Parte 16

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~*~

Los minutos pasaban lentamente mientras miraba los cuadros y la decoración de la recepción de ese edificio. De repente se gira hacia la puerta cuando la escucha abrirse y se lleva una gran decepción al ver que no era Taemin, sino que era ese que era su gran enemigo, él imbécil que lo odiaba aparentemente sin motivo.

Jinon.

Se miran y supo en ese mismo instante que esa oportunidad de trabajo que Taemin tan ilusionado había conseguido se iría a la mierda. Lo sabía por esa mirada despectiva y por esa sonrisa burlona llena de superioridad, claro y gracias a la información de Jiwon, porque sabía que era el hijo del dueño de esa empresa.

Pero en ese momento prefiere desviar la mirada e ignorarlo, hacer como si no existiera, sacar su celular y volver a releer una vez más todos esos extraños mensajes que había compartido con Taemin.

Sonríe como idiota al leer ese 'cuida de mi' en ese último mensaje que había recibido mientras miraba salir el sol, envuelto en un par de mantas, parado en ese balcón con la ventana abierta.

El sol ahora ya no significaba lo mismo, ya no.

El sonido del bip del ascensor le trae a la realidad y cuando esas puertas se abren lo ve salir.

Dios. Tuvo que ordenarse respirar mientras lo veía acercarse todo contento, con una hermosa sonrisa pintada en todo su rostro, con esas pintas que le aseguraban problemas.

- porque este idiota, ya decidió lo que quiere contigo y lo que quiere de ti.

Sus propias palabras resonaban en su mente, esas que le contaban al oído que no podría jamás ser sólo su amigo, que lo deseaba como hombre, como jamás antes en la vida había deseado a alguien, pero no era sólo un asunto físico, deseaba también que sus pensamientos y sentimientos le pertenecieran.

Dios, sabía que lloraría por conseguirlo, pero quería arriesgarse.

¿Debía?

- ¿Esperaste mucho? – preguntaba Taemin con cara de culpa, haciendo a la vez un pucherito que decía 'perdóname no fue mi culpa' porque el sol ya se había escondido y como nunca Amber le pidió que se quedase un poco más.

- No – Minho le sonríe normal, como si no sintiera ese fuego recorrer su ser completo, como si no sintiera esas mariposas volar en su interior, dejándolo completamente revuelto – tranquilo.

- Justo hoy me hicieron tardar más – se quejaba Taemin mientras se colgaba de su brazo y se ponían rumbo a cualquier lugar donde podrían bailar.

- Tranquilo, mejor dime ¿a dónde decidiste que iremos? – pregunta mirándole y perdiéndose en el color de sus cabellos que brillaban hermosamente.

- ¡No! ¡Primero cuéntame cómo te fue! – Taemin se detiene de repente al recordar a los cerdos volando de sus mensajes.

- Te lo contaré en el camino – y esa felicidad de tener una oportunidad se había esfumado en el mismo momento que vio salir a Jinon, pero no quería arruinar el momento y hacer que esa bonita sonrisa desapareciera de esos labios tan bonitos.

En ese mismo minuto se da cuenta de que había encontrado la definición para Taemin, era bonito.

Bonito. Repetía mentalmente mientras tomaban un taxi y Taemin dictaba la dirección.

- ¡Ok! Se llama 'en las rocas' – dijo Taemin todo contento y Minho reía por ese extraño nombre y por esa forma de explicarlo hasta con sus manos.

Renuncio a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora