Capitulo 23
Unos labios se posaron suavemente contra mi mejilla para luego besarla, pasaron hacia mi frente dejando otro beso marcado y luego fueron rápidamente hacia mis labios, uniéndolos con los míos. Reí, amaba el hecho de que Harry me despertara así. Con los ojos aun cerrados busque su mejilla y, luego de unos cuantos segundos comencé a acariciarla suavemente. Se separo lentamente de mí y apoyó su frente contra la mía, abrí mis ojos para poder mirarlo. Sonreí ampliamente y plante otro beso pero ahora en su mejilla.
-Buenos días, princesa.-Sonrió tiernamente y besó la punta de mi nariz.
-Buenos días, Harry.-Contesté mientras sonreía ampliamente. Me acercó mas a él y me abrazó fuertemente.
-¿Estas mejor?.-Preguntó y asentí.-¿Peleaste con tu madre?.-Se separó un poco de mi para poder verme y sonrió de lado mientras ponía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
-Sí, pero nada importante.-Intenté sonreír aunque mentir últimamente no me estaba saliendo demasiado bien.
-¿Fue por mi culpa?.-Preguntó y suspiré, no le diría que mi madre no quería verlo siquiera en foto.
-No cariño, solo… se enojó conmigo.-Me paré de la cama y le di la espalda, sabía que si lo miraba se enteraría que estaba mintiéndole y no quería eso.-Iré a ducharme. Anuncié para luego ir rápidamente hacia mi baño sin dejar que el castaño contestara.
Cerré la puerta detrás de mí y di un suspiro, aliviada. Me molestaba demasiado la actitud de mi madre, pero simplemente no podía decirle a Harry que ella casi lo odiaba por una simple estupidez, porque eso era…¡Una simple estupidez! Había sucedido hacía años y ella aun molestaba, bufé. Abrí la canilla de la ducha y, mientras esperaba a que estuviera tibia posé la mirada en el espejo. Hoy era uno de esos días en los que pensaba que no podía salir ni siquiera de mi habitación porque daba miedo y pena a la vez con mi cabello revuelto, mis ojeras, mis ojos hinchados…¡Todo en mí era un completo desastre! Suspiré y me metí rápidamente a la ducha, intentando sacar todos los pensamientos y problemas de mi mente pero al parecer mi mente no estaba de acuerdo con eso ya que a cada segundo molestaba con algo diferente. Esto era frustrante. Luego de unos cuantos minutos salí de la ducha y sequé mi cuerpo para luego envolverlo en una toalla. Caminé hasta la puerta y comencé a insultarme al recordar que Harry seguro se encontraba allí y yo no había sacado mi ropa. Suspiré y giré el picaporte de la puerta para luego encontrarme con una escena un tanto… graciosa a decir verdad. Harry tenía sus labios pintados de rosa pálido mientras Sharon trenzaba su cabello. Llevé una mano a mi boca para no reír, pero fue demasiado tarde porque las carcajadas escaparon sin previo aviso haciendo que ambos me miraran.
-¡Mami!.-Exclamó Shar dejando el cabello de su padre para luego correr hacia mi, acaricié su cabello y luego besé su frente.
-Hola cariño.-Sonreí ampliamente y revolví un poco se cabello.-Te queda bien ese color, resalta tus ojos.-Comenté aguantando la risa mientras miraba al castaño, él sonrió ampliamente intentando no reír.
-Lo sé.-Contestó, engreído.-¿Qué tal me quedan las trenzas?.-Tomó una con su mano para poder enseñarme, comenzamos a reír.
-Te quedan lindas.-Salí del baño y posó su mirada en mi para luego morder su labios y pararse de mi cama.
-Y a ti te queda bien esa toalla.-Se acercó y posó mi mano en mi cintura, atrayéndome mas hacia él.
-Recuerda que esta la pequeña, Styles.-Bese fugazmente sus labios para luego separarme de él y dirigirme hacia mi ropero.
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