Renuncio a Ti

Parte 11

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Minho estaba apoyado de codos sobre ese escritorio de la recepción, pretendiendo que había algo más entre él y la recepcionista que le miraba sonriendo, intentando ocultar su vergüenza detrás de esa sonrisa.

- ¿Así está bien? – preguntaba mientras tomaba un mechon de esos cabellos largos y lisos, para jugar un momento con ellos. Esperando a que Sehun entrara por esa puerta y ser descubiertos. Y que se desatara el puto Armagedón.

- Esto es penoso – decía Jiwon desviando la mirada.

- ¿En serio? – le mira socarrón, diciendo demasiadas cosas con la mirada – creo que lo que hacías antes era mucho más penoso que esto.

Sí. Le estaba recordando esa actitud típica de una de las mujeres más lanzadas que había conocido hasta ese día. Y Jiwon las había superado por mucho. Demasiado para ser sinceros, porque incluso había visto su ropa interior.

- Ok! Sé que parecía una cualquiera, pero ya te dije que no es así – se quejaba ella mientras le daba un par de golpecitos en el hombro, pretendiendo que su cara no estaba del color de un tomate.

- ¿Y si yo lo hubieras sido? – se quedan mirándose por un instante tenso que termina siendo quebrantado por sus risas.

- Yo...

Un momento incomodo en el que la imaginación no puede simplemente quedarse quieta, un instante en el que trabaja al cien por ciento y la incomodidad junto a la vergüenza crece mientras están callados sin saber qué hacer o decir.

- Veo que eres un imbécil.

No supieron en qué momento Sehun había entrado por esa puerta sin hacer el menor ruido.

- Te dije claramente que ella – Jiwon le mira sabiendo de antemano la sarta de estupideces que escupiría. Y estaba preparada para ello, y sinceramente esperaba que su amante ficticio también – es mí...

- Tú mismo dijiste que no somos novios... - le interrumpe Jiwon para dejarle sorprendido.

- Cariño, yo no... - y justo como habían supuesto, no tendría ningún argumento para rebatir.

- Somos amigos – se adelanta Minho haciendo que Sehun le mire con un odio que se traducía en 'te matare lenta y dolorosamente'.

- Si y no tienes porqué marcar territorio por aquí – terminó Jiwon.

Nadie pudo decir nada más porque en ese momento veían a Kai y el gerente entrar por la puerta, haciendo que se esfume el mal ambiente de sopetón.

Después de la reunión con otros equipos para coordinar las acciones, para que no se repita lo del día anterior, justo después sale lentamente, primero por la vergüenza que le daba haber estado metido en medio de la pelea de dos fieras y no poder hacer nada. Claro, no era que no podía, simplemente no quiso lastimar a ambos, pero sus compañeros parecían reír socarrones cada que se mencionaba el dichoso tema; y segundo porque debía actuar, de alguna manera debía hacer que Sehun intentara atentar contra su vida.

- Te veo mañana.

Una simple frase acompañada de un beso en su mejilla y Sehun estaba botando fuego por los ojos. Y aunque empezaba a ponerse divertido, esperaba que ese idiota se diera cuenta cuanto antes.

- No olvides lo que prometiste - y si creía que Jiwon solo sería una espectadora más, estaba equivocado – estaré esperándote.

- Ok.