Cap 40

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Elena se levanto con un terrible dolor de cabeza tomo dos pastillas de la mesita de noche y se las tomó. Se duchó y se vistió. Miró el vestidor y sin más saco su maleta y comenzó a sacar sus cosas. Dante entró con una tasa de café para ella y vio lo que pasaba. ¿Qué haces? Pensaste que era conversación de borracho, no Dante recuerdo lo que paso. Elena no hagas esto. No Dante no sigas haciéndolo tú. Estas sacando todo de proporción Elena. ¡No Dante Willous solo veo la realidad de las cosas! ¡Lo que no te atreves a admitir por miedo a herirme! Pero más lo haces más reteniéndome, sin saber lo que sientes. Dante se sentó a la orilla de la cama y puso sus brazos sobre sus rodillas cansado. No es fácil mi posición. Lo imagino. No quise herirte Elena, no era mi intención. Le dijo Dante dolido. Tal vez no pero lo hiciste. Adiós Dante. Elena salió con su maleta y el corazón roto y Dante lloro al ver que la había herido y con ello al él mismo por su confusión. Elena fue a donde único podría desahogar su pena, fue a buscar a Albert. Cuando este abrió ella se hecho encima a llorar. ¡Elena! ¡Qué pasa! Tiempo después Albert supo todo lo ocurrido. No sabes cuánto siento todo esto, yo hasta me siento culpable por haberte arrojado hacia ello. No Albert, tú no eres culpable de nada. No entiendo a Dante, yo en su lugar no tuviera dudas sobre lo que siento y de seguro tú ganarías. Gracias por tus palabras pero la realidad es que el capítulo entre ellos no cerró y si venimos a ver ella y su hijo estaban primero que yo Albert. Y tal vez mejor ahora que pasado los años, pude darme cuenta que lo nuestro no era lo suficientemente fuerte y vi mi lugar en su vida Albert. No dudo que me quiso y trato de amarme pero no lo logró. Elena vio incómodo a Albert. ¿Te sientes bien? Pues la verdad no tanto, como comida india con el nuevo socio y desde ayer he estado mal del estómago. Al menos ya no vomitó. Te prepararé un remedio con la tía Emma y te lo traeré luego. Imagino que no irás al desayuno. Imaginas bien. Yo tampoco iré, mi estómago no tolera no el olor a comida. Elena iba a irse. ¡Elena! Ella le miró. Eres fuerte no lo olvides y tienes mucha gente que te ama, incluyéndome. Gracias. Dante llego a la mansión de su madre junto a Joseph. ¡Hola abuela! ¡Hola Joseph! Buenos días mamá. ¿Y Elena y mi querido Donovan? No vendrán. Joseph ve al jardín y dile a Leonor que te de jugo. Si abuela. ¿Qué pasó? Elena se fue. ¡Qué! ¡Cómo que se fue! Explícate Dante. Vayamos al despacho. Supongo que todo esto se debe por una sola cosa. O mejor dicho una persona y es Alba. Pues entre todo no te lo voy a negar sí. ¡Dante Willous! Estás dejando pasar la verdadera felicidad, la estabilidad y el genuino amor por alguien que es pasado y uno no muy lindo. Alba te abandonó, te dejo por creerte menos, por la ambición de ser alguien más, penando que a tu lado solo tendría penurias. Le dimos casa, comida y amor y eso no le bastó. Madre las cosas no son como parecen, además su vida no fue fácil. ¡Fácil! ¡Esa es la excusa para justificar su actuar! Todos hemos tenido un pasado difícil y no por eso abandonamos a los que nos aman. Mira Elena, que sacrificó su inocencia, su dignidad y hasta su vida por sus padres casándose con aquel monstruo. Perdió un hijo y hasta la mente pero eso no la hizo huir y dejarlo todo, luchó y trabajo para recuperar algo de sus padres y se hizo cargo de su tía. Y no solo eso, se enamoro de ti, arriesgó su corazón y tú la utilizaste. Luego decidió darte una oportunidad y sin queja alguna acepto a tu hijo junto con su madre, sin protesta alguna y he visto Dante Willous como la has tratado y como la he pillado llorar y decir que tiene un dolor de cabeza cuando sé muy bien que esas lágrimas se debían a ti. ¡Eso sí es amor Dante! Pero no, te enfocas en el pasado y en una mujer que sabrá Dios porque volvió y no me trago el cuento ese de que lo hizo por tu hijo y la historia que habrá contado para que tú redondito cayeras. Madre solo estoy confundido y agobiado con todo esto. Yo solo quiero estar con mi hijo y recuperar los años que le falte. No tengo cabeza ni para Alba, ni para Elena, o tal vez no quiero pensar en eso porque las amo; las amo a las dos y sé que no puedo tenerlas a ambas. Mi cabeza es un desastre. Pues ojalá Dante Willous que Alba te haga feliz porque a Elena; a Elena ya la pediste. Su madre se fue dejando a Dante mal

