Capitulo 42
Gruñí molesta al escuchar sonar nuevamente mi celular, un mensaje nuevo y sabía muy bien de quien era. Cerré los ojos con fuerza, hacía más de una hora que estaba mandándome mensajes y, a decir verdad, estaba a punto de tirar el celular por el inodoro. Bufé molesta, ¿Es que no tenía otra cosa más que hacer que molestarme? Maldita rubia teñida, si pudiera matarla….
-¿Por qué mierda no pones esa cosa en silencio?.-Se quejó Jake mientras entraba a la sala. Sí, había dormido en la sala y mi espalda dolía demasiado, al igual que mi cabeza. Suspiré y tapé mi rostro con el almohadón, molesta.
-Porque no quiero.-Contesté con la almohada aun sobre mi rostro, haciendo que no se entendiera demasiado lo que dije.
-Te has estado quejando desde hace una hora, hiciste que me despertara y aun así no pones el maldito celular en silencio.-Comentó enojado, reí fuertemente.-¡Mierda, lo voy a tirar si no lo pones en silencio!.-Anunció cansado mientras volvía hacia la cocina.-¡Date un baño, apestas!.-Gritó para luego comenzar a reír, solté un quejido.
-¡Cállate!.-Exclamé entre risas para luego pararme y tomar el celular.
10 mensajes de Harry, leí y rodé los ojos. Sabía perfectamente que era la rubia y lo había comprobado cuando abrí el primer mensaje. Solté un suspiro, luego llamaría… necesitaba saber si Sharon estaba bien. Deje nuevamente el celular en la mesa del salón y me dirigí hacia las escaleras para luego comenzar a subirlas. Caminé hasta mi habitación y abrí apresuradamente la puerta. Me dirigí hacia el baño y cerré la puerta detrás de mí, desmoronándome al instante y sintiendo como me volvía débil poco a poco. Si bien intentaba mostrarme bien frente a Jake estaba demasiado mal con todo lo de ayer y aun dolía mi garganta, sin contar la marca que había quedado alrededor de mi cuello. Abrí la canilla y, mientras esperaba a que el agua estuviera tibia me deshice de mi ropa. Luego de unos cuantos minutos entré y deje que el agua goleara mi cuerpo suavemente. Estaba un poco más tranquila que ayer, había logrado tranquilizarme un poco luego de que casi me ahorcara Ashley solo por pensar en mis bebés y que tenía que cuidar de ellos aun más que de mí. Luego de unos cuantos minutos salí, me sequé y envolví mi cuerpo con la toalla. Salí apresurada del baño y me dirigí hacia el ropero en busca de algo para ponerme. Un vestido verde agua junto a unos zapatos marrones sin tacón serian lo que me pondría. Caminé nuevamente hacia el baño y cerré la puerta. Me cambié y até mi cabello en una colita alta. Pase algo de base por mi rostro y también por mi cuello para luego pasar algo de brillos por mis labios.
-¡_____, te dije que pusieras en silencio ese teléfono!.-Gritó exasperado Jake desde el otro lado de la puerta, reí suavemente mientras rodaba los ojos. Al parecer la rubia no dejaría de molestar.
-Lo siento.-Comenté mientras salía del baño, Jake me esperaba con su brazo derecho extendido y mi celular en su mano. Su ceño se encontraba notoriamente fruncido y eso me preocupo.-¿Qué? ¿Sucede algo?.-Pregunté mientras le arrebataba de las manos el teléfono, él se sentó en mi cama.
-Si.-Contestó con la mirada posada sobre mí, aparté la mirada del aparato esperando a que siguiera.-Harry te ha estado llamando y mandando mensajes, ¿Qué sucede? ¿Por qué no le contestas?.-Preguntó, solté un bufido.
-Desearía que fuera Harry, pero es Ashley.-Comenté con frustración mientras apoyaba mi cabeza contra su hombro, él bufó.-Y si fuera Harry tampoco contestaría, él me traicionó aun cuando dice que me ama.-Seguí, Jake se separó de mí y me miró por unos segundos, con su ceño aun mas fruncido que antes, si es que eso era posible.
-¿Aun no lo entiendes, cierto?.-Preguntó mirándome fijamente, lo miré sin comprender.-¡Esta soportando a esa loca solo para protegerte a ti y a los bebés!.-Exclamó exasperado, fruncí mi ceño.-Él lo hace porque de verdad te ama, nadie haría eso si no amara a la otra persona.-Comentó.
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