Cap 16

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Elena se despidió de Daniel y fue rápidamente hacia su recámara. Dejo sus cosas y cerró la puerta. Dante entró y fue hacia allá y noto que estaba cerrada. ¡Abre Elena! Dante por favor déjame sola. Él siguió tocando. ¡Basta! ¡Entonces ábreme la puerta Elena o te juro que voy a tumbarla! ¡Porque mejor no te vas con tu amiguita y me dejas tranquila! De pronto la puerta se abrió de golpe y Elena salto del susto. Fue a tal nivel que ella se hizo una bola en una esquina y metió su cabeza entre sus piernas Dante vio aquello y algo se estremeció en su interior al ver aquella reacción de Elena. Al acercarse ella temblaba de miedo. Elena, yo no quise. Intentó tocarla y ella le rechazó. ¡No me pegues por favor! Dante se aterro ante aquellas palabras. Elena yo jamás haría algo así. De pronto Elena se aferró a su cuello y un llanto salió y Dante le abrazó fuerte la levanto y se sentó con ella acurrucándola como a una niña. Elena tomo compostura tiempo después. Lamento lo ocurrido. Intentó irse y el tomo su mano. ¿Qué te pasó? Nada. Elena lo que sucedió, no es nada. Pensaste que te golpearía y tomaste una posición en espera de ello. ¿Porqué? Déjalo así Dante. Sonó el celular de ella miro la pantalla y era Albert. No quiso contestarle no ahora.  Dante se puso de pie frente a ella y la beso en los labios tiernamente a lo que ella no se negó. Luego los besos siguieron subiendo de tono y pronto la ropa era historia entre ellos y volvieron a sentirse el uno al otro, volvió a sentir el cielo ante sus caricias y esta vez ella le acarició a él y lo hizo gemir de placer. Quería probar que ella podía hacer feliz a un hombre y que no era una media mujer como le llamaban en el pasado. Dante se sorprendió como ella tocaba y besaba su cuerpo. Casi pierde el control con sus besos y su actitud sin inhibiciones y sin decoro alguno aquello le gustó tanto verla, así tan sensual, tan dominante. Ella estaba acostada en su pecho llevaban rato en total silencio. El celular de ella sonó nuevamente. Era Albert pero ella no se atrevía a contestar así que solo silencio el llamado. Dante se puso de pie. Era mi hermano. ¿Verdad? Ella asintió. Debiste contestarle. ¿Y decirle que? ¡Hola Albert! ¿Cómo estas? ¡Yo! Pues aquí acabado de acostarme con tu hermano en Hawái. ¿Porqué te preocupa lo que él piense? Bueno lo qué pasó entre nosotros es algo delicado y Albert es importante para mí y no quiero...Dante le miró serio a los ojos y ella detuvo su platica. Solo fue sexo Elena nada más. Pero eso sí debes alejarte de mi hermano por tu bien. Dicho esto se marchó y Elena se dio cuenta de que para él fue solo eso sexo pero para ella no fue solo eso fue una liberación de su pasado, pero Dante no lo sabía, nadie lo sabía. No entendía porque había sido con él eso la confundía. ¿Porqué él? De tantos hombres porque tuvo que sentir aquello. ¿Porqué la amenazo con Albert? Su cabeza era un lío.

Al día siguiente estaba terminando de redactar el contrato y Albert volvió a llamar, decidió contestar pues no podría evitarlo toda la vida. Hola. ¡Elena! Por fin me contestas. Si lo siento es que tenía dolor de cabeza y me acosté temprano. ¿Pero estás bien? Si ya estoy bien. He llamado a la oficina y me dijeron que Dante había salido a un viaje de negocios así que te dio libre supongo porque no estás allá. Pues libre no tanto. Viaje con él. Hubo un silencio. ¿Y eso a que se debió? Bueno quería que llevará de cerca el contrato junto a él ahora mismo estoy redactando unos acuerdos que se cambiaron. Me extraña eso de mi hermano pues siempre suele enviar las cosas por fax o por express a su secretaria nunca viaja con ellas. Si, bueno tal vez a querido hacer las cosas distintas. Además recuerda que la Sra. Franigan era casada y mayor para hacer este tipo de viajes agotadores. Bueno si en eso tienes razón. Bueno debo colgar Albert tengo trabajo que terminar y no quiero tener problemas con tu hermano. Está bien. ¿Cuando regresas? En par de días pues cada vez se cambian los acuerdos y tú sabes cómo es esto. Si claro. Llama en cuanto regreses quiero ir a buscarte al aeropuerto. Si, yo te aviso. Adiós. Elena colgó se sentía algo triste por todo sentía que le mentía a su amigo, temía perder su amistad por todo esto y eso no quería que sucediera porque por mucho tiempo había estado sola sin amigos, sin nadie con quien hablar, ni compartir. Ahora volvía a creer en las personas, y no estaba dispuesta a perder a sus amigos. Dante entró. Ya termine, debe revisar los nuevos acuerdos. Entiendo que están bien pero solo usted sabrá si son convenientes o no. Dante fue hacia ella y la tomo de la cintura y del cuello y la beso. ¿Qué tenían sus labios? Que con solo tocarla ella no podía rechazarle. Vayamos a un lugar que sé te gustará. Lleva tu traje de baño. Ella obedeció.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora