Cap 41

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Dante fue a la vista sobre la custodia de Donovan. Al llegar esperaba verla, ya hacía tiempo que no le veía, ni veía a Donovan y los extrañaba demasiado a ambos. Nadie le decía donde estaban y solo veía a Donovan un fin de semana sí y otro no a través de la tía Emma que se había quedado en la ciudad. La audiencia privada comenzó y jamás vio a Elena estaba representada por una abogada. Buenos días. Dijo el juez.  Dante Willous. Su señoría. ¿Cómo está Margaret? Muy bien gracias. ¿Y Sara? Pues ahora le ha dado con hacer yoga, puedes creerlo. Ambos rieron. Jennifer querida. Beso a la abogada. Dante Jennifer Lombardi es mi sobrina. Un placer Jennifer. Igual digo Dante Willous. Bien comenzamos con esto. La licenciada Lombardi está en representación de la Srta. Elena Evans. Los asuntos que se discutirán son la custodia y derechos del menor Donovan Willous. Puedo saber, porqué Elena no está presente. Mi cliente pidió que todo acuerdo fuera a travez de mi y ella ya tienen claro sus derechos y peticiones por lo que no ve necesario su presencia ante el juez. Una pena no poder conocerle en persona. Elena fue hábil contrato la sobrina del juez que por supuesto buscaría la audiencia con su tío para lograr el éxito del caso. La licenciada le entregó los documentos a Dante y al juez. Esto es lo que mi cliente exige. Es obvio que ella puede mantener y cuidar  adecuadamente al niño por lo que no desea dinero alguno de parte del Sr. Willous, pide que todo dinero que este quiera darle sea depositado a una cuenta que el menor pueda disponer al cumplir la mayoría de edad. Esa cuenta ya existe, la puse desde su nacimiento pero adicional me gustaría correr con todo lo que mi hijo necesita. Si quiere comprar o darle algo puede hacerlo los días estipulados. No recibirá ni un centavo del Sr. Willous, es su petición. Es un derecho que El niño tiene. Refutó Dante. La Estamos claros en eso, así que si no aceptaban la cláusula pues abriré una cuenta para depositar ese dinero por orden de mi cliente. Mi cliente imagina que el Sr. Willous tiene preocupación ante el hecho de no dar su dirección pero su señoría no cree que eso sea necesario ya que hasta el momento la Srta. Evans a cumplido su parte trayendo al bebé cuando se acuerda el encuentro y ha brindado su teléfono para comunicación con ella. Creo que como padre tengo derecho de saber en dónde está viviendo mi hijo y en qué condiciones. Por lo mismo mi cliente puede tomar fotos de la vivienda para corroborar su buen cuidado. La realidad es que la Srta. Evans teme que el Sr. Willous interfiera en su nueva vida como en el pasado lo ha hecho. Mi cliente está en buena disposición de mantener la relaciones paterno filiares pero en lugares acordados por ambas partes descritos en el documento. Creo que la Srta. Evans está en su derecho de negar revelar su vivienda Willous, eso sí ordenaré una visita social para corroborar que todo esté bien. Y Sr. Willous no debe interferir en la vida de la Srta. Evans. Dijo el juez. Por nuestra parte no hay problema su señoría, cuando quieran pueden visitarle. Las visitas están acordadas que serán un fin de semana sí y otro no, una semana en diciembre y otra en verano hasta que el niño crezca y volvamos a enmendar dichos acuerdos según su edad. La custodia es de la Srta. Evans pero la patria potestad es compartida. ¿Estamos de acuerdo? Si su señoría. Pues damos por terminada esta audiencia, buenos días. El juez se retiró y la licenciada iba a irse cuando Dante le detuvo. Espero que al menos Elena me conteste las llamadas licenciada. Siempre que sea referente a Donovan así será Willous. Elena supo jugar bien sus cartas sabía que podría averiguar su paradero sin necesidad de que le dijera pero logró detenerlo con la orden de un juez, por ahora. Al llegar al apartamento buscaba una pastilla para el dolor de cabeza y se topó con una foto de ellos tres juntos en el cumpleaños de Donovan. Sonreían. Extrañaba verla, imaginaba su cara diciendo todo aquello que su abogada decía  y su peculiar hablar cuando se enojaba y su frente fruncida cuando estaba molesta. La puerta sonó y al abrir se encontró con Alba. ¿Qué haces aquí? Pues Joseph está quedándose en la casa de un amigo de la escuela y pues estaba cerca y me preguntaba si querías cenar. Traje la comida. Pasa. Traje tu comida favorita, papas y pollo. Y de postre un pie de manzana que vi en el estante y se veía delicioso. Recordó los pie de Elena, los más deliciosos que halla probado. Ven siéntate. Comieron y luego estaban sentados tomando una copa recordando anécdotas de niño. Recuerdo la primera vez que bebimos alcohol. Ambos reían ante el recuerdo. Teníamos, cuánto. ¿9? Si eso creó. Recuerdo que tu padre te sentó para darte unas buenas nalgadas y que cuando te puso sobre su regazo boca abajo vomitaste y te veías tan mal que tu padre decidió no pegarte y se preocupó al verte tan mal. Sí me libre de la tunda pero créeme el malestar y la resaca fue peor castigo. Muchas cosas hicimos por primera vez. Dante se tensó ante su comentario. Creo que ya es tarde, es hora de irme. Alba se levanto y Dante sintió alivió pues ya la conversación estaba tornándose incomoda. Gracias por la comida. Por nada. Dante fue a darle un beso en la mejilla para despedirse pero Alba lo beso en los labios. Alba no creo que sea correcto...Ella volvió a besarlo con deseo y de pronto sin más Dante se vio respondiendo ese beso. Elena estaba en el potrero cepillando a su yegua Bella y Donovan que ya caminaba jugaba cerca de ella. Te sienta bien el campo. ¡Albert! Elena corrió hacia él y se le trepó encima de él por la emoción de verlo. ¡Qué haces aquí! Pues ya hacía tiempo que no te veía y te di espacio suficiente. ¿No crees? Además debo verificar que la empresa esté funcionando adecuadamente. Ambos rieron. Albert había abierto una constructora allí para que Elena tuviera trabajo y estabilidad, la había dejado a cargo de todo y no quiso verla por mucho tiempo dándole espacio a sanar. ¡Pero Donovan! ¡Cuánto has crecido! Tomo en brazos al niño que protestó porque quería seguir jugando con el balde de agua. Ve a jugar. ¿Y Europa? Todo bien. Que bueno. ¡Te vas a quedar! ¿Verdad? No quiero importunar. No seas tonto, hace mucho que no hablamos y me gustaría un poco de compañía. Está bien. Era noche y luego de cenar y hablar de miles de temas Elena y Albert estaban sentados en el porche tomando chocolate caliente y mirando las estrellas. Hemos hablado de todo pero hay un tema que debo preguntar. A ver. ¿Cuál será? Bueno, y cómo van las citas. ¡Citas! Vamos Elena ya deben haber filas para invitarte a salir. No digo que no pero, nada que llame mi atención aún. Creo que no estoy preparada todavía. Ya va para un año Elena. Lo sé, pero no es que esté sufriendo por él. Es solo que en este tiempo me he dedicado a mi, a la granja, a Donovan. Incluso he comenzado un negocio de remedios caseros. ¡En serio! ¡Sí! Uno de tus socios llego con un malestar enorme de estómago y le di el remedio de la abuela y quedo tan encantado que me ofreció patentizarlo. Me parece maravilloso que estés abriéndote camino sola. Bueno sola; sola no. Sé que invertiste también. Parece que nada es oculto. Pues no. Gracias Albert. ¿Por? Por estar siempre ahí, aún en la distancia. ¿Para que están los amigos? ¿Y tú? ¿Yo qué? No te hagas sabes a qué me refiero. Pues  he tenido mis citas pero hasta ahí. Rompe corazones. Sabes que no, solo que no tengo interés por ahora en nada serio. Pensé que Avril había cambiado esa manera de pensar. Pues llegue a pensar que podría ser pero, simplemente no funcionó. Pues fue una pena porque la chica me agradaba y me extraño sabiendo cómo eres y ver lo buena que era ella no se diera. Pues ya vez, no siempre es perfecto lo que creemos. Sí, dímelo a mí. Bueno a dormir que mañana tenemos trabajo que hacer. Está bien papá. Albert estaba encantado con la constructora y él desempeño de Elena y sus empleados pasó una semana en donde compartía con ella y el niño. Se llevaban muy bien. Era jueves y notaba tensión en Elena. ¿A ver que te ocurre? Nada. No me digas que nada porque te conozco y lo sabes. Sí lo sé. Mañana debo llevar a Donovan con su padre. Aún no te acostumbras. No mal entiendas, no es por verlo cosa que no pasa, es por tener que dejarle. Cuando estoy sin Donovan me siento incompleta pero sé que debe estar con él. ¿No se ven? Pues no, desde que tiene una relación con Alba. ¡Qué! No sé porque te sorprende, era de esperarse que eso sucediera. Me extraña que Margaret no te lo halla dicho. Pues la verdad nunca hablamos de eso. Pues pasó hace tiempo ya y desde eso Alba domina a Dante a tal grado que mis conversaciones con Dante deben ser en alta voz y lo sé porque ella siempre da su indiscreta opinión en todo. ¿Y te duele? Pues no por mi, pero sí por Donovan porque creo que se afectará a la larga la relación con su padre. Ahora es pequeño y no entiende las cosas pero crecerá y no quisiera que sufriera. Tranquila al menos estaré aquí contigo. Una de las secretarías entró y trajo unos documentos para Elena. No olvides. Le dijo a Albert antes de salir. Elena lo miró sorprendida. ¿No lo olvides?Solo saldremos a cenar. Pues parece que tu fin de semana estará ocupado.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora