Cap 50

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Albert llegó al hospital con la maleta de su madre. Que bueno que regresaste, estaba preocupada por ti. No me pasara nada madre. ¿Y Elena? ¿Acaso no estaba contigo? Esta en la casa. ¡La déjaste sola! Es tu mujer no la mía. Además hay seguridad en la casa. Albert aún así no debe estar sola. No es seguro, y sobre ser mi mujer te equivocas. Pues no me lo pareció en la cafetería además están viviendo juntos. Y de ser así. ¿En qué te afecta? Era lo que querías cuando te fuiste y renunciaste. Tienes razón Dante. Así que creo que deberías atender más sus necesidades. ¡Eres un..!¡Basta ya ustedes dos! ¡Que les pasa! Lo lamento mamá no quisimos importunarte en tu recuperación. Albert tu hermano tiene razón no debiste dejarla sola. Ella corre mucho más peligro que todos nosotros. Alba está desquiciada. Llamaré a Elena. ¡Elena! ¿Estás bien? Sí...Ok. Te veré luego. Ella está bien. Te lo dije. Casi contratas la milicia. Sabía que estaría bien. Creo que ustedes dos deberían conversar, además los medicamentos están haciendo efecto en mi y quiero descansar los veré mañana. Ambos besaron a su madre y salieron, una vez en el auto el silencio y la tensión estaban presentes. No resultó tu magnífico plan. ¿De qué hablas? Ella no me ama. Pues no me lo pareció. Ella sólo me dio un beso de despedida Albert. Creo que jamás sentirá por mi lo que por ti siente. Y es duro para mi poder admitir eso. Ella te ama y lo nuestro nunca debió pasar esa es la realidad. Estoy amando sólo. No voy a estar con ella Dante, por eso me aleje y lo volveré hacer. ¿Porqué? ¿Porqué renuncias? Lograste lo que deseabas. No voy a poner esto sobre ti. Tú lo hiciste pero yo no. No seas tonto Albert. Ambos se aman y deben estar juntos. Si me alejó lo olvidara y así podrás conquistarla de nuevo. Y yo la olvidaré. Estuviste lejos ya y eso no te ayudo, y sabes porqué. Porqué la amas demasiado y ella a ti. Su amor es fuerte y ella no podrá ser feliz si no es a tu lado, ahora lo entiendo. Elena ha sido un refugio para mi Albert, tal vez por eso me aferre a ella. Elena me hizo ver que hay mujeres buenas que pueden llegar a darlo todo por la familia y la amistad. No te digo que no me duela el hecho de que no soy correspondido pero creo que nunca la amaré como tú lo haces. A la larga nuestra relación contigo o sin ti hubiera terminado igual. Empezamos mal y lo que mal empieza mal acaba. Después de lo de hoy no creo que quiera saber más de mi. No se que hiciste pero no creo que sea tan malo para que deje de sentir lo que siente por ti. Nuestra relación de hermanos nunca ha sido normal. Le dijo Dante a su hermano dándole una palmada en su hombro. Creo que de serlo sería aburrida. Ambos rieron. Lamento todo lo que ha pasado Albert. Nunca debí meterme entre ustedes dos, de no hacerlo hecho la historia sería otra. Ya de nada vale lamentarse por eso Dante, mejor miremos al futuro. Tienes razón.

Elena estaba acostada tratando de descansar cuando de pronto sintió algo frío en su cabeza abrió sus ojos y era Alba apuntandole a la sien con un arma. ¡Alba! Es mejor que no te muevas desgraciada o el dedo se me puede resbalar. Y aún no quiero que eso pase. ¡Estas demente! ¿Qué sacas con esto? ¿Creías que se te iba hacer tan fácil robarme a mi hijo y a Dante? ¡Yo no te robe nada! ¡Sí; sí lo hiciste! Te los llevaste a los dos. Todos aman a la perfecta Elena. Eso no es cierto. No soy perfecta. ¡Para ellos sí! ¡Elena! Dante entró junto con Albert y se toparon con aquella horrible imagen donde Elena estaba siendo apuntada con un arma. ¡No se acerquen! ¡Parate perra! Alba obligo a Elena a ponerse de pie y detrás de ella le apuntaba a la cabeza. Albert estaba aterrado por lo que veía y Dante también. Alba no sacas nada con esto por favor, baja el arma, hablemos. ¡Ja! ¡Ahora quieres hablar! Intente hablar y no me quisiste escuchar. ¡Ahora es tarde! No Alba no lo es. Dante y Albert se iban acercando discretamente. ¡Ya les dije que no se acerquen! Le alaba el cabello a Elena fuertemente. Alba piensa en el niño, qué ganas con hacer esto. Por una vez en tu vida haz lo correcto. Fácil para ti decirlo Albert. Te gusta perder, pero a mi no. ¿Y qué ganas según tú? ¡Ya cállate! No trates de usar la psicología conmigo. ¡Estoy harta de perder! ¡Harta de sufrir! ¡Esta vez no seré la única! Alba, nuestro hijo nos necesita a los dos. Tu eres su madre y pese a todo él te ama y te necesita. Nadie me ama, y de nada vale eso porque he sido una pésima madre, qué le he dado yo según tú. Nunca quise tenerlo, nunca quise traer a nadie al mundo porque sabía que solo sería para sufrir. Puedes cambiar eso Alba, aún estás a tiempo y olvidare esto e incluso te ayudaré. ¡Basta! Sólo intentas salvarte estúpida. Sólo has sido un dolor para ellos como para mi. Lo mejor es matarte para que así acabemos con el círculo vicioso que llevas entre ellos dos. ¡Alba No! Iba a disparar pero Elena logró zafarse de ella pero aún así al reponerse ella disparo, Dante abrazo a Elena y pronto sintió un líquido caliente sobre ella, ambos llegaron al suelo juntos de rodillas pero Elena no era la herida, el herido y la sangre era de Dante. Albert había logrado quitarle el arma a Alba y los de seguridad entraron y la sujetaron. ¡Dante! Elena gritó mientras sus lágrimas no dejaban de caer. ¡Porqué lo hiciste!Ella tenía razón soy solo un dolor para ustedes. No digas eso... tú... tú has Sido lo mejor que me ha podido pasar. Sé que te lastime demasiado Elena...pero...Ya no hables Dante guarda esas fuerzas. Ya...ya no hay tiempo... sé que...¡No! No lo digas, no te atrevas a decirlo. Elena... Perdóname. Yo te perdone hace mucho tiempo Dante. ¡Perdóname tú a mí! Prométeme algo. Dante...Elena por favor... prométeme que vas a ser felíz...por mi. Cuida de mis hijos. Dante dejo de hablar y Elena supo que  todo se había terminado. Lloro amargamente mientras abrazaba el cuerpo inerte de Dante. Albert lloro también.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora