Capitulo 31
El frío recorrió por completo mi cuerpo y me giré en la cama, buscando al rizado. Estiré mi brazo pero él no estaba, fruncí mi ceño notoriamente. ¿Se había ido y me había dejado sola luego de lo de anoche? Suspiré frustrada y abrí mis ojos, inspeccionando con la mirada la habitación del departamento. No se escuchaba ruido alguno en la casa, ¿Se habría ido? No… Bufé enojada y tomé mi ropa interior para luego ponérmela. Me daría una ducha y me iría ya que al parecer el castaño no estaba. Me paré enojada, sinceramente esa no era la manera que tenía pensada despertarme… tal vez él podría haber estado a mi lado, esperando a que despertara, pero no. Giré mi rostro hacia la pequeña mesita de luz que había a un lado de la cama y allí había un papel y, junto a él un lápiz. La tomé rápidamente para luego comenzar a leerla.
-Nota-
“Cariño, siento no estar a tu lado cuando despiertes pero tuve que salir por unos problemas con Ashley. Luego te cuento, cariño. Espérame en el departamento, no tardaré demasiado. Te amo, Harry”
Fruncí mi ceño, se suponía que tenía que estar contenta de que no me haya dejado sola porque quiso sino porque tuvo que hacer algo, pero el simple hecho de que Ashley estuviera involucrada en la nota hacía que me enojara. ¡Quería que la rubia desapareciera de una vez por todas de mi vida, no la soportaba ni un minuto más! Suspiré frustrada para luego tomar mi ropa y dirigirme hacia el baño. Cerré la puerta detrás de mí y miré a mí alrededor, todo estaba muy bien arreglado y era linda a decir verdad. Abrí la canilla de la ducha y esperé unos minutos a que el agua estuviera tibia para luego entrar. Dejé que el agua comenzara a recorrer mi cuerpo logrando así tranquilizarme. ¿Sería cierto lo que dijo Harry? ¿Podríamos al fin estar juntos sin que Ashley intentara separarnos? Lo único que esperaba era que fuese así, solo quería estar al lado de Harry con mi pequeña y que ella pudiera tener una vida normal, no como la llevaba en estos momentos. Luego de unos minutos salí y sequé mi cuerpo para luego envolverlo con la toalla. Me cambié y sequé mi cabello con la toalla para luego dejarlo suelto ya que no tenía nada con que atarlo. Salí del baño y me dirigí hacia la pequeña sala que había en el departamento y, al llegar allí pude ver al castaño dejar unas cuantas bolsas sobre la mesada del comedor. Sonreí ampliamente y él me devolvió el gesto.
-Buenos días, amor.-Se acercó a mí y capturó mis labios.-¿Cómo estás? ¿Dormiste bien?.-Preguntó una vez que se separó de mis labios, sonreí al igual que él.
-Buenos días cariño.-Sonreí ampliamente y él me atrajo más hacia su cuerpo.-Bien y descanse muy bien.-Contesté y él sonrió coquetamente.-¿Y vos?.-Pregunté, él besó mi mejilla rápidamente para luego separarse de mí e ir hacia la cocina.
-Muy bien porque estabas a mi lado.-Comentó de espaldas a mí, sonreí y me apoyé en la mesada para poder verlo mejor.
-Me preocupe cuando no te vi por la mañana.-Comenté rompiendo el silencio, él se giró y me miró.
-Lo sé, siento mucho haberme ido así, pero tenía que arreglar unas cosas.-Dio un suspiro y se giró nuevamente, al parecer preparaba el desayuno.-Ashley no quiere divorciarse de mí y necesito hacer el ADN, aunque eso no me preocupa porque tal vez en la tarde lo haga.-Comentó, sonreí a medias.
-¿Estás seguro de que separaras de ella?.-Pregunté mientras me acercaba a él, se giró y me miró con una sonrisa en su rostro.
-Claro que si cariño, quiero estar con ustedes como una familia de una vez por todas.-Comentó sonriente.-No puedo esperar para que vengan a vivir aquí.-Sonreí ampliamente al escuchar aquello, me emocionaba el hecho de que ya estábamos a punto de poder estar juntos, al fin.
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