Elena no estaba bien a pesar de disimular se veía su cansancio y su tristeza. Durante el día cumplía con su hijo, trabajo y casa pero en las noches el llanto era su compañía y cada vez trataba de pegar su destruido corazón. Dante la llamaba pero ella no contestaba sus llamadas y leía sus mensajes pero jamás los contestaba y más por lo que en ellos escribía. "Elena dame tiempo para organizar mis ideas, tú me lo pediste a mi y te lo di. Ahora te pido lo mismo. Para mí tampoco es fácil toda esta situación y por el bien de Donovan debemos hablar." Pero nunca hablo y tampoco contesto, todo respecto al niño era a travez de la tía y la Sra. Margaret. Había pasado un mes y Elena fue a llevar a Donovan a la casa de la Sra. Margaret. ¡Elena! Hola Leonor. Vine a traer a Donovan. Sé que vine sin avisar pero el celular se quedo sin carga y la tía Emma está de viaje y debo ir a resolver un asunto urgente del trabajo. No tenía con quién dejar a Donovan y vine rápido. Podrías avisarle a La Sra. Margaret. ¡Eh! ¡Sí! Si quieres yo tomo al niño y tú solo ve a tu trabajo yo le aviso. Sí, bueno es que quería decirle algo importante a Margaret. Escucho risas y Joseph llego jugando con un carrito hasta ella. ¡Hola Elena! Hola Joseph. ¡Mamá, papá! ¡Donovan está aquí! Vio como aparecía frente a ella Alba y Dante, no lo podía creer pero era de esperarse. Tomo el bolso del niño y al niño. Olvídalo Leonor me lo llevo. Se marchó y detrás iba Dante. ¡Elena espera! Pero ella no se detenía, Donovan comenzó a llorar y Elena lo trataba de poner en el sillón de seguridad. Elena por favor cálmate estás asustando a Donovan. ¡Estoy calmada! Solo lárgate, sigue con tu perfecta vida Dante. Elena las cosas no son como las piensas. Tienes razón, jamás son como las pienso. Pero ya entendí muy bien. Tenemos una relación cordial como la he querido llevar contigo. No la necesito y tranquilo Dante, puedes tomarte el tiempo que quieras para decidir cuando volver con Alba. Pero solo piensa en eso de mi puedes olvidarte. Y recibirás notificación de mi abogado para pautar lo de Donovan. Elena se fue. Albert llego y vio a Elena muy mal. Elena supe lo qué pasó. La vio con una carta en sus manos. ¿Qué es eso? Mi renuncia. Elena no puedes irte así. Sí puedo irme así Albert. Necesito irme salir de esta ciudad y debí haberlo hecho desde que Alba apareció, es más nunca debí tratar de estar con un hombre que no conozco, la realidad es que yo no sé quién es tu hermano, sabía tan poco de él. Ni siquiera sé el color que le gusta, ni el partido político por el que se interesa. ¡Es que no lo entiendes! ¡No puedo competir con ella! Ella sabe cómo llegar a él. Elena dudo que sepa todo además Dante a cambiado durante todos estos años. Hay cosas que nunca cambian Albert y que son parte de ti. Tarde o temprano pasaría esto, nos daríamos cuenta de que éramos dos desconocidos que no tiene nada en común. Le estás dando ventaja y está logrando lo que ella quiere Elena. Pues bien por ella Albert, ganó. No estoy dispuesta a estar bajo la sombra de otra mujer y la duda de él pensando cómo hubiese sido. Si me escoge tal vez sea por pena o miedo a ser traicionado por ella. No necesito eso. Quiero volar Albert y dedicarme a mi y a Donovan. Quiero vivir y lograr ser feliz. ¿A dónde irás? Buscaré mi sitio lejos de todo recuerdo hasta el de mi vida pasada. ¿Y Donovan? Ya consulte un abogado que trabajará  todo respecto a Donovan. Voy a extrañarte. Y yo a ti. Albert la abrazó fuerte y supo que por bien tiempo no sabría de ella.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora