Cap 45

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La casa de Elena estaba llena como nunca y ella se sentía feliz al fin tenía una familia grande como siempre deseo. Observaba a todos hablar y reír y a los niños gritar en la mesa. Todos desayunaban muy felices y ella sonreía ante aquella escena. Albert la observaba. Lo que siempre soñaste, cierto. Elena lo miro sorprendida de que leyera sus pensamientos. ¿Cómo lo sabes? Fuiste feliz teniendo una familia aunque fueran sólo tu y tus padres, así que imaginó que está escena es una que siempre recordarás. Pues tienes razón. Plasmemos entonces este recuerdo que te hace feliz. Albert fue por algo fuera del comedor y al poco tiempo regreso. Lou. ¿Podríamos retratarnos todos juntos? ¡Claro! Dame eso. Albert le entregó la cámara y Lou fue por el estante para acomodarla. ¡Bien familia! Todos miren acá y digan: ¡Whisky! ¡Whisky! Gritaron todos hacia la cámara. Las risas no faltaron. Gracias Albert. Albert beso su mano. Elena tiempo después estaba recogiendo las habitaciones y la Sra. Margaret entró. ¿Puedo pasar? ¡Por supuesto! No tiene que preguntar, está es su casa. Ambas sonreían. Al igual que tú me siento muy feliz de estar rodeada con una gran familia. Siempre anhele tener muchos hijos pero la madre naturaleza no me dio ese don. Fue un milagro tener a Albert. Entiendo su punto, para mi Donovan fue igual, siempre pensé que no podría volver a tener hijos después del íncidente que tuve, pero gracias a Dios pude tenerle. Es la razón de mi vida. Lo sé. Eso mismo siento por mis dos hijos, aunque no pari a Dante, el amor que le tengo es muy grande igual que el que siento por Albert. Elena observó una sombra de tristeza en sus palabras. ¿Pasa algo? Pues la verdad sí. Sé que no te interesa saber nada de Dante, y no te culpo. La decisión que tomó es la más errónea que halla hecho en su vida y es algo que no le perdono aún. Margaret en el corazón no se manda. El corazón a veces puede ser engañoso Elena y eso ocurrió con Dante. Lamentablemente ahora lo está pagando y con creces. ¿De qué habla? Dante no es feliz Elena, su vida es un tormento al lado de Alba. Esa mujer es tan superficial y manipuladora. Trata de controlar todo en su vida. Jamás había visto a Dante tan triste y agobiado. Peor de cuando lo dejo aquella vez. Hace poco hablamos y le hice una pregunta. ¿Cuál? Le pregunté, si pudieras regresar el tiempo. ¿Qué enmendarias? Y me respondió: "Jamás hubiera dejado ir a Elena aquella mañana." Elena se sorprendió ante su respuesta pero siguió doblando sábanas. Elena, te hago la misma pregunta. ¿Qué enmendarias? De nada vale responder eso ahora Sra. Margaret. Ya lo hecho; hecho está. Dante tomó una decisión y ahora debe asumir las consecuencias de la misma. Lamento mucho lo que le sucede pero así lo quiso. Pero tampoco tuvo muchas opciones Elena, debes admitir que lo arrojaste hacia eso. ¡Qué! Elena analizalo, las cosas estaban delicadas y difíciles pero simplemente renunciaste a todo. Te diste por vencida y le déjaste el camino fácil a Alba. Lo orillaste hacia ella al irte. ¡Pero él deseaba estar con ella! Yo era el impedimento.  ¡No Elena! Tú no eras el impedimento. Tú eras su puerto seguro, su cordura y su verdadero amor. Alba sólo era un pasado doloroso, un espejismo de lo que creía amar pero resultó ser sólo eso un espejismo. Hija, luchar con un pasado no es sencillo lo sabré yo que tuve que hacerlo con el padre de Dante. Siempre luche contra la sombra de su ex esposa. Y no fue fácil créeme, pero no renuncie. Seguí hasta el final porque sabía que yo merecía su amor y él el mío. Y si ella aparecía lucharía por mi hogar porque me pertenecía y no era justo que renunciará. Sabes lo que me dijo antes de morir. Me dijo gracias por no renunciar. Me dijo que de haberlo hecho jamás hubiera podido ser tan feliz como lo fue a mi lado. Y que eso le hizo amarme como jamás imaginó amar a una mujer. Elena, ambos estaban erróneos al separarse. Aún no es tarde para recuperar lo perdido. Dante te ama Elena y si analizas bien las cosas tal vez encuentres en tu interior que aún tú también. Albert toco la puerta abierta. Ya llegue con los niños y tienen hambre. Eh, sí les prepararé algo. Yo iré hija, déjame consentir a mis nietos. Piensa en lo que hablamos. La Sra.Margaret se marchó, Albert miro a Elena serio y ella simplemente siguió recogiendo, no quería hablar sobre nada. Elena atendía a los caballos y de pronto la tomaron por la cintura y la pegaron a la pared y la besaron. Sabía aún con sus ojos cerrados de quién eran esos labios y aquellas manos que la acariciaban. Aquellas caricias que la hacían desear más y más. Pensé que seguías enojado. No puedo, aunque quiera. ¿Porqué? Eres una bruja. Ambos reían. Tal vez pueda colarme está noche. ¡No te atrevas! Me hace mucha falta estar contigo. A mi igual pero no podemos. Elena. ¿Sí? ¿Qué pensarías si te pido formalizar una relación? Llevar esto a otro nivel. Elena no contestó, Albert esperaba su respuesta. No dices nada. Albert es complicado. ¿Complicado porqué? Creo que es prematuro todavía. ¡Prematuro! Llevamos meses juntos Elena no días. Yo no sólo siento una conexión física contigo, lo nuestro va más halla de eso. Al menos para mi. Albert yo...lo siento, de verás lo lamento, pero creo que debemos darnos más tiempo. ¿Es Eso? ¿O acaso piensas retomar la lucha por Dante como mamá te pidió? ¡Nos escuchaste! ¡Sí! ¿Acaso piensas arriesgarte de nuevo con él? Eso es lo que te detiene conmigo. Albert una cosa no tiene que ver con la otra. ¡Mentira! Todo tiene que ver. Aún lo amas Elena, por eso no deseas tener una verdadera relación conmigo, porque como siempre sigo siendo el estúpido enamorado que rechazan. Tal vez si te tratará como Dante que cuando se confunde te deja y cuando cree tener claridad te recoge de nuevo, quizas así logré que me tomes en serio. ¿Es eso lo que te gusta?¡Qué te utilicen! Elena lo abofeteo. ¡Esto era lo que temia que pasara! ¡Miranos! Hemos arruinado la gran relación que por años nos unía. Temia perderte y lamentablemente está ocurriendo. Albert cuando comenzamos está relación fue sin ataduras, ni etiquetas. Esas fueron tus reglas iniciales. Yo no te engañe, ni tampoco prometimos nada. Entonces sólo fui un semental en tu cama que complacio tu cuerpo. ¡No! Albert, no fuiste eso para mi. A pesar de que no me prometiste nada, ni yo a ti, pese a eso algo paso. Algo nació en mi pero no defino lo que es aún. No sé si es costumbre, seguridad, deseo o amistad. Mi mente está bloqueada desde que fracase con Dante. Mi corazón no está preparado para amar y eso me atormenta más a mi que a ti. No soy buena para ti, ni para nadie Albert. Y si crees que es por Dante pues te equivocas. Dante propicio esto en mi es cierto, y eso mismo hizo que saliera de mi corazón donde jamás podrá entrar. Es y será sólo el padre de mi hijo. Yo no quiero remover el pasado, ni tratar de revivir nada porque la verdad es que me cansé de depender del amor de otros. Ya no quiero eso en mi vida. No me arrepiento de lo que ocurrió entre nosotros pero creo que lo mejor es que terminemos esto, por el bien de todos. Albert no dijo nada sólo se volteó y se marchó, Elena quedo destrozada al verlo partir algo dentro de ella se movió porque sabía que lo había lastimado. La familia se había ido excepto Lou y Miranda. Elena fregaba los platos y un vaso de cayó rompiéndose. Déjalo yo lo recojo. Estas distraída. Sí, algo. ¿Qué te pasa? Algo grande debe de ser par a tenerte así tan cabizbaja y triste. Estoy metida en un lío enorme. Cuando te cuente vas a asesinarme y me harías un favor en verdad. ¿Tan malo es? Me acosté con Albert. El silencio se hizo presente, Elena esperaba el grito de su amigo pero este sólo seguía secando platos. ¿Escuchaste lo que te dije? Sí,  si escuche lo que dijiste. ¿Y? ¿No vas a gritarle? O tal vez decirme: ¡Qué estabas pensando! ¿Para qué? Imaginó que lo que estás sintiendo es suficiente como para añadirle más estrés del que ya tienes. En eso tienes razón. Además era de esperarse teniéndolo aquí todo el tiempo. Sabes lo que opino sobre el sexo Elena y las necesidades a veces hacen tomar decisiones sin sentido. Además siempre han tenido esa conexión. Ustedes dos siempre se han atraído lo que pasa es que te negabas a admitirlo por razones obvias. Siempre supe que Albert tarde o temprano lograría algo contigo. Entonces te alegras. No es que me alegre o me entristesca, es sólo que a veces hay cosas que deben pasar y por tercos no dejamos que sucedan. Mi vida es un lío. Siempre terminó cometiendo errores y me llevan a el fracaso todo el tiempo. Arruine todo con Dante según su madre y ahora también con Albert. Sabes que me dijo que mi relación con Dante se arruinó porque renuncie. Tiene razón.¡Qué! Elena no justifico lo que hizo porque en realidad Dante no supo valorar lo que tenía, pero tú tampoco lo hiciste. No te valoraste a ti misma. Preferiste irte, hacerte a un lado. Le mostraste no una mujer desprendida y sacrificada por su felicidad. Le demostrarte una mujer que le valía estar o no, le mostraste que él no era esencial para ti y que no le deseabas en tu vida. En medio de la confusión y del caos que trajo el enterarse de que tenía otro hijo, heridas pasadas sin cerrar, un nuevo amor entrando en su vida mostrándole que se podía amar de nuevo y sin ayuda profesional para sobrellevar todo eso. Solo logró que ambos fracasaran. Ustedes eran dos extraños que no supieron conocerce porque su relación desde un inicio fue terrible. Y con Albert, esa es otra historia Elena. Tu historia con él nunca acaba. Tienes razón, yo sé que fue parte mi culpa que no funcionará. ¿Y Albert? ¡No lo sé Lou! Tengo tanta confusión en mi cabeza. No estoy preparada para una relación y menos enfrentar lo que conllevaría eso siendo Albert. Y esta la otra parte, Dante. Solo tú puedes definir esto Elena, pero debes hacerlo ya porque tienes a dos hombre en una encrucijada y no es justo para ellos, ni para ti. Quita el hecho de que sean hermanos sólo mira, observa, analiza un futuro con ellos. Pero recuerda que la decisión que tomes será definitiva y tendrás que vivir con ella. Por una vez en tu vida piensa en ti, en lo que Elena anhela tener. Y quién de ellos puede saberlo, quién de ellos conoce a Elena y sabrá que hacer aún cuando todo sea incierto. Con cuál de ellos sientes plenidad y sobre todo tu misma Elena. Tengo miedo Lou. Lo sé, pero sí sigues dejándote dominar por el jamás serás feliz y te llegará la vejez, no podrás formar esa gran familia que anhelas tener. Y sobre todo desperdiciaras todo ese amor deseas dar y recibir. El teléfono de Elena sonó, era Alba. Alba, que se te ofrece. ¡Debes estar feliz! ¿De qué hablas? De veras que eres bien zorra. ¡Oye me no te permito! ¡Tú me permites lo que se me de la gana! ¡Al menos debiste respetar que mi hijo estaba allí! Que descaro el tuyo revolcandote con Albert. Elena se quedó muda. Joseph los vio besarse en el establo. ¡Eres una desvergonzada! Elena colgó. ¿Qué pasó Elena? Miro a su amigo dejando caer sin teléfono de sus manos y luego tirarse en una silla. Se supo todo.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora