientes algo por él. ¿O me equivoco? Sra. Margaret, mi cabeza es un total caos, yo jamás planifique nada y mucho menos quise llegar tan lejos con él. Siempre me sentí con tanto remordimiento. Y ese remordimiento era por qué. ¿Porqué amas a Dante? ¿O por que usaste a Albert para olvidar? A Elena le dolieron esas palabras pero eran justas de su parte. Elena suspiro profundo antes de contestar y a su mente vinieron imágenes de Albert y ella juntos, riendo, abrazandose mirando las estrellas desde el porche. Las noches leyendo cuentos para Donovan y hasta quedarse dormido junto a él, las tazas de chocolate que le daba, sus flores favoritas sobre su mesa de noche y sus besos llenos de amor mucho más halla del sexo y de inmediato supo la respuesta a esa pregunta. Por lo que siento por Albert. Sin darme cuenta él fue llenando todo en mi y aunque me negaba abrir las puertas de mi corazón para amar, Albert se encargó de abrirlas de a poco. Fue mi amigo, mi consejero, mi cómplice en locuras y el hombre que siempre velo por mi felicidad haciéndose a un lado pese a sus sentimientos. ¡Es que siempre fue él! Elena lo decía más para ella que para la Sra.Margaret. Yo he sido una idiota siempre. Debo ver a Albert. Elena iba a irse. ¡Espera! Dijo la Sra. Margaret. Creo que ya es demasiado tarde Elena. ¡Porqué! Albert se marchó ayer después de discutir con Dante. ¡Pero a dónde! Ni yo misma lo sé Elena, sólo dijo que se iría y que nadie sabría donde. Me pidió que respetará su decisión, y yo entendí al mirarle a los ojos que debía hacerlo. ¡No! ¡No puede ser! He sido una tonta. ¡Margaret siento tanto lo que les he hecho a todos! ¡Yo no merezco tu perdónlo sé! Pero perder a Albert es mi mayor castigo. Ver a Dante tan mal es mi condena. Elena lloro amargamente y la Sra. Margaret también y fue hasta ella y acaricio su cabeza que yacia sobre la mesa. Me duele ver como sufren los tres. Yo sé que no planificaste enamorarte de Albert para vengarte o lastimarlo, sólo se dio el amor. También sé que amaste a Dante a pesar de que él te utilizo en un momento dado y le diste un hijo por ese mismo amor que le tuviste. Y si las cosas no siguieron su rumbo fue porque así él lo quiso. Aún así creo que lo mejor para todos es que cada cual siga su camino Elena, ya han sufrido demasiado. Elena la miro a sus ojos y entendió que eso era lo mejor. Se puso de pie y salió de allí.

Había pasado un mes desde lo sucedido, Elena trato de seguir su vida normal entre comillas. Trataba de que Donovan viviera feliz y creciera con mucho amor y felicidad, aunque para ella era una felicidad a medias. Su teléfono sonó era la Sra. Margaret. Hola Sra.Margaret. ¡Elena algo terrible a sucedido! ¡Qué sucede! Es Dante. ¿Qué le paso? ¡Ahí Elena la caja de Pandora se sigue destapando! Hija lo mejor es que vengas, necesito tu ayuda en esto. Tengo a Joseph aquí conmigo que no deja de llorar y desea verte. Esta bien, viajar para halla. Llegaré en la tarde. Elena se preparó y voló con a Donovan hacia allá. Al llegar fue recibida por la Sra.Margaret, una vez solas no tardaron las preguntas. ¿Qué está pasando? Sabes que desde que Alba regresó he tenido una mala espina de ese tan repentino regreso y arrepentimiento. Lo sé, yo también sentí lo mismo. Dante comprobó su paternidad y también envío a averiguar su paradero todos estos años así que su historia coincidía según el detective que Dante contrató y que por años ha trabajado para él. Yo aún así no me trata todo y sentía que algo no cuadraba en esta historia porque cuando Dante insistía en reconocer a Joseph, Alba se negaba con excusas algo triviales. Pero eso sí, insistía en tratar de casarse con Dante. Creo que sólo quería presionar a Dante con el matrimonio como condición de reconocerlo. Dijo Elena. Eso pensé en un principio pero algo me hizo cambiar de idea. ¿Porqué? Una tarde salí a cenar con unas amigas a un restauran distinto queríamos variar y probar lugares nuevos y para mi sorpresa me encontré con Alba sentada en una mesa con el detective de Dante. Eso me estuvo extraño. Vi como le entregaba un sobre hablaron unas palabras y ella se marchó rápidamente del lugar. No le dije nada a Dante quise averiguar que estaba pasando, así que contrate a otro detective y mis sospechas eran ciertas. ¿Qué averiguó? Alba mintió en su historia. No estuvo sola con Joseph todos estos años, no fue una mujer trabajadora que sacó a su hijo adelante. Sabía que esa manera en la que ella y Joseph actuaban era de personas que han vivido bien, en la suma abundancia. Resulta que ella estaba en una relación con hombre mayor al que conoció antes de abandonar a Dante. El hombre era uno sumamente rico que se enamoró de su belleza y juventud. Alba aprovechó todas sus armas y para su toque maestro resultó quedar embarazada de Dante y al enterarse le adjudicó el niño al hombre. Cuando Joseph nació y vio que era un varón su felicidad fue enorme pues solo había tenido dos hijas de su primer matrimonio. Decidió casarse y reconoció a Joseph. Alba vivía muy bien tenía todo el dinero que deseo, el hombre mayor enfermo y Alba aprovechó eso para tener romances con otros hombres y derrochar dinero. Las hijas molestas desde que Alba entró a sus vidas lograron obtener pruebas de todo sus engaños y se las dieron a su padre, el hombre al ver el engaño pidió el divorcio y lo obtuvo sin problema pero estaban en el proceso de quitar el apellido a Joseph por ser hijo ilegítimo. En ese proceso el hombre muere y Alba lo perdió todo y decide volver acá y se entera de como Dante logró abrirse paso y tener una buena fortuna y ni corta ni perezosa decide decir la verdad de Joseph. No quiere que Dante lo reconozca porque tiene la idea de que heredará parte de la fortuna de ese hombre que hizo pasar por padre de Joseph. Hablamos de millones de dólares. Quiso recobrar el amor pero manteniendo el dinero. Dijo Elena. ¡Exacto! Ella sabía que Dante averiguaria sobre su pasado y fue muy hábil para dar con el detective que le sirve a Dante o más bien le servía. Le ofreció una fortuna a cambio de su silencio permitiéndole que en cuanto se leyera el testamento se la daría. ¿Pero qué pasó? Las hijas lograron demostrar que Joseph no era hijo del hombre por lo que no recibiría nada. Alba quedó en la ruina y el detective la chantajea con decir la verdad sí no le sigue pagando. ¡Qué horror! Pobre Joseph, el niño ha sido una víctima en todo esto. Con razón está tan confundido y se ha comportado así. Y Dante imaginó que debe estar muy mal. Fue duro tener que decirle la verdad pero a pesar de ser una verdad dura creo que en parte siente alivio de quitarse a Alba de encima. La realidad era que Dante no deseaba estar con ella desde hace mucho y sólo lo hacia por el niño. ¿Dónde está Joseph? Lo dejé dormido en una de las habitaciones, se quedo dormido luego de tanto llorar. Iré a verle. Elena entró a la habitación y se sentó junto a él y le acaricio su cabello y pronto el niño despertó y le abrazo fuerte a lo que ella correspondió. ¡Soy malo! ¡No! No digas eso Joseph, tú no eres malo. ¡Sí lo soy! Por eso mis hermanas no querían, y mi primer papá me dejó, y mi mamá me odia al igual que mi otro papá. El niño lloro amargamente. Joseph tu papá, ni tu mamá te odian. Y además tienes un hermano que te adora, una abuela que te ama y me tienes a mi también que te amo y te cuido como si fueras mi hijo. Los errores de los adultos no son tu culpa, sólo eres una víctima en esto. Sólo Dante, la abuela, Donovan y tú me quieren. Mi mamá jamás me ha querido. Cuando vivíamos con mi padre siempre salía, nunca estaba conmigo. He inventaba miles de viajes con mi padre quien también me dejaba solo, siempre me cuidaban las nanas. Y al ser delicado de salud eso la hacia enfurecer más. Cuando me trajo aquí me dijo que si quería ser feliz debía hacer lo que me pidiera para lograr estar a su lado y amarme para siempre. Cuando supe que mi padre no era mi padre me sentí mal porque mis hermanas me llamaban bastardo y le decían prostituta a mi mamá. Por eso cuando llegamos aquí y mi verdadero padre me aceptó y me demostraba amor quise que eso nunca acabara. No quería ser llamado bastardo de nuevo, ni que hablarán mal de mi mamá. Por eso accedí a quitarte del camino como ella me lo pidió. Mamá me dijo que tú harías que mi padre verdadero me dejará y que nos dejarías en la calle. Siempre creí que eso harías y comi de aquellas galletas a drede para acusarte. Y te acusaba de ser mala conmigo y que por eso no quería quedarme a tu lado. No dejaba las notas que mi papá te escribía, y borraba tus mensajes y llamadas de su teléfono. Joseph comenzó a llorar. Y...Fui yo quién le dijo a mamá lo de Albert, porque los escuche discutir y papá le dijo que ya no podía seguir a su lado porque te amaba y que siempre había sido así. ¡Tuve miedo! De nuevo me quedaría sólo y dije lo que vi. ¡Perdóname Elena! ¡Yo no quería! ¡Yo! El niño no dejaba de sollozar fuertemente, Elena lloraba con él y sólo lo abrazaba porque sabía que todo lo que había hecho lo hizo por miedo a perder el amor de su padre. ¡Ya deja de llorar! Limpio sus lagrimas y tomo su rostro. Escucha, tú no tienes culpa de esto. No estuvo bien lo que hiciste pero entiendo porque actuaste así. ¿Me perdonas? Yo te perdono Joseph. Creo que otra vez me quedaré sin nadie. Por supuesto que no. Tú no estarás nunca sólo Joseph. Tienes a una abuela que te ama y te quiere en su vida, un hermano que te necesita a su lado, un padre que no dejará de amarte y me tienes a mi también. ¿Aún lo conservó? Sí, por siempre estaremos a tu lado. El niño le abrazo feliz. Dante entró a la habitación y miro a Elena a los ojos y en ellos ella pudo ver dolor, decepción y amor a la vez. Tienes suerte de que Elena a pesar de todo lo que hiciste te siga queriendo. Joseph bajo la cabeza ante las palabras de su padre. Espero sepas apreciar ese cariño Joseph y lo valores. Lo haré papá. Dante salió de la habitación sin decir nada. Donovan está en la recámara de al lado. ¿Qué tal si juegan?

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora