Cap 21

9 0 0
                                    

Dante no pudo dormir en toda la noche, ella no le contesto las llamadas y eso lo enfureció. ¿Porqué esa necesidad de estar con ella de escucharla? Debía acabar con aquello porque no podía seguir así. Elena Evans no podía debilitarlo así y cambiar su vida. Ya había pasado por esto y siempre el final era desastroso y no permitiría sentir por nadie eso solo trae decepción y dolor. ¡Basta Dante! Reorganiza tu mente y enfócate. Esa mujer no es para ti, solo querías quitarla del camino de tu hermano y ya lo hiciste. Controla tu cuerpo y tu mente. ¡Mentira! Esa mujer te importa; te importa más de lo debido. ¡Maldita sea! ¡Porqué! Dante fue a la oficina y ella no había llegado. Al llegar a su escritorio observó un sobre en el. Lo abrió y era una carta suya. "Estimado Sr.Willous agradezco la oportunidad de trabajo en la cual aprendí muchas cosas importantes y de valor. Lamento tener que dejarle de esta manera y sin reemplazo pero las circunstancias no me dejan hacerlo de otro modo. Gracias por todo y le deseo lo mejor y mucha suerte para hallar a su secretaria por lo pronto me tome el atrevimiento de dejar en mi ausencia a Stefanie ella es muy competente y le ayudará hasta que elija mi reemplazo. Atentamente Elena Evans." Se había ido, ella se marchó. Siempre pasaba y ella no fue la diferencia está vez. Mejor así, es lo mejor. Dijo. Habían pasado ya cuatro meses desde que Elena había renunciado pero no le fue tan mal como pensó pues encontró otro empleo de secretaria gracias a Lou en una oficina de un psicólogo, un hombre mayor muy simpático y agradable. No ganaba igual pero daba para poder suplir todo. Elena seguía viendo a Albert pues su amistad no se afectaría por lo que sucedió con su hermano. Nunca le preguntó por él y había decidido olvidar ese tema. Almorzaba con Albert en el parque como solían hacer siempre los jueves. Elena. ¿Qué? El sábado es el cumple de mi madre. ¡Que bien! La felicitas de mi parte. Pues pensé qué tal vez pudieras hacerlo tú misma. Hemos organizado una fiesta para ella con amigos, socios y quisiera que me acompañaras. Ella te aprecia mucho lo sabes. Si lo sé pero ese no es mi ambiente Albert. Elena eres importante para mí y me haría feliz que fueras y a mamá también. Compláceme por favor. Elena no podía verlo suplicar así. ¡Está bien! Lo haré iré contigo. ¡Eso! La idea de verlo le causó temor pero ya no podía seguir así Dante era pasado y ella lo había superado. O eso pensaba. El sábado llego y Elena estaba muy nerviosa. Ya deja de dar vueltas me tienes mareado ya. No creo que deba ir Lou. Si; si vas a ir. ¡Ya no puedes echarte para atrás! No soy de eso círculo. Elena Evans eres una mujer inteligente y capaz de conversar con cualquiera. Y no tienes que intentar agradar a nadie. El que te quiera bien y el que no que se vaya a la mierda. Fácil para ti. Pues lo es. ¿Sabes cuántas personas me han sobre estimado por mi apariencia? Mi exterior no demuestra mi interior solo me gusta vestir y ser así eso no me hace ser raro, ni drogadicto, ni tonto. He aprendido ha vivir siendo yo y el que me quiera conocer adelante y el que quiera pensar que soy todo aquello pues adelante también. Esto cambia. Señaló su cuerpo pero esto. Señaló su mente y corazón esto es eterno y permanece. Debiste ser poeta o filósofo Lou. Ambos rieron. Deja las pendejadas y ya vete. Tan bien que ibas. Dijo ella riendo. La puerta sonó y supo que era Albert. Albert quedo anonadado con Elena. Cierra la boca Albert las babas se te salen hermano. Albert se sonrojó. Elena comenzó a reír. Está muy linda. Gracias. La quiero de vuelta a las 12. Lou deja las idioteces. Solo bromeó que se diviertan. Si me imagino que tú lo harás en mi ausencia. ¿Qué comes que adivinas? Salúdame a Marla. Lo haré. ¿Marla? Si lleva ya tres meses con ella parece que está vez cupido lo flecho. Está enamorado aunque lo niegue. Llegaron a la fiesta todo era lujo en aquella mansión, estaba todo tan impecable y bien decorado. ¡Elena! La Sra.Willous fue hacia ella y le recibió con un abrazo. ¡Que felicidad es verte! Gracias Sra.Willous. Tenga su obsequio espero le agrade. No es a lo que está acostumbrada pero lo hice con mucho cariño. La Sra. Willous abrió aquella caja y quedo maravillada. ¡Es hermosa! Elena le había hecho una sabana. La puede colocar en un sillón en su habitación y cuando tenga frío le calentara muy bien. ¡Gracias Elena! Es el regalo más maravilloso que me han dado en esta noche. Bueno no el mejor pero si con mucho cariño. Y eso lo hace especial. De pronto fueron interrumpidas por Gina. ¡Felicidades Margaret! Ten te he traído un perfume exclusivo de Francia querida. Acaba de salir al mercado y no podía dejar que no lo tuvieras. También te traje este bolso que envíe hacer especialmente para ti en Praga con mi más íntimo diseñador de bolsos el cual es un genio y muy fino en sus diseños. Gracias Gina. Dijo la Sra. Willous algo incomoda. Hola hijo. Elena se percató de su presencia y contra todo pronóstico sintió su corazón latir deprisa. Felicidades madre. Beso a su madre. Ven Elena quiero presentarte unas personas. Albert la tomo del brazo para retirarla de allí. Elena gracias por tan exquisito detalle. Le dijo sonriendo la Sra.Willous. Elena asintió tímidamente y se fue con Albert. Elena hablaba amenamente con varias personas y para su sorpresa se sentía bien estando allí aunque de vez en cuando sentía nervios al ver la mirada inquisitiva de Dante sobre ella. Había ido con Gina pero eso no le sorprendía dado el tipo de relación que tenían. Debo ir al sanitario vuelvo enseguida. Te acompaño. No tranquilo ya sé dónde es recuerda que ya he estado aquí. Está bien pero la casa es grande tal vez te pierdas. Yo pregunto quédate aquí ya pronto comenzará el brindis. Está bien. Elena fue hacia el sanitario aquella casa era enorme llego hasta el. Srta ese sanitario se acaba de averiar. ¡Oh! Entiendo pero arriba hay otro suba por las escaleras tercera puerta a mano derecha. Está bien. Gracias. Elena subió entró y cuando lo hizo alguien también tras ella y la aprisionaron contra la puerta. Era Dante. ¿Qué haces aquí? Dijo ella molesta. Eso mismo me pregunto yo. ¿Qué haces con Albert? Somos amigos y me invitó a celebrar con tu madre y ella ha sido muy buena conmigo. ¿Es eso? O tratas de probar al otro hermano para ver quién es mejor o quien cae en tus redes. Elena le abofeteó. ¡Eres un cínico! ¡Suéltame! ¿De verdad quieres eso Elena? ¡Basta déjame en paz! Tu boca dice eso pero tú cuerpo no Elena. Acaricio su mejilla y bajo por su cuello y su hombro. Tiemblas ante mi tacto como siempre lo has hecho Elena. La miro con aquellos ojos azules profundos llenos de pasión. Pensó que los había olvidado pero no fue así. Sus labios estaban tan cerca sentía su aliento sobre los suyos. Y tocaron a la puerta. El momento se rompió gracias al cielo pensó ella. ¡Si! ¿Elena estás bien? ¡Si voy ya! Le señaló la bañera para que se metiera. Dante negaba pero ella le obligó. Déjate de estupideces y métete ahí. ¿Y si no quiero? Dante no seas infantil además no creo que quieras que tu hermano te va aquí dentro eso arruinaría la fiesta de tu madre y a Gina no le agradaría. ¿Y porque a Albert le molestaría eso? ¿Acaso andan? No digas boberías es mi amigo y le quiero y no creo que saber lo qué pasó entre nosotros sea correcto porque me avergüenzo. Pues yo no; no me avergüenzo de lo que hicimos Elena. ¡Dante basta ya! Aléjate de Albert, Elena no te quiero con él. ¿Y porque? ¿En que te afecta mi amistad con él? Albert no te ve como una amiga Elena, déjate de hacer la tonta. Elena abrió sus ojos grandemente. Eso no es verdad. Solo te advierto Elena, no quiero lastimar a mi hermano pero si no te alejas de él voy a hacerlo porque no permitiría que se envolviera con una mujer como tú. Dicho eso se metió en la bañera dejando a Elena herida ante sus crueles palabras. Elena salió. ¿Te sientes bien Elena? Te ves pálida. Estoy bien Albert no pasa nada. Volvamos ya casi es hora del brindis.

Bien es hora de brindar por esta hermosa mujer que Dios me dio como madre. Fui premiado al ser tu hijo madre. Doy gracias por todo lo que nos has enseñado en la vida. A mirar las personas no por lo que tienen si no por lo que son. Por darme valores y mostrarme amor y compromiso. Por poner en mi el deseo de hallar una mujer parecida a ti de perfecta. Y luchar como hizo papá para retenerla. Miro a Elena y a Dante no le pasó desapercibido Elena se puso nerviosa. Eres una mujer única y grande madre y en esta noche quiero decirte que eres uno de mis más grandes amores y siempre lo serás. El brindis fue emotivo todos aplaudían ante las hermosas palabras de Albert. Albert fue y beso a su madre. Luego comenzó el baile y Albert bailaba con Elena pero su madre acompañada de Dante interrumpió. ¿Me permites bailar con este apuesto hombre? Elena no pudo negarse iba a irse pero Dante la detuvo. No es correcto salir así de la pista de baile dejando la pieza a mitad y a un caballero plantado. Aquí no hay ningún caballero. Dante sonrió. Vaya ya estás sacando tus garritas gatita. No soy un animal a diferencia de otros. Dijo esto desafiante. ¿Viste como te miro? ¿Las cosas que dijo? Dante deja de decir eso, Albert es mi amigo y nada más. Eso espero por tú bien Elena. Eres mía solo mía. Dijo esto en su oído. No seas creído Dante Willous. Yo no te pertenezco, no fuimos, ni somos nada para que reclames sobre mi. ¿Acaso no me has extrañado Elena? El sexo puedo tenerlo igual o tal puede que haya sido mejor con otro Dante. No creas que eres tan especial. ¡Y ya déjame en paz! La pieza terminó y Elena se separó de él. Dante sintió aquel golpe bajo de ella. No ella no podía estar hablando en serio. Dante cariño bailemos. Gina lo aguanto de ir tras ella. Elena demos un paseo. ¿Te parece? Elena acepto. Albert la llevo al jardín. Es un jardín muy hermoso. Lo es, mi madre lo cuida muy bien. Si se nota. Elena. Albert se detuvo. Quiero decirte algo pero no sé cómo. Solo dilo amigo. ¿Qué te preocupa? Mejor te lo diré de otro modo. De pronto Albert tomo el rostro de Elena y la besó. Elena quedo en shock ante aquello no podía creer lo que estaba pasando. Cuando terminó el beso no pudo hablar. Elena yo estoy muy enamorado de ti. Desde que te vi por primera vez en aquel elevador sentí algo inexplicable por ti y cada día que pasábamos juntos crecía y crecía y lo hizo a tal grado que ya no puedo seguir callando esto que siento. Eres una mujer extraordinaria y me haría muy feliz que aceptaras ser mi novia Elena. Elena rompió en llanto un llanto inconsolable. ¡Elena! Albert la abrazó y se preocupó de su respuesta ante tal confesión de amor. Elena. ¿Qué sucede? De pronto ella salió corriendo de allí. ¡Elena; Elena! Albert fue tras ella y de pronto alguien le detuvo y la perdió entre la gente aunque trato de alcanzarla. Elena salió de aquella casa no podía seguir allí.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora