Parte 37

342 47 17
                                    


~*~

Por suerte el trato de los policías no era malo como en las películas americanas, es más hasta había enfermería y curaron sus heridas, dándole dos puntadas a la herida de su ceja, pero si estaba encerrado en una celda en una de las comisarías, esperando a que le dijeran que podía llamar a alguien para que pagaran fianza.

Por fin la espera termina y llama a Jiwon, agradece el no tener mucho que explicar aunque fuera casi la media noche, agradece que ella hubiera aceptado ir a echarle una mano. Después de todo no tenía a nadie más en esa ciudad.

Ahora se sentía completamente solo, sin nadie más que su amiga, con el corazón intentando mantenerse firme, con su orgullo yéndose por el retrete, al igual que sus esperanzas de poder enamorar a ese modelo.

- Choi, póngase de pie, vinieron por usted.

- Gracias.

Agradece y hace todo lo que los policías le indican, agradece que su expediente personal no quede con antecedentes, porque nadie había dejado una demanda formal, porque era la primera vez que era detenido y porque su expediente era demasiado limpio.

Sabía que lo de la demanda era gracias a Taemin, algo en su interior se lo contaba al oído.

Lo que le dejaba aliviado, pero con una carga más por la que pedirle disculpas y darle las gracias.

Firma unos últimos documentos para poder sacar también su moto de retención. Agradece que Jiwon no pregunte nada, porque estaba seguro de que terminaría llorando como niño en cualquier momento.

- Hasta mañana.

- Gracias por todo.

Un fuerte abrazo y vuelve a casa.

Sin ganas de nada se mete a la ducha fría una vez más. Quería dejar de pensar, quería desconectar por un momento y el frío del agua hacia un buen trabajo mientras se tranquilizaba y el dolor de los golpes disminuía un poco.

Desempolva su dignidad y asiste a su trabajo como si nada, no obedece la orden médica que decía que no debía ejercitarse por una semana por las puntadas de su ceja, pero necesitaba distraerse e intentar arrancarse de la cabeza la cara de ese modelo que no dejaba de atormentarle, menos si hacía pasarela con esas extrañas prendas que supuestamente servían para seducirle.

Llega viernes y apenas siente que puede mantenerse vivo, sin suspirar cada que pestañeaba, sin pensarle y sin extrañarle de una forma que creyó imposible, pero se daba cuenta de que ese amor se había arraigado en su ser de una forma increíblemente profunda y tan rápido.

No podía vivir así. No suspirando cada dos por tres cuando en cada situación recordaba las formas tan caprichosas de ser de ese modelo que no paraba de torturarle con sus recuerdos.

Una fiesta a la que es invitado por los profesores, y la opción de encontrar una forma de distraerse pasan y repasan su mente mientras montaba su moto. Quizás incluso tener algo con alguna de esas profesoras para no dejar que Taemin se metiera más profundo de lo que ya estaba.

- Min, no te vayas...

- Taemin.

Sonríe sin querer, sorprendido de verlo ahí, parado justo donde siempre se paraba cada que iba a buscarlo.

- Creí que no volvería a verte – baja de su moto, se acerca a él que continuaba recargado y mirándole de una forma extraña.

- También yo – sería mentira si dijera que en ese momento continuaba intacto, que sus palabras y sus hermosos ojos no habían movido su piso.

Renuncio a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora