Cap 48

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Elena fue tras Dante cuando Joseph fue con Donovan. Dante estaba sentado en una silla del jardín mirando a lo lejos. Lamento todo lo que está ocurriendo. El no respondió. Sé que la persona que menos deseas ver ahora es a mi pero quiero que sepas que a pesar de todo estoy aquí para apoyarte y escucharte. ¿Es en serio? Elena lo miro confundida. Por supuesto que lo digo en serio. ¡Es increíble! Dijo riendo y poniéndose en pie. ¡Sabes que si eso hubieses hecho cuando paso lo que paso, todo hubiera sido diferente! ¡Es que no lo ves! ¡No te importa! Estábamos destinados a estar juntos Elena. Todo fue una trampa y tú lo tomas como si nada. ¡Dante no es que lo tome como si nada, pero que quieres que haga! Ya no podemos ir al pasado y tratar de enmendar lo que paso, lo que no hicimos. Yo lamento lo que pasa y me duele saber que vivimos en el engaño de Alba pero ya nada podemos hacer. ¡Claro que podemos! Fue hasta ella y la tomó por la cintura. Elena yo te amo, podemos recobrar lo que perdimos. Nunca debimos separarnos. Elena se alejó de él. Dante esto no cambia las cosas, ni los sentimientos. Creo que tarde o temprano por alguna razón el fracaso seria inminente entre nosotros. Alba ayudó a que eso se adelantará. Somos tan distintos. Tal vez hubiéramos envejecido juntos, tal vez nuestra relación hubiese sido fuerte si lo hubiéramos luchado, pero ahora en este tiempo yo sólo puedo verte como a un hombre que ame mucho y fue parte importante de mi vida. Ahora debes enfocarte en tus hijos Dante, ellos son lo más importante. Deberás que lo hizo muy bien. ¿De qué hablas? De Albert. ¿De quién más? Tanto persevero hasta lograr su objetivo. Que lo amaras. Porque lo amas. Dante yo...¡No lo niegues! Que suerte la tuya tener a dos hermanos detrás de ti. ¿Eso piensas? ¡Qué tengo suerte! Yo jamás he deseado algo así, nunca quise lastimar a ninguno de los dos. Estoy rodeado de mujeres que nunca quisieron lastimarme, pero que bien se les dio hacerlo. Yo lo siento tanto, siento haberte lastimado como lo hice, pero sí en algo te consuela, la felicidad tampoco se hizo para mi. Lo dices porque se fue y no sabes donde está, pero en cuanto sepa que le amas y deseas estar con él volverás a tenerla. Te equivocas, ni él, ni yo seremos capaces de causarte más dolor. Elena se marchó al decir estás palabras. Albert no sólo se fue por ella, si no también por él. A pesar de sus sentimientos sabía que nunca pondría ese amor por encima del dolor de su hermano por más que se amaran.

Elena decidió enfrentar de una buena vez a la que había destrozado su vida. Toco en su puerta y al abrir entró sin permiso. ¡Pero que te crees! Y sin más Elena abofeteo a Alba la cual quedo sorprendida ante aquella reacción de Elena. ¿Mejor? Le pregunto a Elena. Imagino que debes estar feliz al quitarme de tu camino. ¡Eso es sólo lo que te preocupa! De veras que eres increíble. Esa cachetada no fue por Dante, Alba esa fue por Joseph. ¡Cómo pudiste usar así a tu propio hijo! ¡Que clase de madre eres! ¡Yo no pedí serlo! Elena abrió sus ojos en sorpresa. ¡Cómo puedes decir eso! ¡Porqué es la verdad! Gritó. Cuando me fui del lado de Dante fue para mejorar, progresar en la vida. No quería ser una don nadie. Y en ese tiempo Dante y su familia sólo eran trabajadores que apenas podían pagar una renta. Yo estaba harta de la miseria y de siempre estar en la peor situación. Bastante tuve con la vida que me tocó al lado de aquel individuo que se supone fue mi padre, y sólo fue mi verdugo. Yo...ame a Dante no te lo niego pero...no podía quedarme ahí. Fue cuando conocí a Ramiro. Trabajaba en un restaurante fino y fue allí donde lo conocí. El iba a almorzar allí cada tres días y siempre sólo así que poco a poco fui conociéndole hasta lograr llamar su atención. El quedo prendado de mi así que me ofreció una relación. Obviamente sólo sería compañía para él. Me ofreció apartamento y joyas y las rechaza me hice la digna a tal punto que deje el trabajo para evitar verle. Eso hizo que se interesara más en mi. Y cuando vine a ver ya me estaba proponiendo una relación seria la cual acepte. Me fui con él y deje atrás todo. Preferiste el dinero que el amor. ¡El amor no sostiene! ¡Y el dinero no da la felicidad Alba! Eso depende de la persona Elena. Cuando me di cuenta de que estaba embarazada de Dante creí que era mi fin. Iba a abortar pero luego vi que era mi oportunidad de quedarme donde estaba y la aproveché. Ese viejo era astuto y siempre se cuidaba cuando estaba conmigo, además me había hecho tomar pastillas pero, siempre puede pasar que el condón se rompa o que la pastilla no este trabajando aún. Como sólo llevaba dos días en ella él no se arriesgaria así que muy ingeniosa lo rompí sin que se diera cuenta. Y cuando terminó hice un drama por ello. Luego él espero el mes y...¡Sorpresa! Estaba embarazada. Todo un teatro. Cuando supo que era varón su felicidad fue mayor aún. Así que pase por todo eso de desfigurar mi cuerpo para poder mantener mi posición, pero nunca quise tal cosa porque traer hijos al mundo es sufrimiento. Eres un monstruo Alba. No sé cómo pueden algunas mujeres tener la dicha de poder tener hijos y no valorarlo. Piensa lo que quieras. A mi ese bastardo me importa poco. De nada valió todo. ¡No le llames así! Si no te importa entonces yo me haré cargo de él. ¡Claro! ¡Santa Elena! Ahora aprovecharas eso para obtener a Dante. Siempre supe que no eras tan boba. Re equivocas Alba, no lo hago por él, lo hago por Joseph porque merece ser feliz y junto a mi y a su hermano lo será. Elena iba a irse pero se volteó y le propinó otra cachetada. ¡Esa! Si fue por Dante. Se marchó.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora