Cap 46

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Albert estaba con su madre cuando escucho a Dante entrar furioso gritando su nombre. Albert fue hacia el seguido de su madre. ¡Ahí estás desgraciado! Y sin previo aviso le propinó un golpe en el rostro. Su madre grito de la impresión. ¡Dante! Albert se puso de pie y le regreso el golpe, y se adentraron en un toma y dame. La Sra. Margaret grito y varios empleados llegaron a separarlos. ¡Dante que significa esto! ¡Eres un desgraciado, infeliz! ¡Cómo pudiste besar a Elena! ¡Dijiste que ya no te interesaba! ¿De qué está hablando Dante, Albert? ¿Cómo está eso de que besaste a Elena? ¿Quién te dijo Eso? ¡Que importa quién lo dijo! ¡Acaso lo negarás! No; no lo haré. ¡Albert! Lo siento mamá, pero no puedo seguir callando lo que siento. Si Dante es cierto que la bese. Dante quería volver a golpearlo pero tenían sujeto. Dante hablemos como dos adultos y no como dos adolescentes que resuelven a golpes. Albert tiene razón Dante. Dante se calmó y le soltaron. Vayamos al despacho. Le solicitó Albert. Mamá dejanos solos. Pero Albert. Mamá por favor. Una vez en el despacho. No voy a decirte que me arrepiento de lo que ha pasado porque te estaría mintiendo Dante. ¡Eres mi hermano! ¡Y sabes muy bien lo que Elena significa para mi! ¿Estás hablando en serio? ¿Dante sabes lo egoísta que te escuchas? Según recuerdo tú déjaste a Elena y decidiste rehacer tu vida con Alba. Yo sólo estaba confundido y Elena en medio de ello decidió por mi, decidió irse, sacarme de su vida. Y tú santa Paloma sólo te refugiaste en tu querida Alba. Sé que lo que hice no estuvo bien Albert pero íntente acercarme a ella. Elena sólo decidió renunciar. Porque tú no le diste opción Dante. La hiciste a un lado en medio de tu confusión, tu mismo la apartaste haciéndole sentir que estorbaba en tu felicidad con el amor de tu vida. Alba no era el amor de mi vida. El amor de mi vida es Elena. Ahora te das cuenta de eso, porqué Alba resultó ser todo lo contrario a tus sueños. Que fácil para ti. ¡Albert, eres mi hermano! ¡Eso mismo pensé yo cuando me arrebataste a Elena! Entonces es eso, venganza. ¡No! Jamás jugaría así con ella. Desde que la vi por primera vez en aquel ascensor mi vida cambio Dante. Jamás había sentido algo así por una mujer con tan sólo verla. Pero cuando supe todo lo que paso entre ustedes mi mundo se vino abajo porque sabía que si paso, en parte fue por mi culpa, por no actuar a tiempo cuando tuve la oportunidad de enamorarla. Tú no la amabas Dante sólo jugabas con ella por mi causa e interés, porque te acercaste a ella por eso. Y por mucho tiempo cargue esa culpa Dante. Pero al ver cuanto te amaba ella y ver tu cambio quise enmendar mi error y aparte mis sentimientos por ella pese a que tuve oportunidades de que ella te odiara y te sacará de su vida. Pese a eso no lo hice porque sabía que la amabas y ella a ti y a pesar de todo eras mi hermano y por ese mismo amor de hermano sólo quise tu felicidad y la de ella. No me importó que ella tuviera a Donovan, Dante pese a eso pude hacer que te dejará cuando volví aquí pero me negué porque creí que a tu lado seria más feliz. Y me equivoque sólo la heriste más. ¿Sabes las oportunidades que tuve de hacerla desistir cuando Alba llegó? ¿Las veces que te defendí? Cuando las dudas la embargaban y quería irse. ¡Muchas! Yo no te he quitado nada y mucho menos siento que algo de lo que hallamos hecho sea tan malvado o desleal como piensas. Y si alguien fue desleal aquí ese serías tú. ¡Hecho! ¿Qué han hecho? ¿Acaso Elena correspondió el beso? ¿Qué has querido decir con eso? ¿Han tenido alguna relación amorosa? Dante yo sé lo que siento por ella y es un sentimiento muy fuerte, pero puedes estar tranquilo porque sólo soy yo. Elena no me ama y creo que en su corazón solo habrá espacio para ti. Aunque ahora mismo se niegue en admitirlo. Yo me iré lejos y esta vez no regresare jamás. Solo te pido una cosa Dante y es que esta vez no lo arruines, si logras estar con ella. Aprende a conocerla más halla del amor que le tienes. Pero sobre todo amala. Albert se retiró dejando a un Dante desconcertado. Elena llego horas más tarde a la casa de la Sra.Margaret y el mayordomo la llevo hasta el despacho donde se encontraba Dante con una copa en la mano y mirando por la ventana. Por lo visto las malas noticias vuelan como dice el dicho. Elena vio sus golpes y supo que las cosas no se dieron nada de agradables. ¿Y Albert? ¿Es todo lo que te preocupa? ¡Vaya! Por lo visto sí paso algo fuerte entre ustedes mucho más halla de un simple beso, tanto así que temes por él y te presentas aquí en medio de la noche. Me preocupan los dos, son hermanos y no quiero que por mi culpa destrocen sus vidas. Tal vez seas el motivo pero no es tu culpa. Dante dejó el vaso y fue hasta ella y la abrazó, Elena no sabía que hacer ante aquello. Dante disfrutaba teniéndola entre sus brazos otra vez y aspiraba el aroma de su cabello ahora corto. Elena, mi