Capitulo 39
-Dos días después-
Hundí mi cabeza en la almohada, molesta. Sharon no había dejado de gritar y tirar cosas desde que le había dicho sobre los mellizos. Sentí una de las manos de Harry acariciar mi cabello, intentando tranquilizarme. ¡Ya no podía más! Todos repetían lo mismo: “Solo es cuestión de tiempo” Si, solo es cuestión de tiempo para que termine explotando, gritándole a Sharon y castigándola aun más de lo que ya lo había hecho. Al parecer amenazarla con sacarle todo no había servido de nada para que dejara de gritar, cantar y tirar cosas. Solté un suspiro al dejar de escucharla cantar pero gruñí al volver a escuchar la canción que tanto comenzaba a odiar, ¡Hacía al menos un día que la estaba cantando!.
-Ya dejará de gritar.-Susurró Harry en mi oído, solté un bufido.
-Eso lo vengo escuchando desde hace dos días.-Me quejé mientras daba vuelta mi cuerpo, quedando frente a él.
-Lo sé, pero… tienes que comprender que ha sido hija única y ha pasado por demasiadas cosas.-Comentó.
-Sí, pero eso no quiere decir que tenga que hacer tanto escándalo, es que…¿No puede expresar su enojo de otra forma que sea un poco… mas silenciosa?.-Pregunté, él rió ligeramente y besó la punta de mi nariz.
-No lo sé, nunca he hecho algo así.-Comentó y reí junto a él. El celular de Harry comenzó a sonar y elevé una de mis cejas, ¿Quién podía mandarle un mensaje a las 9:30 am? El castaño me sonrió y giró su cuerpo para poder tomar su teléfono y hacer que dejara de sonar. Miró la pantalla concentrado, ya que al parecer se trataba de un mensaje, y luego frunció notoriamente su ceño. Suspiró y negó con su cabeza para luego dejar nuevamente el celular en la mesa de luz. Posó su mirada sobre mí y me inspeccionó.-Ve a darte un baño, ¿Si? Iré a preparar el desayuno.-Intentó sonreír pero era evidente que algo pasaba, fruncí mi ceño.
-Está bien.-Comenté.-¿Sucede algo?.-Pregunté y él negó con la cabeza, asentí para luego dirigirme hacia el baño.
Cerré la puerta detrás de mí y suspiré. Abrí la canilla de la ducha y, mientras esperaba a que el agua estuviera tibia, me deshice de mi ropa. Luego de unos minutos entré y deje que el agua golpeara mi cuerpo, relajándome. Tal vez no tenía que hacerme problema por lo que fuera que pasara con Harry pero la expresión en su rostro me había dejado preocupada, muy preocupada. No podía hacer nada más que esperar a que él me dijera algo pero últimamente lo único que no podía hacer era esperar, estaba comenzando a odiar esa palabra por el simple hecho de que todos me la decían cuando les contaba de Sharon y lo que estaba haciendo. Luego de unos cuantos minutos salí, me sequé y envolví mi cuerpo en la toalla. Salí del baño y caminé directamente hacia el ropero. Busqué con la mirada algo para ponerme y luego de unos cuantos minutos encontré algo. Una remera blanca con rayas azules algo suelta, unos jeans negros junto a unas zapatillas del mismo color serían lo que me pondría. Caminé nuevamente hacia el baño y entré. Me cambié y pase algo de base por mi rostro. Até mi cabello en una colita alta y deliñé mis ojos para luego pasar algo de brillitos en mis labios. Salí del baño apresuradamente al escuchar el teléfono de Harry sonar. Miré toda la habitación y, al no ver l castaño, me acerqué apresurada a tomarlo. La pantalla estaba iluminada dejando ver el nombre de quien llamaba, “Ashley”. Fruncí mi ceño notoriamente, ¿Ashley? ¿Qué quería ella ahora? ¿Por qué lo llamaba si ya estaban casi separados? Bueno, no lo estaban porque ella no lo quería, pero… casi lo estaban.
-Cariño, ¿Ya estas lista?.-La voz de Harry acercándose por el pasillo hizo que rápidamente me alejara del aparato y caminara hacia la cama, sentándome y haciendo como si atara mis zapatos. La puerta de nuestra habitación se abrió y dirigí mi mirada hacia allí, encontrándome el castaño quien e sonreía ampliamente. Sonreí a medias, intentando parecer normal.
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