Parte 27

281 50 8
                                    


~*~

Ahí estaba, recargado en las rejas de ese colegio donde Minho daba clases. Esperándole. Esperando a que no todo haya terminado.

Y si, no le llamó porque era un cobarde.

Por eso estaba ahí, esperando a que salga para pedirle perdón, aunque todavía no tenía el traje de Elvis.

Empieza a desesperarse cuando ve a muchos estudiantes salir, los ve uno por uno, hasta que parece que sale el último y Minho no daba señal de aparecer todavía. Espera unos quince minutos más y no hay nadie más que salía. Se desespera a la media hora y decide entrar.

Y cuando lo hace, ve a Minho salir de uno de esos grandes edificios.

Simplemente se queda ahí cuando lo ve ir al estacionamiento. Lo ve hacer todo, cada movimiento mientras encendía a Lola y avanzaba hasta la puerta.

Llega y le sonríe cuando lo ve detenerse, pero cuando Minho se quita el casco no le sonríe, sólo se queda ahí mirándole serio.

Mierda.

- Yo... lo siento.

Un par de palabras que estaba seguro repetiría muchas veces más adelante.

- Lo olvide y... - te recordé cuando estaba a punto de hacer una estupidez. Piensa sin saber cómo contarle sin hacer que Minho volviera a mirarle con pena. Como cuando se conocieron.

- Lo sé – responde Minho, conmovido por esa disculpa que parecía sincera. Aunque se le hubiera quebrantado el corazón, parecía que podía seguir sobreviviendo de esas migajas de atención.

- ¿Esa noche esperaste mucho? – pregunta Taemin mirándole como rogando perdón.

- No, me dijeron que te fuiste y como tenías el celular apagado... - fui a buscarte a la fiesta... - me fui – realmente te olvidaste de mí y de que tenemos algo que no tiene nombre, que no me debes fidelidad ni mucho menos.

- Lo siento, otra vez – se disculpa y se acerca a él – ¿puedo invitarte una cena? porque aún no conseguí el traje de Elvis...

Taemin.

Esas palabras junto a esa expresión de niño perdido. Quería llorar y reír como loco.

Porque estaba enamorado, porque no podía alejarse de él, porque no quería hacerlo. Porque aún tenía las ciegas esperanzas de poder conquistar su corazón. (Aunque lo vio irse con un desconocido, después de hablar de fidelidad con el otro imbecil)

- Ok, vamos – aceptaba como si esa fuera su única opción – pero si la cena esta fea no te perdono.

Minho. Y siempre le salía con cada cosa.

- Me esforzaré, aunque yo no cenaré – sonríe y se acerca a dejarle un beso en la mejilla.

- Desaparecerás si no lo haces – comenta Minho, pretendiendo que esa actitud y ese beso no dejaron huella en su corazón.

- Hoy me pesaron y dijeron que en estos días nada más, subí como un kilo y algo más – le mira haciendo un puchero – subo de peso fácilmente – se avergüenza de confesarlo y Minho se propone como meta engordarlo.

- ¿Por la pizza extra grande con doble queso que casi te terminaste sólo? – pregunta sonriéndole mientras sacaba un pequeño casco de la parte trasera de su moto. Y Taemin se siente tan contento de que aun después de plantarle, Minho aun piense en él. (o en que se verían, incluso en perdonarle)

Renuncio a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora