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Más que sorprendido entró a su casa. Haber visto a Jinon seguirlos y cambiar su plan de decirle a Minho que se sentía mal y pedirle que lo dejasen para otro día, haber besado a Minho para comprobar eso que estaba sucediendo en ese mismo instante era real, o era el fantasma de Jinon persiguiéndolo como en las películas de terror.
Su celular sonaba desesperadamente una, otra y otra vez, mostrando el nombre de Jinon. Para su sorpresa su timbre también empezó a sonar con locura, junto a esos golpes insistentes sobre la madera de su puerta. Nunca antes se había sentido tan feliz de tener tanto su atención, de volverlo tan loco.
Nada había resultado tan bien como ese plan, que aunque fuera tan infantil, aun así, había funcionado a la perfección. Por esa razón, decidió que llevaría esa relación con Minho más allá.
Y al llegar donde se daría el nuevo desfile de esa noche se encuentra con un par de enormes ojos clavándole la mirada, sonriendo disimuladamente. Tan diferente a lo que creyó que se encontraría. Un hombre que le miraría con lujuria y le pediría cualquier tipo de locura y él aceptaría para tenerlo de esclavo, mientras conseguía lo que quería de Jinon.
Pero esa mirada, extrañamente rayaba la ternura y cierta felicidad que le hizo recordarse a sí mismo cuando se enamoró hacía tanto tiempo.
Idiota.
Piensa mientras le sonríe de forma hipócrita, lanzándole miradas lujuriosas, un guiño para terminar de noquearlo y así conseguir que ese muchacho estuviera comiendo de la palma de sus manos.
Un guiño que Minho jamás creyó volvería a ver, aunque el beso de ayer volvía a repetirse por su mente por millonésima vez, como un disco rayado, pero no tenía ganas de detenerlo, quería continuar adormecido por tanta belleza, por un momento tan etéreo, ese momento que había provocado que nazcan esperanzas que, sin darse cuenta, crecían a cada segundo a una velocidad endiablada y jamás imaginada.
Y justo en el momento en el que subirá a la pasarela, van juntos; Minho detrás de él y Taemin más hermoso que nunca, brillando con todo su esplendor. De repente lo ve girarse y quedan cara a cara, un momento en el que ve cómo ese hermoso modelo mira para todas partes y antes de que siquiera pueda respirar, lo ve acercarse y ponerse de puntillas, un momento que llegaba antes de lo que esperaba.
Estaba parado tan cerca que no podía ver lo que estaba ocurriendo en realidad, un beso tan fugaz que le hace ver estrellas que termina por convencerlo de que eso era real, que algo más podría haber entre ellos dos.
Las personas se enamoraban de las formas más curiosas y misteriosas que podrían pasar por nuestras mentes. Y era exactamente ese mismo pensamiento que hacía que Minho aceptase que algo más nacía entre los dos, tan lejos de la realidad y tan cerca de que lo imposible se hiciera posible.
Mientras Minho lo veía ir y venir con todo tipo de ropa, se detenía a pensar con la única neurona que parecía sobrevivir a todo eso que estaba viviendo. Suspira al verlo caminar por la pasarela en ropa interior, preguntándose qué rayos estaba haciendo babeándose por un hombre, pero la respuesta simplemente parecía huir de él, porque era hombre, por más bello que fuera, era un muchacho, igual que él. Sin embargo, verlo llegar y ser envuelto en una bata, correr de puntillas hasta donde cambiaría de ropa para hacer la última pasarela según escuchaba hablar a la encargada, verlo ser tan infantil y hermoso era como el switch que apagaba su razón. Y justo antes de verlo salir a hacer su última pasarela le fue robado otro beso que terminó diciéndole que nada importaba, que fueran hombres no impedía que pudiera enamorarse cómo parecía suceder en su interior.

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Renuncio a Ti
Fanfic~*~ Lo que soy para ti, no es real. Lo que soy para ti, no lo necesitas. Lo que soy para ti, no es lo que significas para mí ~*~ 2MIN