Elena. Elena se incomodó ante sus palabras porque antes mucho antes le hubiese gustado escuchar esas palabras y aquel abrazo pero ahora; ahora se sentía distinto. Elena dejemos todo atrás y vayamonos lejos tú, Donovan y yo. Olvidemos todo y comencemos de nuevo. Yo te amo Elena y lamento tanto el dolor que te cause, lamento tanto el haber permitido que te marcharás. Olvidaré y perdonare lo que sea que halla pasado entre tú y Albert. Perdonar. Sí. Elena se rió ante lo que escuchaba. Y ese perdón supongo será como el que le diste a tu madre, o como el que le diste a Alba. ¿Tal vez? ¿A qué viene Eso? Dante tú no sabes perdonar. Eso no es cierto. ¡Sí; sí lo es! ¡Cómo puedes decir eso! Porque es la realidad. Según tú perdonaste a la que te dio la vida pero en su lecho de muerte no estuviste Dante, sólo le diste la tranquilidad a medias porque ella murió sola en aquel hospital que sólo pisaste una vez mientras que Margaret, la tía Emma y yo visitamos a diario dos veces hasta que murió. Al menos estuvimos ahí para sostener su mano Dante. Elena ustedes eran las apropiadas para estar con ella, yo sólo estorbaba pues no sabía que decir o hacer. ¡Simplemente estar ahí era suficiente Dante! Ese perdón no era para ella Dante, era para ti para que vivieras pleno, para que tu fueras mejor que ella por eso te busco. Pero no te juzgamos porque sabíamos lo mucho que habías sufrido por su abandono y que era duro. Luego aparece Alba, decidiste perdonarla y forjar una relación olvidando supuestamente el pasado, pero en realidad no lo Olvidaste. Si lo hice de lo contrario no hubiese estado con ella, aunque en parte lo hice por Joseph. Tal vez sí pero también en el fondo sólo querías retomar lo que se te quitó sin darte la oportunidad de retenerlo. Y en la oportunidad que tienes buscas la manera de que ella falle para justificar no sólo tu mala decisión de volver, si no desquitar esa espina que por años te causo dolor, irá y te restó años de tu hijo. Así que ese perdón fue a medias. ¿Qué podría esperar yo? ¿Qué sería de Donovan Y Joseph? Viendo como vas de lado a lado con sus madres. Esa constante inestabilidad. Por eso mismo está vez quiero hacer las cosas como son, como debieron ser siempre. Yo quiero estar con la mujer correcta, la mujer que junto a mi este incondicional y en la cual pueda confiar. ¡Ese es problema Dante! Siempre ha sido lo que tú quieres, lo que crees es lo correcto aún después de haberlo arruinado por no pensar con cautela los resultados de tus decisiones. Pero sobre todo Dante. ¿Qué hay de lo que yo quiero? ¿Te has puesto a pensar eso alguna vez? ¿Te has dado a la tarea de conocerme en realidad? Elena yo te amo y...Amar no basta Dante porque a pesar de decir eso tu amor sólo me ha lastimado y lástima a tus hijos. Amar no basta porque no es tan sólo amar, es conocer, tomar en cuenta, convivir, ser uno mismo, sin temor a realizar o decir cosas que no estén en tus ideales o gustos. En el tiempo que estuvimos juntos Dante. ¿Sabes tan siquiera que color me gusta? Dante hizo silencio. ¿Sabes que música me agrada, o que decoración prefiero en una sala por ejemplo? ¡No! No lo sabes porque la realidad es que jamás me dejaste entrar en tu vida, sólo entre a medias y eso Dante no es una verdadera relación. Yo tampoco supe que en realidad querías pero al menos me esforce en conocerte. Somos dos extraños que coincidieron y en un momento dado se amaron pero la verdad es que no éramos el uno para el otro. Y de veras sentí algo muy grande por ti Dante pero ya; ya no es igual. Te quiero a mi lado como padre de mi hijo pero sólo como eso. Es por él. ¿Verdad? ¡Es por él que ahora no me amas! Fue más que un simple beso lo que entre ustedes paso. Lo que pasó entre Albert y yo es entre Albert y yo. ¡Pero a mi me afecta! Me ha robado lo que es mío. ¡Tuyo! ¡Tuyo dices! ¡En primer lugar yo no soy una propiedad Dante! En segundo lugar Albert sólo estuvo ahí cuando tú decidiste otra cosa, fue quien me dio apoyo, amistad, espacio, consejos, cuido de tu hijo como si fuera suyo y me tomaba en cuenta a la hora de tomar decisiones. Era quién cada mañana preparaba mi café de la manera que me agrada, quien cuando me estresaba y sentía que estallaria colocaba una tasa de chocolate frente a mi. Que a pesar de sus sentimientos hacia se hizo a un lado para que tú y yo fueramos felices. ¡Deberías estar agradecido! Hemos sido egoistas y ruines con él, porque ambos le hicimos mucho daño. Dante yo fui para ti un puente seguro y estancado al cual pensaste se quedaría ahí cada vez que decidieras partir. Eso creiste pero no, lamentablemente se destruyó. Es hora de que entiendas que las heridas pasadas no se pueden quedar abiertas siempre, hay que dejarlas sabrá y aunque quede una cicatriz, al verla sólo nos sentimos fuertes porque pudimos superarla y seguir. Y de fuertes heridas yo sí sé. Elena se marchó dejando a un Dante desconcertado por todo lo que pasaba.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora